Argentina

Milei vs. Massa: con pronóstico de resultado ajustado, Argentina se prepara para elegir presidente

No queda descartada la posibilidad de que la diferencia entre los candidatos en los resultados del domingo sea tan pequeña que haga falta esperar al escrutinio definitivo para saber a ciencia cierta quién ganó la elección.
viernes, 17 de noviembre de 2023 · 14:19

BUENOS AIRES (France24).- La segunda vuelta electoral será una disputa entre Sergio Massa y Javier Milei. Si los resultados no son concluyentes, incluso se tendría que esperar varios días para conocer el resultado del escrutinio definitivo. El final de la campaña tuvo un hito clave en el último debate electoral.

Además, La Libertad Avanza, el partido de Javier Milei, ha estado realizando señalamientos de posible fraude o maniobras irregulares, lo que podría anticipar denuncias de ese espacio en caso de no tener un resultado favorable.

Por otra parte, a días de los comicios, se conoció la cifra de inflación de octubre, que aunque más baja que las de septiembre y agosto, sigue siendo muy alta y recuerda que la economía está en el corazón de esta campaña y de las preocupaciones ciudadanas.

Por último, en una noticia que no pertenece a la agenda electoral, la Aduana anunció que logró, con ayuda de las autoridades de España, detener el mayor contrabando de  bienes culturales de la historia argentina.

Final de campaña con actos políticos y un intenso debate presidencial

Un recorrido que parecía interminable está llegando a su conclusión: el domingo 19 de noviembre se conocerá finalmente al próximo presidente de Argentina, tras meses de campaña, elecciones provinciales, elecciones primarias y la primera vuelta del 22 de octubre, que dejó como candidatos únicos al oficialista Sergio Massa, ministro de Economía del gobierno peronista de la alianza Unión por la Patria, y al economista libertario y diputado Javier Milei, del movimiento de extrema derecha La Libertad Avanza (LLA).

En este tramo final del camino hacia la Presidencia, Massa y Milei hicieron sus últimas apariciones de campaña y, crucialmente, se enfrentaron el domingo pasado en un debate electoral de dos horas.

Massa dominó la primera parte de ese cruce, dividido en dos grandes bloques de tres ejes temáticos cada uno. Lo hizo especialmente cuando se abordó el tema de la economía, el primero de la lista y en el que, por formación académica y profesional, Milei podría haber tenido una ventaja, además de haber podido achacar a Massa, actual ministro de Economía, su parte de responsabilidad en la inflación, la pobreza y otros problemas vinculados con la administración pública de un Gobierno que termina su mandato muy golpeado.

Massa no se lo permitió: lo forzó a responder preguntas acerca de su programa de gobierno y de ese modo lo hizo quedarse sin tiempo –cada uno tenía un total de seis minutos para cada tema– para cuestionar a Massa o para presentar sus propias ideas en sus propios términos.

En el bloque sobre Derechos Humanos, curiosamente, Massa no le preguntó a Milei acerca de su posición respecto a la dictadura de 1976-1983: en ocasiones anteriores el candidato libertario había dicho que la represión de esa época consistió en excesos, y no habló de terrorismo de Estado, ni de un plan sistemático, algo que está confirmado por la Justicia; también había negado la cifra de 30 mil detenidos desaparecidos. Estos temas no fueron abordados por Massa.

El gran logro de Milei fue no perder los cabales ni mostrarse especialmente agresivo, que es un aspecto de su personalidad por el que ha sido criticado. En cualquier caso, en general Massa dominó el debate en los términos en que ese tipo de intercambios están planteados; que eso haya influido o no sobre las preferencias de los electores es un asunto aparte.

En principio, según un trabajo de Pulsar.UBA, un observatorio de la Universidad de Buenos Aires especializado en el estudio de la opinión pública, que midió, utilizando grupos focales, el impacto del debate en los votantes indecisos –el público fundamental al que buscaban seducir los candidatos– Massa apareció "preparado pero impostado" y Milei "auténtico pero infantil y agresivo".

Tras el debate, la campaña de ambos continúa hasta la veda que comienza el viernes 17 de noviembre por la mañana, intentando capturar los votos de este sector y no perder los conseguidos hasta ahora.

Milei realizó un acto en la ciudad de Rosario, ciudad de la provincia de Santa Fe, el martes, en la Ciudad de Buenos Aires el miércoles, y cierra la campaña este jueves en Córdoba, provincia en la que tiene más de un 8% del total de electores, la que más aporta luego de la de Buenos Aires (tiene más del 37%), y por la que también pasó Massa antes del debate, buscando apoyos en un distrito tradicionalmente refractario al peronismo.

Massa no realizó convocatorias públicas de grandes multitudes, sino que buscó espacios controlados, desde donde dar sus mensajes de campaña: hubo algunos pequeños actos con militancia en diferentes puntos del país, a los que sumó eventos cerrados o temáticos, como un acto junto a fuerzas de seguridad o un encuentro de académicos y ONGs sobre el compromiso con la transparencia y la democracia.

En cualquier caso, el momento de traccionar los votos ya está llegando a su fin y toda la atención empieza a estar puesta en lo que ocurra después de las 21:00, hora de Argentina, del domingo, cuando se espera que empiecen a conocerse los resultados del escrutinio provisorio del balotaje.

Pero eso, que es el final de una extenuante carrera, marcará el comienzo de una maratón, los cuatro años del gobierno de quien sea electo, y de una maratón que arrancará con un sprint hasta el pase de mando del 10 de diciembre, y de los primeros días de gestión de quien asuma ese día, que serán clave.

El primer hito será el del martes 21 de noviembre, cuando abran los mercados (el lunes 20 es feriado), y se conozca cómo reaccionan a la decisión del electorado. De ser Massa, es posible que, teniendo en cuenta la reacción post primera vuelta, en que hubo relativa calma, se mantenga esa tendencia, además de que el ministro de Economía estará en condiciones de comenzar a implementar por adelantado medidas que considere esenciales para su mandato.

Si es Milei, el hecho de que su propuesta de dolarización –aunque sin plazos claros– sigue vigente podría llevar a un aumento de la demanda de esa moneda y, también, ante la incertidumbre de una transición hacia una experiencia política sin antecedentes claros, a actitudes defensivas por parte de los actores económicos.

Pero hay algo más: con las encuestas que dan un resultado muy parejo, sin un claro ganador, no queda descartada la posibilidad de que la diferencia que haya entre los candidatos en los resultados del domingo, que –como señalamos– son provisorios, sea tan pequeña, que haga falta esperar al escrutinio definitivo para saber a ciencia cierta quién ganó la elección. El escrutinio definitivo comienza 48 horas después de finalizados los comicios y puede demorar algunos días.

A su vez, si el escrutinio definitivo vuelve a arrojar un margen muy pequeño, es posible que el candidato que pierda cuestione los resultados. De hecho, desde LLA han estado agitando el fantasma de posibles maniobras de fraude electoral.

Faltante de boletas de La Libertad Avanza y denuncia contra Gendarmería

En la semana previa a la segunda vuelta, la Justicia Electoral de la Ciudad de Buenos Aires y la de la provincia de Buenos Aires advirtieron que la fuerza de Milei no entregó la cantidad suficiente de boletas para ser distribuidas en los centros de votación. Desde LLA dijeron que se trató de una decisión intencional, que sus fiscales las llevarán directamente el día de la elección, para evitar que sean robadas o destruidas.

Por otro lado, los apoderados de la LLA realizaron una presentación ante la Justicia Electoral, donde denuncian una supuesta maniobra que, según lo que dicen, habría ocurrido en algunas mesas electorales en la primera vuelta del 22 de octubre, en la que efectivos de Gendarmería Nacional cambiaron el contenido de urnas y documentación para favorecer a Sergio Massa. Y que lo hicieron "a cambio de alguna contraprestación por parte de los instigadores del delito a quienes realicen esas prácticas".

En el escrito que presentaron solicitaron a la Justicia Electoral "medidas tendientes a evitar su reiteración y a garantizar la máxima legalidad, transparencia y certeza en las elecciones que tendrán lugar el próximo 19 de noviembre".

El ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, bajo cuya órbita se encuentra Gendarmería, dijo que denunciará a LLA por las acusaciones contra esa fuerza. Y aseguró que "es imposible" que suceda lo que plantea la LLA.

Consultado por France 24 en Español, Facundo Cruz, politólogo, integrante del Centro de Investigación para la Calidad Democrática y autor del newsletter especializado en procesos electorales 'La Gente Vota', desestimó los fundamentos de la denuncia. Cruz dijo que sus argumentos son incorrectos, porque la Gendarmería no es responsable del traslado de las urnas, sino que simplemente las custodian. "Los responsables del traslado de las urnas son los 13 mil operarios del Correo Argentino que están desplegados en todo el país", explicó.

Esta denuncia es un paso más, agregó, en un proceso que LLA comenzó hace semanas, enfocado "en plantear dudas sobre la legitimidad y transparencia del proceso electoral en Argentina".

La inflación se desacelera en octubre, pero sigue siendo muy alta

La inflación continúa siendo muy alta en Argentina, aunque se desaceleró en octubre. El lunes, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) informó que la inflación de ese mes fue del 8,3% (en agosto y septiembre había sido de 12.4% y 12.7% respectivamente). Entre octubre de 2022 y el mismo mes de 2023 fue del 142.7%.

En alimentos y bebidas no alcohólicas, el rubro que más impacto tiene en la cifra global, fue de 7.7%, mientras que el tuvo la mayor variación fue el de comunicación, con 12.6%, por aumentos en telefonía y en servicios de Internet.

La inflación ha estado en el centro de las preocupaciones de los ciudadanos y ha tenido un lugar central en el marco de la campaña. Es un fenómeno que, por otra parte, continuará complicando la vida de los argentinos y las actividades de los mercados después de las elecciones y cuya resolución –o no– marcará el éxito o fracaso de la próxima gestión de gobierno.

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