África
Decapitado un pastor de una iglesia cristiana por presuntos yihadistas en Mozambique
El presidente Filipe Nyusi destacó el jueves que los últimos ataques perpetrados por yihadistas son una respuesta a la presión ejercida por las operaciones del Ejército.MADRID (EUROPA PRESS).- Un pastor de una iglesia cristiana del norte de Mozambique fue decapitado por supuestos yihadistas en la provincia de Cabo Delgado (norte), según su viuda, que recibió orden de los responsables de entregar la cabeza a las autoridades para notificar el suceso.
Fuentes militares citadas por el portal de noticias Carta de Mozambique indicaron que la mujer, residente en Nova Zambezia, se trasladó el miércoles a una comisaría con un saco en el que portaba la cabeza de su esposo, tras lo que denunció los hechos.
La mujer detalló que los atacantes raptaron a su esposo en un campo de cultivo y le decapitaron, tras lo que le entregaron la cabeza para que denunciara el hecho, sin que por ahora haya reclamación de la autoría del suceso.
El presidente mozambiqueño, Filipe Nyusi, destacó el jueves que los últimos ataques perpetrados por yihadistas son una respuesta a la presión ejercida por las operaciones del Ejército, que cuenta con el apoyo de tropas de la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC) y fuerzas especiales de Ruanda.
El mandatario agregó que en lo que va de año han sido capturados 245 supuestos terroristas y que otros 200 murieron en combate, entre ellos algunos líderes militares e ideológicos de Estado Islámico en África Central (ISCA), especialmente activo en Cabo Delgado.
El Ejército de Mozambique subrayó en octubre que el objetivo de la lucha contra el yihadismo es "la aniquilación total del enemigo", ante el incremento de las operaciones en la zona con el apoyo de fuerzas especiales de Ruanda y tropas de la SADC.
Cabo Delgado es escenario desde octubre de 2017 de ataques obra de milicianos islamistas conocidos como Al Shabaab, sin relación con el grupo homónimo que opera en Somalia y que mantiene lazos con Al Qaeda. Desde mediados de 2019 han sido reivindicados en su mayoría por ISCA, que ha recrudecido sus acciones desde marzo de 2020.