Alexei Navalny
El Kremlin dice que "no tiene miedo" a posibles protestas en Rusia tras la detención de Navalni
"No, (el Kremlin) no tiene miedo", dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dimitri Peskov, un día después de que un tribunal del país dictara 30 días de prisión preventiva contra el opositor.MADRID (EUROPA PRESS).- La Presidencia de Rusia recalcó este martes que "no tiene miedo" ante las posibles protestas en el país tras la detención del destacado opositor Alexei Navalni, detenido el domingo a su llegada al país desde Berlín, donde se ha recuperado del supuesto envenenamiento sufrido el año pasado.
"No, (el Kremlin) no tiene miedo", dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dimitri Peskov, un día después de que un tribunal del país dictara 30 días de prisión preventiva contra el opositor, según ha informado la agencia rusa de noticias Sputnik.
Tras la decisión del tribunal, el propio Navalni pidió a través de un vídeo difundido en redes sociales que sus seguidores salgan a la calle a manifestarse contra el Gobierno. "No tengan miedo. Salgan a la calle. No por mí sino por ustedes mismos en un futuro", dijo.
En este sentido, Peskov describió como "alarmante" el llamado de Navalni.
"No somos un organismo que pueda evaluarlo. Pero, por supuesto, probablemente, esto podría ser motivo de cierto análisis por un llamado a algo ilegal", valoró.
Peskov subrayó además que Moscú "no puede ni va a tener en cuenta" las críticas internacionales sobre el caso de Navalni. "Se trata de un incumplimiento de la ley rusa por un ciudadano ruso. Es un asunto absolutamente interno y no permitiremos que nadie interfiera", añadió.
Por último, dijo que la investigación y el juicio contra Navalni "no es una situación que requiera la atención especial del presidente", Vladimir Putin, y defendió que "los derechos de todos los ciudadanos rusos están garantizados por las leyes". "Ciertamente, así será en este caso también", subrayó.
Navalni se desplomó en un vuelo interno el pasado 20 de agosto y fue posteriormente trasladado en avión a Berlín para recibir tratamiento. La Unión Europea impuso en octubre sanciones contra varios altos funcionarios próximos al presidente ruso después de que laboratorios de Alemania, Francia y Suecia determinaran que Navalni había sido envenenado con un agente químico nervioso desarrollado por los soviéticos conocido como Novichok.
El destacado opositor ruso denunció que el Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia, la principal agencia sucesora de la KGB soviética, fue directamente responsable de su intento de asesinato, una versión que ha sido rechazada en todo momento desde Moscú.