Guerra Israel-Hamas

“Genocidio” y “limpieza étnica” de Israel contra el pueblo palestino: embajador Saadat

“Hay dos cosas urgentes: que Israel cese el genocidio contra nuestro pueblo y que permita la entrada de ayuda humanitaria para buscar una solución definitiva al conflicto”, dice en entrevista con Proceso Mohamed Saadat, representante de la Delegación de Palestina en México.
jueves, 12 de octubre de 2023 · 05:21

 

Ciudad de México (Proceso).-- Desde la mañana de este miércoles 11, Mohamed Saadat, embajador de la Delegación de Palestina en México, ha tratado de llamar a sus familiares que se encuentran en Gaza, en vano: el “asedio completo” impuesto por el gobierno de Israel contra el enclave hace prácticamente imposible la comunicación, cuya población está privada de energía eléctrica y sometida a bombardeos masivos.

“Es un pueblo bajo ocupación y lo atacan con bombas; es una violación al derecho internacional: con todos los bombardeos no hay ningún lugar seguro en Gaza, destruyen aldeas completas”, denuncia el diplomático en entrevista con Proceso.

En el cuarto día de la guerra que el gobierno de Benjamin Netanyahu declaró al grupo islamista Hamás en respuesta al ataque perpetrado en Israel por miles de sus militantes el pasado sábado 7, en el que asesinaron a más de mil personas –la enorme mayoría de civiles, incluyendo niños--, la escalada de violencia continúa, a pesar de los exhortos de la comunidad internacional a que los beligerantes respeten las leyes de guerra.

En este contexto, existe una batalla por la narrativa del conflicto, en la que cada bando denuncia los crímenes de guerra del adversario. Así, ante las condenas internacionales contra el ataque “terrorista” de Hamás, Saadat revira que el gobierno israelí y los colonos son los que están llevando a cabo un “genocidio” y una “limpieza étnica” contra el pueblo palestino, al que “masacran” en “acciones terroristas”, en Gaza y en los territorios ocupados.

 

Bombardeos en Gaza. Víctimas civiles. Foto: AP/ Fátima Shbaí

--Ambos lados se acusan de terrorismo, se le comenta.

--Por esto hay que ir al fondo del conflicto y dejar las palabras. ¿Por qué vamos a seguir con este baño de sangre? Esta es la pregunta. ¿Cómo salir de esto? Hay dos cosas urgentes: que Israel cese el genocidio contra nuestro pueblo y que permita la entrada de ayuda humanitaria, para buscar una solución definitiva al conflicto”, responde.     

Sin embargo, advierte que “no hay paz sin justicia”, y acusa a la comunidad internacional y algunos medios de comunicación de actuar con “doble rasero” en torno a Palestina, pues se quedan mudos ante el desacato de Israel a las resoluciones de las Naciones Unidas y al Consejo de Seguridad y sólo condenan la reacción de los palestinos. “Nosotros estamos pagando un costo grande por esta doble moral”, deplora.

Insiste en el “contexto histórico” de este conflicto de más de 75 años, y acusa que Israel “ha violado continuamente las resoluciones de las Naciones Unidas y el derecho internacional”, y que “hace varios años que no quiere hablar de la paz”.

“En lugar de aplicar las resoluciones de las Naciones Unidas, Israel sigue su proceso de expansión y de apropiación de la tierra de nuestro pueblo (…) va siempre al camino de la guerra”, sostiene.

Consejo de Seguridad. Resoluciones ignoradas. Foto: ONU.org

“Las únicas opciones que tenemos es salir de Palestina o morirnos allá. Todo esto lleva a que la gente no ve esperanza. Es una acción de presión sobre nuestro pueblo, y genera reacción. Esto es lo que está pasando”, asevera Saadat.

El diplomático rechaza el discurso del gobierno de Israel, según la cual el ataque contra Gaza es solamente una respuesta al ataque de Hamás, y señala que “la comunidad internacional no quiere entender la reacción de nuestro pueblo a tanta presión, pero está dispuesta a entender y justificar la reacción de Israel y a apoyarlo”.

En este contexto, Saadat celebra la “posición equilibrada” asumida por el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien se ha negado en condenar el ataque de Hamás como “terrorista” –como se lo ha pedido el gobierno de Israel y un sector de la sociedad--, y ha adoptado una postura neutral respecto el conflicto, llamando a una solución pacífica con base en las resoluciones de las Naciones Unidas, con un Estado palestino independiente.

“México tiene una visión objetiva de lo que está pasando y sabe que mientras no hay justicia no se puede resolver este conflicto, y el presidente lo dijo”, planteó el diplomático, quien calificó de “chantaje” el comunicado de la embajada de Israel en México, que reclamó a López Obrador por su postura neutral y la equiparó con un apoyo al terrorismo.

AMLO. "Posición equilibrada". Foto: Octavio Gómez 

A la pregunta sobre la relación entre Mahmud Abás, el presidente de la Autoridad Palestina –el gobierno administrativo de Palestina, que lo nombró como embajador en México-- y el grupo armado Hamás, Saadat revira que no quiere “hacer esta división”. Para eludir el tema, espinoso para Abás y sus simpatizantes, el diplomático insiste en que “es un grave error discutir el conflicto entre Al Fatah (la organización política de Abás) y Hamás, porque esto es una guerra de exterminio contra nuestro pueblo”.

A diferencia de Al Fatah, Hamás es considerado como una organización terrorista por varios países, en su mayoría occidentales. Basado en un programa religioso fundamentalista que rechaza la existencia de Israel como Estado, y dotado de un brazo armado mucho más bélico que Al Fatah –responsable entre otros de ataques suicidas--, Hamás desplazó al grupo de Abás en Gaza tras su triunfo en las elecciones legislativas de 2006; en reacción, el gobierno israelí impuso un bloqueo contra el enclave, impidiendo la salida de sus 2.5 millones de habitantes y la entrada de múltiples bienes, y convirtiendo la franja en una “prisión a cielo abierto”, según Human Rights Watch.

En la sala donde recibe a Proceso, en la mañana de este miércoles 11, Saadat lee una hoja con los datos más reciente de víctimas palestinas de los bombardeos contra Gaza: mil 55 muertos, incluyendo a 270 niños, 170 mujeres y siete periodistas; 6 mil heridos; 260 mil desplazados y 23 mil viviendas destruidas en los bombardeos. A estos se suma el bloqueo de la entrada de agua, gas, electricidad, medicina y comida, impuesto por el gobierno de Israel en su campaña militar contra Gaza, con el objetivo anunciado de asesinar a los militantes de Hamás.

Denuncia que la visión del gobierno de Israel se refleja en las “masacres, el desplazamiento y la apropiación de nuestra tierra”, con el objetivo último de expulsar a los palestinos. Para ilustrar su argumento, el diplomático recalca que, durante su discurso en la Asamblea General de la ONU, el pasado 22 de septiembre, Benjamín Netanyahu presentó un mapa del “nuevo Oriente Medio” en el que Israel aparece como un territorio completo y no queda rastros de Palestina.

A la pregunta sobre si el gobierno de Palestina tiene interlocutores en Israel para retomar el camino hacia la paz, específicamente en los sectores de izquierda, el diplomático señala que “ayer la oposición se incorporó en un gobierno de unidad, y esto parece dar indicios de que esta guerra va a seguir”.

Netanyahu. Gobierno de unidad. Foto: Ronen Zvulun/ Pool AP

Tras el ataque, Netanyahu –quien encabeza un gobierno en coalición con la ultraderecha israelí-- convocó a un gobierno de unidad, el cual quedó plasmado este miércoles 11 en un acuerdo celebrado con Benny Gantz, uno de los principales líderes de la oposición. Este “gobierno de emergencia” solo administrará las acciones bélicas, y no emitirá ninguna propuesta de ley o decisión de gobierno ajena a los operativos militares.

Saadat asevera que el apoyo militar y diplomático del gobierno de Estados Unidos a Israel, y el anuncio de países de la Unión Europea de que revisarán sus programas de apoyo a Palestina equivalen a dar “luz verde para seguir matándonos a nosotros”, pues asevera que, más de ser un país amenazado, Israel es una “potencia militar muy fuerte”. Dicho lo anterior, considera que la presión internacional es la única manera de llegar a un cese-el-fuego en las condiciones actuales.

 

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