MADRID (EUROPA PRESS) .- El Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina mostró este viernes su "enérgico rechazo" a las maniobras militares y el lanzamiento de misiles que hará Reino Unido en Islas Malvinas, lo que supone una "injustificada demostración de fuerzas".

"La alegada condición defensiva de la base militar británica en el Atlántico Sur no solo es totalmente injustificada sino también representa una amenaza para toda la región", criticó el gobierno argentino en un comunicado.

Los ejercicios militares en el "territorio argentino ilegítimamente ocupado" constituyen "un deliberado apartamiento de los llamamientos de las numerosas resoluciones de Naciones Unidas y otros organismos internacionales, que instan a Argentina y Reino Unido a reanudar negociaciones a fin de encontrar una solución pacífica y definitiva a la disputa de soberanía que involucra a ambos países en la cuestión de las islas".

Según la cartera de Exteriores, Reino Unido ha informado a la embajada argentina en su territorio de la realización de, en palabras de las autoridades argentinas, "ilegítimos ejercicios militares" en la zona en los próximos días.

"En el marco de las obligaciones y responsabilidades de nuestro país en materia de seguridad de la navegación en el Atlántico Sudoccidental, una vez que se cuente con la información precisa sobre la fecha del referido lanzamiento, el Servicio de Hidrografía Naval emitirá un radioaviso náutico informando sobre el desarrollo del ejercicio", adelantó el Ministerio de Exteriores argentino.

Asimismo, anunció que denunciará la acción ante el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, y la Organización Marítima Internacional.

Desde 1833 Argentina y Reino Unido mantienen una contienda territorial por la soberanía de Islas Malvinas y el espacio marítimo circundante que en 1982 llevó a la Junta Militar de Leopoldo Galtieri ha intentar recuperar la autoridad sobre las islas con una ofensiva contra Reino Unido, presidido por Margaret Thatcher en ese momento, que finalmente perdió y se saldó con la muerte de más de 900 personas en apenas dos meses de guerra.