Afganistán
"Abandonar al pueblo afgano sería un error histórico" tras la toma del poder de los talibán: ONU
"Con la toma del poder por parte de los talibán el pueblo afgano se siente abandonado, olvidado y castigado por unas circunstancias que no son su culpa", ha dicho la representante especial, Deborah Lyons.MADRID. (EUROPA PRESS) -Naciones Unidas ha subrayado que "abandonar al pueblo afgano sería un error histórico" después de la toma del poder por parte de los talibán en el país asiático y ha advertido de que se trataría de "un error que se ha cometido anteriormente con consecuencias trágicas".
"Con la toma del poder por parte de los talibán el pueblo afgano se siente abandonado, olvidado y castigado por unas circunstancias que no son su culpa", ha dicho la representante especial de la Secretaría General de la ONU para Afganistán, Deborah Lyons.
"Desde que los talibán se hicieron con el poder los miembros de la comunidad internacional se han centrado, comprensiblemente, en ayudar a los afganos que se quieren ir (...) pero nuestra atención debe girar ahora al enormemente superior número de afganos que siguen en el país pero hacen frente a un futuro más duro a corto plazo", ha dicho.
En este sentido, ha alertado de que el país "está al borde de una catástrofe humanitaria evitable" y ha resaltado que las sanciones "han paralizado el sistema bancario", un día después de que los talibán pidieran al Congreso de Estados Unidos la retirada de las mismas.
Lyons ha recordado que casi la mitad de la población hace frente a niveles de inseguridad alimentaria equivalentes a los de crisis o emergencia y ha advertido de que la situación podría empeorar de cara al invierno, cuando Afganistán podría convertirse en el país "con una mayor población en riesgo de inseguridad alimentaria en el mundo".
"Mi mensaje clave es que la ayuda humanitaria no es suficiente. La comunidad internacional tiene que encontrar urgentemente una vía para dar apoyo financiero a los trabajadores sanitarios en hospitales públicos, el personal en programas de seguridad alimentaria e incluso a los profesores una vez que se cumpla el derecho a la educación de los niños", ha dicho.
"Esto sólo puede lograrse a través de las instituciones y los mecanismos de entrega que han sido edificados a gran coste durante las últimas dos décadas", ha señalado, antes de apostar por "centrarse en los próximos tres o cuatro meses para ayudar a los afganos más vulnerables a hacer frente al invierno".
Lyons ha defendido ante el Consejo de Seguridad que las "interacciones" con las autoridades talibán "han sido en general útiles y constructivas" y ha resaltado que el grupo "sigue intentando lograr reconocimiento internacional y vías para superar el enorme déficit de confianza que reconocen que existe entre ellos y la comunidad internacional".
"Los talibán siguen dando seguridad a la presencia de la ONU en el país y permiten un amplio acceso humanitario, también a trabajadoras humanitarias", ha señalado, antes de recalcar que esto ha permitido realizar visitas a zonas a las que no se había podido acceder en los últimos 15 años.
En este sentido, ha reseñado que el organismo no ha evitado abordar "asuntos complicados" como los derechos de las mujeres y las minorías étnicas, la educación de las niñas o las ejecuciones extrajudiciales, si bien ha desvelado que los talibán "han dejado claro que hay límites a las concesiones que están dispuestos a hacer".
Lyons ha recordado que los talibán han dicho que están trabajando sobre la política que permita dar educación a las niñas y ha denunciado que, pese a las promesas del grupo, "ha habido una reducción de los derechos y libertades fundamentales de las mujeres y las niñas".
Por ello, ha pedido una administración "más inclusiva", incluida la falta de representatividad del Gobierno interno, del que ha dicho que es "totalmente masculino, esencialmente pastún y prácticamente integrado en su totalidad por talibán".
"Mi impresión general es que están haciendo esfuerzos verdaderos para presentarse como un Gobierno, unos esfuerzos parcialmente limitados por la falta de recursos y capacidades, así como una ideología política que en muchos casos choca con las normas internacionales de gobernanza contemporáneas", ha argüido.
De esta forma, ha incidido en que "los talibán no tienen la total confianza de gran parte de la población" y ha agregado que el grupo "debe decidir si gobierna según las necesidades y derechos de una población afgana diversa o si lo hace a través de una estrecha ideología y una aún más estrecha base étnica".
Así, ha argumentado que la población "en general" sigue "aprensiva" sobre las intenciones de las autoridades y ha añadido que los ciudadanos "están enormemente preocupados por la parálisis económica, la incapacidad para retirar dinero y el temor de no poder tener alimentos para ellos o sus hijos durante el invierno y los próximos meses".
"También hay limitaciones a las manifestaciones y otros intentos de libertad de expresión. Los medios cierran a veces debido a razones financieras y a veces por otras restricciones de las autoridades 'de facto' sobre el contenido de sus publicaciones y emisiones", ha lamentado.
Mejora de la situación de seguridad
En otro orden de cosas, ha reconocido que la situación a nivel de seguridad "ha mejorado" y que el conflicto "ha terminado en gran medida", si bien su oficina sigue recibiendo informes sobre incidentes "que impactan en el derecho a la vida y la integridad física de los afganos".
"Estos incluyen redadas en viviendas y ejecuciones extrajudiciales de antiguos miembros del gobierno y las fuerzas de seguridad", ha manifestado, antes de resaltar que "no hay mujeres que trabajen en el sector de justicia y sigue sin estar claro cómo las autoridades 'de facto' pretenden garantizar su acceso a la misma".
Asimismo, ha expresado su preocupación por la "incapacidad" de los talibán para hacer frente a las operaciones de Estado Islámico Provincia de Jorasán (ISKP) y ha dicho que el grupo "estaba antes limitado a pocas provincias y a Kabul, mientras que ahora parece presente en casi todas las provincias y está cada vez más activo".
"El número de ataques ha aumentado significativamente desde el año pasado. En 2020 hubo 60 y este año van 334 atribuidos a ISKP o cuya autoría ha sido reclamada por ISKP", ha señalado. "ISKP sigue atacando a las comunidades chiíes", ha denunciado.
Por ello, ha reiterado que "la realidad amenaza con aumentar el riesgo de extremismo" y ha dicho que "el continuado deterioro de la economía formal dará ímpetu a la economía informal, incluido el tráfico de drogas ilícitas, los flujos de armas y el tráfico de personas", antes de alertar de que "estas patologías afectarán primero a Afganistán pero luego infectarán la región".
"La mejor forma de promover la estabilidad y el apoyo internacional futuro es que los talibán eviten el aislamiento que caracterizó su experiencia previa en el poder", ha señalado, al tiempo que ha abogado por "un diálogo político sostenido y estructurado entre las autoridades 'de facto', otros actores afganos y la comunidad regional e internacional".
Lyons ha defendido que la misión de la ONU "está bien posicionada para jugar un papel vital en este importante diálogo, dependiendo del futuro inmediato" y ha apostado por unas "relaciones constructivas" entre Afganistán y al comunidad internacional.
"Para ser francos, es la única forma de evitar perder muchos de los progresos de los últimos 20 años", ha reseñado, antes de recordar a los talibán su obligación a la hora de "aplicar las obligaciones de los muchos organismos apoyados por esta cámara y de los que Afganistán es parte".
Por último, ha reconocido que "nadie puede garantizar que todas estas medidas vayan a garantizar un futuro mejor a los afganos" pero ha dicho que "se puede garantizar que sin estos esfuerzos concertados sus vidas empeorarán". "No es momento para dar la espalda al pueblo afgano. Si lo hacemos, nuestro fracaso colectivo resonará durante décadas, como lo hará el dolor de millones de afganos", ha remachado.