Cepal
Latinoamérica espera buen crecimiento económico, pero problemas de desigualdad persisten: Cepal
La secretaria Alicia Bárcena manifestó, que se deben observar las grandes brechas que evidenció la pandemia, la cual, dijo, magnificó las debilidades de los sistemas de salud y de protección social en la región, así como la urgencia de contar con bienes públicos globales y nacionales.CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena Ibarra, afirmó que América Latina y el Caribe viven una paradoja, pues, por un lado, se prevé un buen crecimiento para este año , pero, por el otro, seguimos con los persistentes problemas estructurales de desigualdad, pobreza, baja inversión y productividad.
Al participar en la sesión inaugural del 14º Diálogo Nacional por un México Social. Desarrollo y Sociedad tras la pandemia, organizado por el Programa Universitario de Estudios del Desarrollo (PUED) de la UNAM, la economista mexicana manifestó que se deben observar las grandes brechas que evidenció la pandemia, la cual, dijo, magnificó las debilidades de los sistemas de salud y de protección social en la región latinoamericana, así como la urgencia de contar con bienes públicos globales y nacionales, de poner atención a la infraestructura de la vida: salud, pensiones, vivienda, empleo, educación, entre otros.
Además, resaltó que entre los desafíos que hoy se enfrentan está la agudización de las asimetrías globales; la riqueza patrimonial y financiera que ha aumentado en los países desarrollados y en la región cayó casi 15%; el cambio climático, donde las naciones desarrolladas están invirtiendo millones de dólares en pactos verdes globales, pero en esta parte del mundo no se ha hecho evidente cuáles son los compromisos concretos y “sólo hay retórica”; al igual que el crecimiento no sostenible, con insuficiente inversión y empleo, y mayor deterioro ambiental.
Bárcena Ibarra expuso que la desigualdad, la pobreza y la informalidad aumentan, en tanto que los grupos más afectados son las mujeres, los jóvenes y los adultos mayores.
Al exponer “Las asimetrías se traducen en privilegios que niegan derechos”, la titular de la CEPAL se refirió a las vacunas contra el covid-19 y dijo que se pueden observar dos asimetrías de la región respecto al mundo, donde 69.6% de la población mayor de 18 años de edad fue vacunada en Estados Unidos; 74.1 en la Unión Europa; 47.3 en América Latina y 26.3 en el Caribe; Chile 87.5; Uruguay 86.4; México 44.8.
Sin embargo, destacó que en Haití es de sólo 0.2%.
Según la especialista, la región confronta un momento de gran incertidumbre. “Estamos ante un rebote económico que no asegura un crecimiento sostenido: 5.9% este año, y algunos países recuperarán el nivel del PIB de 2019. En 2022 casi todas las economías se repondrán con excepción de Surinam, Haití y Venezuela. Nuestras estimaciones para México son de 6.2 en 2021, y de 3.2 para 2022”.
Asimismo, dijo que la caída del PIB de América Latina y el Caribe fue la mayor del mundo a raíz de la pandemia. “Somos una región altamente impactada por el covid-19, ya que con 8.4% de la población mundial, tenemos 32% de los casos de muerte por la enfermedad. En el tema de empleo, también somos la región más impactada, con una caída de 9% en 2020, siendo los más afectados los pueblos indígenas y las poblaciones afrodescendientes, además de mujeres y jóvenes”, subrayó.
En cuanto a educación, alertó, existe una gran cantidad de estudiantes en riesgo de no retornar a las aulas: 167 millones de alumnos perdieron un año de escolaridad presencial, con impacto en su aprendizaje, y 3.1 millones de jóvenes y niños están en riesgo de abandonar la escuela.
Para pasar de la emergencia a la recuperación, dijo Bárcena Ibarra, la CEPAL recomienda, entre otras medidas, la producción conjunta y distribución equitativa de la vacuna; extender el ingreso básico de emergencia este año; dar periodos de gracia más prolongados y subsidios a las micro, pequeñas y medianas empresas; generar una “canasta básica digital” para cubrir la brecha de 66 millones de hogares no conectados, y una reforma profunda en educación, donde se revisen los métodos de aprendizaje y los contenidos.
Asimismo, optar por políticas fiscales y monetarias expansivas, y desarrollar planes de recuperación basados en inversión, empleo y sostenibilidad ambiental, junto con la construcción de pactos políticos y fiscales para una protección social universal, progresiva y redistributiva.