GINEBRA (apro).– Ucrania y Rusia firmaron en la ciudad turca de Estambul un acuerdo “sin precedentes” que permite la exportación de grano ucraniano a través del Mar Negro, después de meses de negociaciones con la mediación de Turquía y las Naciones Unidas (ONU).

El acuerdo “sin precedentes” tiene como objetivo reanudar las exportaciones de cereales desde los puertos ucranianos, que han sido bloqueados por el conflicto entre Rusia y Ucrania desde hace cinco meses.

Se calcula que 20 millones de toneladas de grano están retenidos en Ucrania, explicó a Proceso un funcionario de la ONU cercano a las negociaciones.

El acuerdo incluirá tres puertos ucranianos, entre los que destaca el de Odesa, implicará un Centro de Coordinación Conjunta (JCC, por sus siglas en inglés) establecido en Estambul, que incluye a funcionarios de Ucrania, Turquía, Rusia y la ONU, con el objetivo de garantizar corredores seguros acordados para la navegación mercante.

Asimismo, gracias al acuerdo auspiciado por la ONU se podrán exportar 5 millones de toneladas de cereales al mes desde los tres puertos ucranianos, explicó.

Como parte del acuerdo, los barcos de granos podrán navegar a través de un corredor seguro en el Mar Negro y luego atravesar el Bósforo para llegar a los mercados globales.

Los buques serían inspeccionados antes de que lleguen a Ucrania por funcionarios rusos, ucranianos, turcos y de la ONU, para asegurarse de que no lleven armas, detalló.

Ucrania y Rusia acordaron no atacar ningún barco identificado como parte de esta iniciativa que transite por los canales establecidos. En caso de incidente, el JCC intervendrá para resolver cualquier posible problema, dijo el funcionario.

No obstante, el proceso debe comenzar rápidamente para que los silos de Ucrania puedan vaciarse para la nueva cosecha, advirtió.

"Hay un faro de esperanza"

El acuerdo permitirá la reanudación de las exportaciones de granos vitales desde los puertos ucranianos del Mar Negro, un gran avance diplomático destinado a aliviar la crisis alimentaria mundial provocada por la guerra, dijo el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, en la firma del tratado.

"Hoy hay un faro en el Mar Negro. Un faro de esperanza, un faro de posibilidad, un faro de alivio en un mundo que lo necesita más que nunca", dijo Guterres.

“Promover el bienestar de la humanidad ha sido el motor de estas conversaciones”, remarcó. "La pregunta no ha sido qué es bueno para un lado o para el otro. La atención se ha centrado en lo que más importa para la gente de nuestro mundo. Y que no quede ninguna duda: este es un acuerdo para el mundo".

Según la ONU, 60 millones de personas están al borde de la hambruna por la escasez de granos y 94 países se han visto afectados por el desabasto de cereales y fertilizantes.

Guterres dijo que el acuerdo brindará alivio a los países en desarrollo y ayudará a estabilizar los precios mundiales de los alimentos, "que ya estaban en niveles récord incluso antes de la guerra, una verdadera pesadilla para los países en desarrollo".

El acuerdo, admitió Guterres, "no fue fácil" y "ha sido un largo camino" desde que se reunió por primera vez con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, para proponer un plan de soluciones en abril.

Guterres instó a "todas las partes a no escatimar esfuerzos para implementar sus compromisos" y remarcó que "no debemos escatimar esfuerzos por la paz".

"Este es un acuerdo sin precedentes entre dos partes involucradas en un conflicto sangriento. Pero ese conflicto continúa. La gente muere todos los días. La lucha es intensa todos los días", lamentó.

"El faro de esperanza en el Mar Negro brilla hoy, gracias a los esfuerzos colectivos de tantos. En estos tiempos difíciles y turbulentos para la región y nuestro mundo, dejemos que ese faro guíe el camino para aliviar el sufrimiento humano y asegurar paz”, remató el jefe de la ONU.