CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La mayoría de los antibióticos que han salido al mercado en las últimas décadas son variaciones de medicamentos que se descubrieron en la década de 1980 y no tratan de forma adecuada la farmacorresistencia de las bacterias, alertó la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Al presentar el informe “2020 agentes antibacterianos en desarrollo clínico y preclínico: descripción general y análisis”, el organismo advirtió que ninguno de los 43 medicamentos que están actualmente en fase de investigación clínica pueden afrontar el problema.

"La persistente incapacidad para elaborar, fabricar y distribuir nuevos antibióticos eficaces está alimentando aún más el impacto de la resistencia a los antimicrobianos y amenaza nuestra capacidad para tratar con éxito las infecciones bacterianas", advirtió la subdirectora general de la OMS en materia de antimicrobianos, Hanan H. Balkhy.

El informe evaluó el potencial de los medicamentos para combatir a las bacterias farmacorresistentes que aparecen en la lista de patógenos bacterianos prioritarios de la OMS, la cual ha informado y guiado las áreas prioritarias de investigación y desarrollo desde 2017.

De acuerdo con el análisis, la mayoría de los fármacos en fase de desarrollo ofrecen un beneficio clínico limitado sobre los tratamientos existentes, por lo que el organismo previó una rápida aparición de farmacorresistencia a estos agentes.

Sin embargo, el informe también enlistó veintisiete agentes antibacterianos no tradicionales en fase de desarrollo que van desde anticuerpos a bacteriófagos y terapias que apoyan la respuesta inmunitaria del paciente y debilitan el efecto de las bacterias.

Al respecto, recordó que a pesar de que existen algunos productos prometedores en diferentes fases de desarrollo, sólo una parte de ellos llegará al mercado debido a los retos económicos y científicos del proceso de elaboración de medicamentos.

El director de Coordinación Mundial de la resistencia antimicrobiana de la OMS, Haileyesus Getahun, llamó a aprovechar las oportunidades que surgen en la pandemia para poner sobre la mesa la necesidad de realizar inversiones sostenibles en I+D de antibióticos nuevos y eficaces. 

"Los antibióticos son el talón de Aquiles de la cobertura sanitaria universal y de la seguridad sanitaria mundial. Necesitamos un impulso mundial continuado que incluya mecanismos de financiación conjunta e inversiones nuevas y adicionales para hacer frente a la magnitud de la amenaza de la resistencia a los antimicrobianos", apuntó.