Guerra Israel-Hamas
Guerra Israel-Hamás: ¿por qué aún no se ha llevado a cabo la anunciada operación terrestre en Gaza?
Hamás será “aplastado”, reafirmó el jefe de Gobierno israelí el 12 de octubre, durante la visita a Israel del secretario de Estado estadunidense, Antony Blinken, al elevar la amenaza a una inminente intervención militar terrestre en Gaza.ISRAE (France24) Aunque el Ejército israelí anunció el lunes que había llevado a cabo "incursiones terrestres limitadas" en la Franja de Gaza, hasta ahora no ha cumplido su amenaza de intervenir a gran escala el enclave palestino. ¿Deben considerarse unas maniobras preparatorias o el comienzo de un cambio de estrategia? France 24 lo analiza de cerca.
"Un ataque masivo contra Hamás, de una intensidad nunca vista". Dos días después de la mortífera ofensiva del 7 de octubre por parte del grupo islamista Hamás, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometió una respuesta implacable contra Hamás, cuyo ataque sorpresa causó la muerte de más de 1.400 personas en Israel y el secuestro de más de 200 personas.
Hamás será “aplastado”, reafirmó el jefe de Gobierno israelí el 12 de octubre, durante la visita a Israel del secretario de Estado estadunidense, Antony Blinken, al elevar la amenaza a una inminente intervención militar terrestre en Gaza.
Sin embargo, más de dos semanas después del ataque del grupo islamista palestino, esta entrada aún no se ha producido. De momento, el Ejército israelí se limita a "incursiones terrestres limitadas", al tiempo que intensifica sus ataques contra las que señala de "infraestructuras terroristas" en Gaza, donde más de 5.000 personas han muerto, entre ellos más de 2.000 niños, según el Ministerio de Sanidad local.
El dilema de los rehenes
El lunes 23 de octubre, el Ejército israelí anunció que había llevado a cabo operaciones militares sobre el terreno en Gaza. Un soldado israelí murió y otros tres resultaron heridos por disparos de misiles antitanques durante una de estas incursiones terrestres, según un comunicado.
"Durante la noche se llevaron a cabo incursiones con tanques y fuerzas de infantería", declaró en rueda de prensa el portavoz militar de Israel, Daniel Hagari, al describir las entradas que avanzaron "profundamente" en la Franja de Gaza.
Según el Ejército, el objetivo de estas incursiones era matar a militantes armados, pero también recabar información sobre los rehenes en poder de Hamás.
Tras amenazar con ejecutar a estos prisioneros en respuesta a los ataques israelíes y anunciar la muerte de varios de ellos durante los bombardeos, Hamás liberó el viernes 20 de octubre a dos rehenes estadounidenses —una mujer y su hija— por "motivos humanitarios", a través de Qatar. El lunes 23 de octubre por la noche, el grupo armado palestino anunció la liberación de otros dos rehenes, dos adultas mayores israelíes que permanecían retenidas en Gaza.
Al demostrar que las liberaciones son posibles, "Hamás está haciendo un chantaje odioso que restringe el campo de acción del Ejército israelí", señala Sofia Amara, cineasta y periodista especializada en Oriente Medio. Si Israel lanza su operación terrestre mientras se desarrollan las negociaciones, podría ser acusado de comprometer "la posibilidad de sacar con vida a los rehenes de la Franja de Gaza", añade.
Un alto funcionario israelí citado el lunes 23 de octubre por 'The New York Times' afirmó que unos cincuenta rehenes con doble nacionalidad podrían ser liberados pronto por Hamás, sin condiciones.
Incertidumbre estratégica
Oficialmente, Israel sigue preparando su ofensiva terrestre. Como en las anteriores incursiones del Ejército israelí en Gaza —en 2006, 2008 y 2014— esta está siendo precedida por una intensa campaña de ataques aéreos.
"Va a llevar un mes, dos meses, tres meses... y al final, no habrá más Hamás. Antes de que Hamás se enfrente a nuestros tanques e infantería, serán bombardeados por nuestra aviación", declaró el domingo 22 de octubre el ministro de Defensa, Yoav Gallant.
Algunos especialistas militares perciben, sin embargo, ciertas vacilaciones de la parte israelí. "Parece que les cuesta definir claramente su estrategia", afirma el francés Jean-Paul Paloméros, antiguo jefe del Comando Aliado de Transformación de la OTAN.
"Siguen bombardeando Gaza a gran escala de norte a sur, a pesar de que han pedido a la población que se desplace para evitar estos ataques. Al mismo tiempo, están tratando de reunir información de inteligencia a través de estas incursiones. Cabe preguntarse qué estrategia prevalecerá: una ocupación real o incursiones militares puntuales mucho más profundas", añade.
Según el diario israelí 'Yedioth Ahronoth', esta indefinición estratégica está relacionada con las fuertes diferencias entre el primer ministro y el mando del Ejército, que le considera responsable del fracaso de seguridad del 7 de octubre.
Evitar un escenario como el de Irak
Para Julie Norman, profesora e investigadora del University College de Londres, las vacilaciones estratégicas de Israel se deben también a la influencia de sus aliados, en particular Estados Unidos.
"Por un lado, están las negociaciones encaminadas a obtener la liberación de los rehenes, las destinadas a acelerar la entrega de ayuda humanitaria, pero también la iniciativa estadounidense de evitar una escalada regional", señala.
Aunque reconoce el derecho de Israel a responder con la fuerza al ataque de Hamás, el presidente Joe Biden ha subrayado repetidamente la importancia de proteger a los civiles. El 18 de octubre, desde Tel Aviv, pidió a Israel que no cometiera los mismos errores que los estadounidenses tras el 11-S.
"Estados Unidos se abstiene de presionar a Israel o juzgar su conducta", explica Norman. No obstante, Biden intenta hacer comprender al primer ministro Benjamin Netanyahu que la estrategia de Israel "debe incluir un plan para salir de la crisis".
Para la investigadora, Washington teme que Israel experimente en Gaza el mismo empantanamiento que Estados Unidos en Afganistán e Irak. "Aunque la operación militar israelí funcione, ¿qué ocurrirá después con Gaza? ¿Reocupará Israel el enclave? ¿Se producirá un vacío de poder? Hay que reflexionar sobre todas estas etapas para evitar que la situación se convierta en un callejón sin salida", concluye Norman.
Guerra de comunicación
Por último, el plan de aniquilar a Hamás mediante una intervención terrestre tropieza con otra dificultad crucial: la batalla de la opinión pública.
Israel, al igual que sus aliados, teme que la guerra empañe definitivamente su imagen y frene de forma irreversible el acercamiento iniciado con los países árabes mediante los acuerdos de Abraham en 2020.
Acusado por Hamás de haber provocado una masacre el 17 de octubre al bombardear el hospital Al-Ahli, en el centro de Gaza, el Ejército israelí reaccionó inmediatamente, incriminando al grupo armado palestino Yihad Islámica y publicando pruebas que apoyan su versión.
Expertos estadounidenses y europeos también se inclinan por la hipótesis de un ataque perpetrado desde la propia Gaza. Sin embargo, solo una investigación internacional independiente debería poder determinar el origen del bombardeo.
El lunes 23 de octubre, el Ejército invitó a la prensa internacional a ver un filme de 43 minutos del ataque del 7 de octubre. "Son imágenes espantosas que, por supuesto, no podemos difundir", explicó la corresponsal de France 24 en Jerusalén, Claire Duhamel, presente en la proyección.
"Es interesante constatar que Israel decidió difundir estas imágenes más de dos semanas después del suceso para recordar por qué lucha contra Hamás", señala. "Uno de los portavoces lo dejó muy claro: hay que ver estas imágenes para entender lo que está ocurriendo en Gaza en este momento".
El objetivo de esta declaración podría ser justificar los masivos ataques israelíes contra Gaza. Y, tal vez, preparar las mentes antes de la ofensiva terrestre anunciada por el Ejército israelí.