MADRID (EUROPA PRESS).- James Mault, veterano del Ejército de Estados Unidos, se declaró culpable de agredir a varios policías durante el asalto al Capitolio, en Washington, el pasado 6 de enero de 2021, en el que una turba irrumpió en el lugar para detener la confirmación del resultado electoral de las elecciones de noviembre en las que salió vencedor Joe Biden.

Mault, que fue grabado por las cámaras de seguridad del edificio mientras rociaba con gas pimienta a varios de los sobrepasados agentes del Capitolio, acudió a declarar ante el FBI el 18 de enero de 2021, pocos días después del ataque.

Por ello fue despedido de su trabajo en Nueva York, aunque meses después logró ser readmitido en el Ejército, a pesar de que su cara aparecía en las listas del FBI de asaltantes del Capitolio.

Junto a Maut también se declaró culpable de agredir, impedir o resistirse a un agente que desempeña sus funciones oficiales, su compinche Cody Mattice. Ambos podrían enfrentarse a una sentencia máxima de hasta ocho años en una prisión federal, informa la cadena NBC.

Mault se une a más de 250 acusados que han reconocido su participación y se han declarado culpables por lo ocurrido aquel día en Washington, en el que una variopinta turba de alborotadores, algunos de ellos fuertemente armados, acudieron a la llamada del expresidente Donald Trump para detener la ratificación de los resultados de las presidenciales de dos meses antes.

Casi 800 personas han sido acusadas por su implicación en esta revuelta, entre ellas algunos reconocidos integrantes de peligrosas y fuertemente armadas milicias de extrema derecha, como Proud Boys y Oath Keepers, mientras que el comité especial de la Cámara de Representantes ha tomado declaración a decenas de colaboradores del expresidente Donald Trump.

El FBI señaló que hay detenidos de casi cada uno de los cincuenta estados que conforman el país. La principal acusación que han presentado los fiscales es la de ingresar de manera ilegal en un lugar restringido, unos 640; mientras que el resto de los cargos más recurrentes son por agresión o resistencia a la autoridad.