España
Influencer busca comer gratis a cambio de una reseña... y las críticas se las lleva el restaurante
El youtuber Borja Escalona amagó con cobrar por una transmisión que realizó para promocionar el establecimiento. Terminó pagando y pidió a sus seguidores que no pusieran malas reseñas del local en Google. Este fue el resultadoCIUDAD DE MÉXICO (apro). – El youtuber e influencer Borja Escalona hacía una transmisión en vivo mientras recorría las calles de Vigo, en Pontevedra, Galicia, cuando se le antojó comer en el reconocido restaurante A tapa do barril, pero se molestó cuando le quisieron cobrar la cuenta, ya que iba a pagar con publicidad.
Pero quién se llevó la mayoría de los comentarios de odio no fue este sujeto que quería comer gratis, a cambio de promocionar el lugar, sino el propio restaurante con diferentes comentarios en las reseñas de Google.
Escalona, ya en el sitio, decidió comer unas empanadillas y cuando terminó quiso irse sin pagar, pero una empleada le pidió pagar los 3 euros que costaban. Indignado, dijo que solo estaba promocionando el establecimiento, como lo hacía en otros lugares.
“Espera porque estamos en un problema, porque entonces tengo que cobrarte yo esta promoción que acabamos de hacer”, comentó el influencer.
La mesera siguió en su postura y le dijo que la promoción debió verla con los dueños del lugar.
El youtuber le mencionó que su actitud le saldría más cara, pues el restaurante tendría que pagarle por la publicidad que hizo.
“Te va a salir un pelín más caro. Les va a llegar una factura de la promoción que acabo de hacer, que son 2 mil 500 euros”, le dijo.
Escalona terminó pagando, no quiso recibir dinero a cambio y pidió a sus seguidores que no hicieran una mala reseña del lugar en Google, lo que causó el efecto contrario, pues muchos criticaron al lugar.
El restaurante respondió que ellos cobran por su servicio y no era nada malo.
“Cobrar por nuestro trabajo ha supuesto decenas de puntuaciones negativas en nuestro perfil de Google (personas que nunca han comido ni una de nuestras empanadillas) y llamadas a nuestro negocio insultando a nuestro equipo”, indicó la cuenta oficial del restaurante en Instagram.
El influencer también ha recibido mensajes de odio y que incluso fue echado de un bar al que asistió con su esposa por el propio gerente, quien le dijo que no quería indeseables y que las reseñas que hiciera del lugar podían metérselas por el culo.
“He tenido que cerrar redes sociales. Me he tenido que quitar Twitter. No he podido salir de mi casa. No me han dejado ir al gimnasio, me han devuelto el dinero de la cuenta mensual del gimnasio”, dijo a punto del llanto.
Consideró que España tiene un problema muy grave y es que lo único que los une es el odio hacia algo o hacia alguien y en este caso se ha focalizado todo en él y tiene la sensación de que es un poco desproporcionado el odio, las amenazas y la cantidad de bullying que ha estado recibiendo.
En otro video esta llorando por el “hate” que ha recibido desde el episodio con las chicas del restaurante y pidió perdón si a cualquiera de la gente que lo ve le ha ofendido el contenido de sus videos, pero segundos después demostró que estaba fingiendo porque, dijo, “en verdad os tengo a todos bailando para mí”.