Afganistán
Mujeres que jugaban futbol en Afganistán temen por sus vidas
De acuerdo con la agencia AP, hacia 2007 Popal formó parte de la primera selección afgana femenil, hasta 2011, y se enfocó en coordinar al equipo como directora de la Asociación de Futbol de Afganistán.CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Aquellas mujeres que se atrevieron a jugar futbol en Afganistán, viven horas de angustia ante la llegada de los talibanes al gobierno de ese país, luego del retiro de las tropas de Estados Unidos.
Refugiada en Dinamarca, Khalida Popal, una de las primeras mujeres que tocó el balón en esas tierras de gobierno teocrático, escucha angustiada las voces de sus compatriotas que piden ayuda.
“Las jugadoras del equipo nacional femenil de Afganistán, a cuya formación contribuyó Popal, ahora temen por sus vidas porque los talibanes han recuperado el control del país después de dos décadas”, destaca un despacho informativo de la agencia Associated Press (AP).
Popal sólo alcanza a aconsejarles que huyan de sus casas, de los vecinos que saben que son pioneras del deporte, e intenten borrar su historial, en particular su activismo contra el Talibán, que ha comenzado a restablecer el Emirato Islámico de Afganistán.
“Las he alentado a que eliminen sus canales de redes sociales, fotos, que huyan y se escondan”, dijo Popal a AP en una entrevista telefónica desde Dinamarca.
“Me rompe el corazón debido a que todos estos años hemos trabajado para incrementar la visibilidad de las mujeres, y ahora le estoy diciendo a mis mujeres en Afganistán que se escondan y desaparezcan. Sus vidas están en peligro”.
Popal, de 34 años, huyó de Kabul en 1996, cuando el Talibán regresó a Afganistán, hace dos décadas. Entonces adolescente, vivió en un campamento de refugiados en Pakistán. Y, gracias a la protección de la comunidad internacional, Popal incentivo la lucha femenina por sus derechos.
“Mi generación tenía la esperanza de reconstruir al país, desarrollando las condiciones para la siguiente generación de mujeres y hombres. Entonces comencé con otras jóvenes, utilizando al futbol como instrumento para impulsar a las mujeres y niñas”.
De acuerdo con la agencia AP, hacia 2007 Popal formó parte de la primera selección afgana femenil, hasta 2011, y se enfocó en coordinar al equipo como directora de la Asociación de Futbol de Afganistán.
Pero las amenazas continuaron y eventualmente se vio obligada a huir de su país y buscar asilo en Dinamarca, en 2016. Desde ahí habla con angustia de sus compañeras que se atrevieron a jugar futbol y que están en riesgo de perder la vida ante el regreso de los talibanes.