MADRID (EUROPA PRESS).- El presidente de Rusia, Vladimir Putin, instó a "pasar página" a la polémica abierta por el envenenamiento del opositor Alexei Navalni, un caso sobre el que el mandatario ruso ha insistido en que no hay pruebas, y volvió a culpar a las autoridades alemanas de falta de colaboración.

Navalni sufrió un envenenamiento en agosto de 2020 y enfermó gravemente en pleno vuelo, cuando regresaba a Moscú procedente de Siberia. Fue evacuado de urgencia a Alemania, donde los exámenes médicos confirmaron que el destacado opositor había sido víctima de una intoxicación por un agente nervioso.

Moscú acusó a Berlín de no ofrecer pruebas de estas sospechas. "Cero", recalcó este jueves Putin, que compareció ante los medios de comunicación para su rueda de prensa anual. "Si no tienen respuesta, hay que pasar página", dijo al aludir a los "múltiples" intentos de la Fiscalía, según la agencia de noticias Sputnik.

Navalni regresó a Rusia en enero y, al mes siguiente, un tribunal ordenó su ingreso en prisión por entender que había incumplido los requisitos de una libertad condicional acordada tras una condena por fraude. Su caso simboliza, para la oposición rusa, la represión que el Gobierno sigue imponiendo sobre la disidencia.

"Siempre ha habido, hay y habrá reos, en cualquier país", argumentó Putin, evitando en todo momento mencionar el nombre de Navalni. El presidente ruso sugirió que hay quienes "se escudan en actividades políticas" para cometer delitos.

Cuando los periodistas le preguntaron por el caso, y evitando como siempre llamar por su nombre a Navalni, actualmente encarcelado, el mandatario ruso observó que "siempre ha habido, hay y habrá reos en cualquier país" y que "uno debería dejar de cometer delitos penales escudándose con actividades políticas".

Cerco a los "agentes extranjeros"

Al encarcelamiento del propio Navalni se ha sumado en este último año la ilegalización de sus organizaciones, tachadas de extremistas, dentro de una batería de restricciones que también tiene en su punto de mira a entidades de individuos que puedan ser considerados "agentes extranjeros".

"Tenemos 74 organizaciones catalogadas como agentes extranjeros de las 200 mil organizaciones no gubernamentales registradas", esgrimió Putin, quien también ha matizado que "no se prohíbe" su actividad. Según el presidente, la ley rusa es menos restrictiva que la de Estados Unidos a este respecto.