LONDRES.— Este lunes culminaron los diez días de luto nacional por los actos del funeral de Estado de la reina Isabel II, y que fueron vistos por cientos de miles de personas en las calles atestadas de Londres y millones de personas en el mundo.

Entre las impresionantes cifras tras la muerte de la monarca de 96 años y un reinado de 70 años fallecida el 8 de septiembre último en su residencia de verano en Escocia, se destaca que dos mil dignatarios e invitados acudieron a la Abadía de Westminster para el funeral de Estado, incluyendo al rey Carlos III y otros miembros de la familia real, así como líderes mundiales, como el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y trabajadores británicos que ayudaron a combatir la pandemia de covid-19.

Además, unas 800 personas fueron invitadas a una misa funeraria en la Capilla de San Jorge en el Castillo de Windsor; y cinco mil 949 miembros del ejército fueron designados para la operación minuciosamente planeada, que comenzó desde la muerte de la reina en su residencia en Balmoral en las Tierras Altas de Escocia. Esa cifra incluye a cuatro mil 416 miembros del ejército, 847 de la armada y 686 de las fuerzas aéreas. Por si fuera poco, unos 175 miembros de las fuerzas armadas de la Mancomunidad de Naciones han participado en las operaciones.

Al menos mil 650 militares estarían involucrados en el cortejo fúnebre con el ataúd de la reina, desde la Abadía de Westminster rumbo al Arco de Wellington tras su funeral; otros mil estarían en las calles durante la ruta de su procesión cuando el féretro llegue a Windsor, 410 militares participarían en el cortejo, 480 montarían guardia en las calles y 150 formarían parte de la guardia de honor y 130 más realizarán otras funciones ceremoniales.

Un grupo de 142 marinos de la Armada Real tiraron del carruaje de armas donde se colocó el ataúd de la reina el lunes, cuando salió del Parlamento para su funeral.

El subcomisionado de la Policía Metropolitana, Stuart Cundy, dijo que la "enormemente compleja" operación de seguridad, en la cual participaron al menos diez mil uniformados, es la mayor en la historia de la corporación de Londres, superando los Juegos Olímpicos de 2012 en la que hubo hasta diez mil oficiales en servicio por día.

Función estelar

Un dato más: 262 años pasaron desde que se realizó el último funeral para un monarca británico en la Abadía de Westminster. El funeral del rey Jorge II se realizó en la abadía en 1760. Para el funeral de la reina Isabel II se instalaron 36 kilómetros de barricadas en el centro de Londres, para controlar a las multitudes y mantener seguras zonas clave alrededor de las Cámaras del Parlamento, la Abadía de Westminster y el Palacio de Buckingham.

Un millón de personas esperaban las autoridades de transporte de Londres para este lunes. Unos 250 servicios de tren extra se proporcionaron dentro y fuera de la capital.

La famosa fila de personas que esperaban ver el féretro de la reina y que acudieron a la Abadía de Westminster para expresar sus respetos se extendió por ocho kilómetros. La enorme fila iba de la parte trasera de las Cámaras del Parlamento sobre el margen sur del río Támesis hacia el Parque Southwark. Todavía no se ha revelado la cantidad de personas que vieron el ataúd de la reina a lo largo de cuatro días.

Para quienes no pudieron acudir a la abadía, 125 cines transmitieron el funeral de la reina en vivo.

Además, la extraordinaria Corona de Estado Imperial que fue colocada sobre el féretro de la monarca brilla por sus dos mil 868 Diamantes, 17 zafiros, 11 esmeraldas, 269 perlas y cuatro rubís.