CIUDAD DE MÉXICO (apro). –El miércoles se produjo en Afganistán un sismo de 5.9 grados con epicentro en la ciudad de Jost, provocando la muerte de al menos mil personas y mil 500 heridos; debido a las sanciones impuestas por el conflicto entre el Talibán y el gobierno de Estados Unidos la ayuda internacional se ha visto restringida por lo que existe el riesgo de que la crisis humanitaria existente se agrave en el país.

Aunque el gobierno de El Talibán solicitó la ayuda internacional para “hacer frente a esta gran tragedia", reclamó que las sanciones impuestas por Estados Unidos limitan seriamente la efectividad de la ayuda.

“En un país donde las organizaciones humanitarias ni siquiera podemos hacer transferencias bancarias normales, ya que el sistema bancario está paralizado. El régimen que tomó el poder está sometido a fuertes sanciones, esto hace que sea mucho más difícil y mucho más costoso ayudar”, aseguró Jan Egeland, Secretario general del Consejo Noruego para los Refugiados.

Egeland reveló que pese a las dificultades, su equipo de trabajo se encuentra ya en la zona para atender a las comunidades afectadas.

Las sanciones estadunidenses

La política exterior de Estados Unidos se ha enfocado en los últimos años en mayores sanciones económicas como su ruta de acción y Afganistán no ha sido la excepción. Pese a la retirada de las fuerzas militares estadunidenses, el gobierno de Joe Biden mantiene control en la zona mediante su intervención económica en contra del país.

“La sanción más destructiva a la que se enfrenta actualmente Afganistán es la confiscación de más de 7 mil millones de dólares de los activos del país que están depositados en la Reserva Federal de Estados Unidos. Esto equivale a cerca del 40% de la economía afgana”, señaló Mark Weisbrot, codirector del Centro de Investigación Económica y Política en Washington. 

“Este castigo colectivo es terriblemente erróneo e inmoral. El gobierno de Biden puede eliminar de un plumazo el factor que más contribuye a ello. Debería hacerlo inmediatamente, antes de que sea demasiado tarde”, reclamó Mark Weisbrot sobre las sanciones estadounidenses en Afganistán.

Weisbrot afirma que el próximo año habrá más muertes causadas por la crisis humanitaria debido a las sanciones, que las que se registraron durante más de dos décadas de conflicto militar en la región. El gobierno estadunidense justifica las sanciones bajo el argumento de limitar la fuerza de El Talibán, sin embargo, el economista duda de la efectividad y de la moralidad de la estrategia.

“No es probable que los gobiernos occidentales, encabezados por Estados Unidos como durante 20 años de guerra, obtengan ninguna concesión de los talibanes destruyendo la economía afgana. Pero un enorme precio será pagado por millones de personas inocentes, muchas de las cuales morirán, ya que los alimentos, la atención sanitaria, el empleo y los ingresos son cada vez más escasos”, recalcó.

“Este castigo colectivo es terriblemente erróneo e inmoral. El gobierno de Biden puede eliminar de un plumazo el factor que más contribuye a ello. Debería hacerlo inmediatamente, antes de que sea demasiado tarde”, remató Weisbrot.