WASHINGTON (apro).- Chad Wolf, secretario interino de Seguridad Interior (DHS, por sus siglas en inglés), renunció al puesto que hace 14 meses le asignó el todavía presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y es el tercer funcionario del gabinete presidencial que deja su cargo tras los incidentes del pasado miércoles 6 en el Capitolio.

En medio de las discusiones en el Congreso federal estadunidense para someter a juicio político --por segunda ocasión-- al presidente Trump, removerlo del puesto, o bien obligarlo a renunciar, Wolf se sumó a la lista de funcionarios de la Casa Blanca en darle la espalda al mandatario.

En su carta de renuncia, que se hará efectiva esta media noche, Wolf cita como causa de su salida los “eventos recientes”, pero no especifica detalles.

El miércoles 6, miles de seguidores de Trump, incitados por éste, entraron al Capitolio para interrumpir el proceso de certificación del triunfo electoral de Joe Biden, presidente electo, en una acción catalogada oficialmente como sedición.

Tras ese incidente que marcará por siempre la historia de Estados Unidos y el legado de Trump, las secretarias de Transporte, Elaine Chao, y de Educación, Betsy DeVos, junto con más de una docena de asesores de la Casa Blanca, renunciaron a sus cargos en rechazo a lo ocurrido.

La salida de Wolf se da cuando la Cámara de Representantes del Congreso federal presentó oficialmente el proyecto de resolución que imputa a Trump el delito de “incitación a la insurrección”, que de aprobarse este miércoles será el primer paso para enjuiciarlo.

Al mismo tiempo, Nancy Pelosi, líder de la mayoría demócrata y presidenta de la Cámara de Representantes, dio un plazo de 24 horas --a partir de este martes 12-- al vicepresidente Mike Pence para decidir si invoca a la enmienda 25 con el objetivo de remover al presidente.

El mecanismo constitucional que exige Pelosi al vicepresidente implica que Pence pida a los integrantes del gabinete presidencial unirse para declarar a Trump como incapacitado mentalmente para dirigir el destino del país, lo que requiere el apoyo de la mayoría de los secretarios de Estado.

Wolf es uno de los arquitectos de la política antimigratoria del magnate y promotor de la construcción del muro en la frontera sur de Estados Unidos que colinda con México.

Y justo mañana Trump viajará al Valle de Río Grande, en el estado de Texas, para hacer alarde de lo que él considera un éxito en la construcción del muro fronterizo, mismo que, pese a lo prometido a su país y seguidores, nunca fue financiado por México, como pretendía.