CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Como parte de la “Operación Anonymous”, la Policía de Uruguay detuvo a 11 integrantes de una banda de delincuentes que sustrajo lingotes de oro y millones de dólares, en cinco robos perpetrados en diferentes ciudades del país sudamericano.

La investigación comenzó en mayo pasado, cuando la Jefatura de Colonia identificó al autor de tres hurtos en casas de la localidad de Ombúes de Lavalle y estaba vinculado a otras personas con antecedentes penales que no eran de ahí, aseguró en conferencia de prensa, el pasado lunes 13, el jefe de Policía de Colonia, Jhonny Diego.

Después de cuatro meses y varios allanamientos, la policía detuvo a 11 involucrados en los robos, de los cuales 10 fueron condenados por delitos de asociación para delinquir, lavado de activos y hurtos. El onceavo fue imputado de manera formal y tiene medidas cautelares, indicó Subrayado.com.uy.

Las autoridades dijeron que se tardaron en encontrar a los ladrones, porque el equipo investigador se tuvo que trasladar a varios lados de manera permanente para saber quiénes eran todos los integrantes de la banda delictiva.

En el caso participaron las Jefaturas de Colonia, Paysandú, Durazno y Canelones, indicó Diego.

“Apoyaron justamente en esos seguimientos para poder llegar al día de los allanamientos que se efectuaron básicamente en la ciudad de Montevideo, en Durazno, en Paysandú y en Canelones. Fue así como se pudo establecer la detención e la mayoría de los autores de la organización e incautar todas las pruebas que eran las pertinentes para poder establecer los delitos que se cometieron”, añadió.

Durante la “Operación Anonymous” se recuperaron ocho autos de alta gama, una motocicleta, camionetas, un camión, armas de fuego, municiones de distintos calibres, mariguana, los lingotes y las monedas de oro robadas.

En el operativo también participaron la Fiscalía de Uruguay, la Policía del Interior y la Fuerza Aérea, reconoció el fiscal de la Corte, Jorge Díaz.

¿Cómo eran los robos?

En Paysandú, ubicado en el litoral oeste de Uruguay, los ladrones usaron tubos de oxígeno para romper el blindaje de una caja fuerte donde había 17 lingotes y mil monedas de oro, además de efectivo, valuado en 2.5 millones de dólares.

Para evitar ser localizados usaron más de 60 celulares que cambiaban de manera constante, lo que dificultó un poco la “Operación Anonymous”.

El modus operandi de la banda delictiva era elegir a las familias que vivían con cajas fuertes, obtener la información sobre esas personas y darles un seguimiento puntual hasta el momento de realizar el robo, señaló la fiscal de Carmelo, María Eugenia Rodríguez.

“Había una verdadera vigilancia por parte de estos rateros. La organización se movía de una forma muy organizada”, destacó Diego.