MADRID (EUROPA PRESS) - Salah Abdeslam, considerado el único superviviente del comando que asesinó a 130 personas en París el 13 de noviembre de 2015, alegó ante el juez que no mató ni hirió a nadie ni supone "un peligro para la sociedad", si bien justificó la violencia emprendida por el grupo Estado Islámico.

"No maté a nadie. No herí a nadie", alegó en su comparecencia de este miércoles, una de las más esperadas dentro del juicio que arrancó en septiembre en París y que ha permitido revivir el mayor atentado yihadista perpetrado en suelo europeo.

Abdeslam se presentó como víctima de "calumnias" e incluso no dudó en considerar "extremadamente severas" las penas dictadas en Francia por terrorismo. En este sentido, dijo que la Justicia quiere hacer de él un "ejemplo" para enviar un "mensaje" a otras personas susceptibles de radicalizarse.

En su caso, su radicalización habría llegado con el viaje de su hermano a Siria, en el que, según Abdeslam, no hubo ningún encuentro con Abdelhamid Abaaoud, considerado el “cerebro” de los atentados de París y abatido por la Policía cinco días después del ataque.

Salah Abdeslam también restó importancia a un viaje de dos días a Grecia donde él mismo se habría reunido con su amigo Abaaoud. "Para usted, todo está relacionado con Estado Islámico, pero hay también una vida social", declaró ante el juez, según la cadena BFM TV.

Justifica al Estado Islámico

En el arranque del juicio en septiembre, el propio Abdeslam se proclamó en la sala "combatiente de Estado Islámico" y parte del interrogatorio de este miércoles versó en torno a la relación de Abdeslam con dicha organización, por ejemplo, para comprobar si justifica sus acciones. Para el acusado, todo "depende de lo que se hable".

Recordó que también en Francia llegó a estar vigente la pena de muerte y enmarcó las acciones de Estado Islámico dentro de una guerra más amplia. Según Abdselam, los ataques en Francia --"me gustaría decir operaciones militares", subrayó--, no tenían como objetivo "izar la bandera negra sobre Francia", sino poner fin a los bombardeos de la coalición internacional en Siria.

Así, explicó que su acercamiento a las doctrinas de Estado Islámico "no fue religioso" en un principio, sino porque se sentía "culpable" por el sufrimiento del pueblo sirio y quería intervenir de alguna forma. "Veía a esta gente sufrir y yo mientras disfrutaba de la vida", relató.

Un total de 20 personas figuran como acusadas en esta macrocausa, entre ellas tres juzgadas 'in absentia'. Cerca de mil 800 personas se han constituido como parte civil y la sentencia no se espera hasta el mes de mayo.