MADRID (EUROPA PRESS).- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó este lunes que no dudará en responder a Rusia si el presidente, Vladimir Putin, sigue en la confrontación y en las agresiones, incluidos los ciberataques.

A dos días de verse las caras en Ginebra, el presidente estadunidense insistió en que le “dejará claro” a Putin las posibles áreas de cooperación entre Washington y Moscú.

“Y si elige no cooperar y actuar de la manera en la que ha actuado en el pasado, con cibereguridad, responderemos con la misma moneda”, advirtió en la rueda de prensa tras la cumbre de líderes de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

Biden insistió que existe una necesidad mutua de cooperar, pero subrayó que durante el encuentro marcará las “líneas rojas”. El líder de Estados Unidos defendió la pertinencia del encuentro, tras señalar que una docena de líderes de la OTAN le han respaldado en su entrevista del miércoles.

Cuando se le preguntó si la muerte en prisión de Alexei Navalni sería un detonante para cortar relaciones con Rusia, el presidente estadunidense indicó que cualquier incidente con el opositor ruso sería “otra indicación” de que el Kremlin no piensa respetar los más mínimo derechos fundamentales. “Dañaría las relaciones con el resto del mundo y conmigo”, sostuvo.

Además, sobre la situación en Ucrania, defendió la integridad territorial del país y mostró su apoyo para “evitar una agresión física” rusa, aunque no quiso dar señales de optimismo sobre su posible entrada en la OTAN, ya que depende de cumplir criterios como la lucha contra la corrupción.

El mandatario estadunidense sostuvo reuniones en los márgenes de la cumbre con los líderes de Estonia, Letonia y Lituania, aparte de con su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan. Biden participó este lunes en su primera cumbre de la OTAN como presidente, marcada por el tono más crítico con China.

Frente a esto, Biden elogió el papel del secretario general, Jens Stoltenberg, por un encuentro “exitoso” en el que se ha escenificado, a su juicio, que la Alianza Atlántica tiene “cimientos fuertes”.