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FBI pidió a Google datos de ubicación de usuarios tras ataque a sede policial por Black Lives Matter

Durante la marcha en Seattle, y según pudieron captar las cámaras, dos hombres intentaron incendiar la parte trasera de la sede del SPOG lanzando cócteles Molotov.
lunes, 7 de febrero de 2022 · 10:17

MADRID. (Portaltic/EP) -El FBI ordenó a Google los datos de la ubicación de los usuarios estadounidenses con dispositivos Android tras un ataque a la sede policial del Sindicato de Oficiales de Policía de Seattle (SPOG) durante una protesta convocada por el movimiento 'Black Lives Matter'.

La agencia de investigación criminal estadounidense habría emitido una orden de geovalla para tener acceso a un perímetro virtual del área geográfica en la que se encontraba la sede policial, con el fin de obtener más información sobre las personas que se encontraban en el lugar en el momento del ataque.

Los hechos tuvieron lugar el 24 de agosto de 2020, día en que el movimiento 'Black Lives Matter' convocó una manifestación en apoyo a Jacob Blake, un hombre afroamericano que fue tiroteado por un oficial de policía de Kenosha, Wisconsin.

Durante la marcha en Seattle, y según pudieron captar las cámaras, dos hombres intentaron incendiar la parte trasera de la sede del SPOG lanzando cócteles Molotov. El edificio no sufrió daños graves y a raíz del ataque, la policía de Seattle publicó una recompensa de mil dólares por cualquier tipo de información válida para esclarecer el caso.

A esa petición se unió el FBI, que poco después ofreció hasta 20 mil dólares por datos que ayudasen a identificar a las personas involucradas en dicho intento de incendio. Sin embargo, según documentos internos a los que ha tenido acceso The Verge, este órgano optó en primera instancia por la técnica de geocerca.

Las geocercas -también conocidas como geovallas- son una herramienta con las que se pueden crear límites virtuales alrededor de un área utilizando un GPS. Cada vez que un 'smartphone' u otro dispositivo entra o sale de ese perímetro, el programa alerta de dicho movimiento.

Debido a que mediante este método se pueden rastrear los movimientos y tener acceso a información confidencial, es una técnica denostada por parte de los usuarios, ya que pone en peligro su privacidad.

La orden emitida por el FBI el 7 de octubre de 2020 y dirigida a Google demuestra que este órgano solicita datos como el historial de ubicaciones de las personas, así como información de las cuentas de Google asociadas a los dispositivos móviles.

Como se incluye en este documento, el historial de ubicaciones se puede obtener de información como los datos de GPS, redes WiFi visibles y señales de Bluetooth transmitidas desde distintos dispositivos. Gracias a esos datos se puede conocer quién estuvo en la zona correspondiente al ataque el 24 de agosto de 2020, entre las 22 y las 23:15 horas.

Los registros judiciales demuestran que Google cumplió con la orden, ya que fue ejecutada al día siguiente. Entonces, entregó al FBI una lista anónima de dispositivos que estuvieron presentes en el área delimitada ese día y en ese tramo horario.

Conviene recordar que, en el caso de que los investigadores hallen posibles sospechosos en el lugar de los hechos, el FBI podría solicitar a Google mayor información acerca de estos usuarios de dispositivos con sistema operativo Android.

No obstante, el hecho de que el FBI optara por la vía de la recompensa para conocer información de los hechos por parte de posibles testigos en abril de 2021 podría indicar que los esfuerzos centrados en las geovallas no habrían sido suficientes.

"Al igual que con todas las solicitudes de aplicación de la ley, contamos con un proceso riguroso diseñado para proteger la privacidad de nuestros usuarios, mientras apoyamos la aplicación legislativa", ha informado un portavoz de Google a The Verge.

Las órdenes de geovalla se han convertido en una herramienta recurrente, ya que se han disparado en los últimos años. Según un informe de transparencia publicado por Google, la compañía ha recibido una avalancha de solicitudes de este tipo desde 2016 en Estados Unidos.

El crecimiento ha sido tal que en los 50 estados que conforman el país, las órdenes aumentaron de 941 en 2018 a 11 mil 33 en 2020, como se recoge en el informe de transparencia de Google. Para mediados de 2021 ya representaban más del 25% de todas las peticiones que reciben de las fuerzas del orden.

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