BRUSELAS (EUROPA PRESS).- Los Veintisiete dieron este jueves luz verde al acuerdo negociado por Bruselas con Moldavia para enviar agentes de la Agencia europea de control de fronteras (Frontex) a la frontera de este país con Ucrania, con el objetivo de dar apoyo en el control de la llegada de los refugiados que huyen de la invasión rusa y garantizar la vigilancia de una zona que linda con un territorio en guerra.

La comisaria de Interior, Ylva Johansson, ya adelantó la víspera en una comparecencia europarlamentaria que sus servicios habían negociado "en solo una semana" las disposiciones de un tipo de acuerdo que generalmente lleva a la UE unos seis meses cerrar con países terceros.

Desde el inicio de la guerra hace tres semanas, al menos tres millones de personas han abandonado Ucrania en dirección a los países de la UE, en su mayoría a través de Polonia, pero unos 300 mil han huido a través de Moldavia, país en donde continúan al menos la mitad de ellos y que no deja de recibir más desplazados.

En virtud de lo acordado, Frontex podrá desplegar a sus agentes en la frontera moldava para asistir a las autoridades en la gestión de los flujos migratorios, por ejemplo, con equipos para reforzar el registro y verificación de las personas que llegan a la frontera.

El control de esta frontera no solo preocupa a la UE por la vertiente migratoria y la necesidad de atender a los miles de personas que llegan de golpe, sino también las garantías de seguridad de quienes cruzan desde una zona en situación de guerra.

Además, los agentes podrán ayudar en la recogida e intercambio de información, así como dar apoyo en los traslados de refugiados a países de la Unión Europea que Bruselas trata de coordinar y para cuya acogida, a través de la "plataforma solidaria", varios países, entre ellos España, se han ofrecido a acoger a algunos de estos refugiados.

Una vez que el Parlamento Europeo dé también su dictamen favorable al pacto, Johansson rubricará el acuerdo con el objetivo de que los efectivos de la agencia europea viajen a la zona lo antes posible, según dijo la propia comisaria ante los eurodiputados, aunque no dio detalles del calendario ni de la capacidad del despliegue.