CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Un centenar de mujeres indígenas aimaras de 20 municipios de La Paz, Bolivia, presentaron un proyecto ante el Ministerio de Justicia para castigar con cárcel la infidelidad e incluirla en la ley para garantizar una vida libre de violencia.

El castigo dependería de la gravedad de la infidelidad, dado que no puede ser considerada una situación normal de la vida porque se maltrata a la mujer y a la familia, explicó la directora del Centro de Desarrollo Integral de la Mujer Aimara (CDIMA), Alicia Canaviri.

Después de una reunión para debatir sobre la violencia hacia las mujeres, las participantes concluyeron que la infidelidad es un factor que determina que las abandonen en las áreas rurales y ejerzan cualquier tipo de violencias contra ellas, informó la agencia española EFE.

“Las mujeres identificaron que la raíz fundamental de la violencia intrafamiliar es la infidelidad, entonces ellas plantean que esto se debe cortar de raíz”, explicó Canaviri.

La justificación de la propuesta, que incluye a hombres y mujeres, y en breve será entregada al Ministerio de Justicia, es que los esposos migran de las áreas rurales a la ciudad a formar otra familia, mientras las abandonadas son mal vistas en su comunidad y no pueden trabajar el cultivo o el ganado para poder seguir con la crianza de sus hijos.

“Hay muchas mujeres abandonadas en el campo porque el hombre viene a la ciudad, consigue otra pareja y la primera se queda sola con los hijos. ¿Dónde está la fidelidad que se ha prometido? Ellas consideran que es muy grave porque la familia se deshace.”

En caso de que los hombres se queden en el área rural, empiezan a insultar a las esposas, las maltratan verbal y físicamente, las minimizan, ofenden su aspecto o las critican por envejecer, y cuando consiguen otra mujer, la situación termina en feminicidio en algunos casos.

“La mujer sufre violencia física porque el marido está con otra mujer, violencia psicológica porque es insultada, que no sirve, que es tonta, que no sabe cocinar, mientras, por ejemplo, la otra es profesional. Nosotras nos quedamos indignadas con eso.”

La líder del grupo, Virginia Benito, reconoció que muchas mujeres en el área rural no conocen la ley contra la violencia machista y por eso no tienen acceso a la justicia en sus comunidades

Las autoridades indígenas, contó, tratan de reconciliar a las parejas, pero bebiendo cervezas le dan la razón a los hombres cuando pactan con ellos.

“Necesitamos ser valoradas”, resaltó a su vez Santusa Alejo, promotora de la comunidad Jesús de Machaca.

En lo que va del año, la fiscalía de Bolivia ha reportado 7 mil 634 casos de violencia contra las mujeres y menores de edad, de los cuales 6 mil 344 se relacionan con la violencia familiar o doméstica.

En tanto, los casos de violaciones a mujeres suman 351, 342 los de abuso sexual y 282 violaciones a menores. De enero a los primeros días de marzo se reportaron 24 feminicidios.