WASHINGTON (apro) – Varios miles de personas se congregaron en la capital de los Estados Unidos, para desde las escalinatas del monumento a Abraham Lincoln, conmemorar el 57 aniversario del discurso; “Yo tengo un sueño”, del reverendo Martin Luther King, y en su honor denunciar el racismo y abuso policial que azota al país.
Con el lema “Quita tu rodilla de mi cuello”, los manifestantes de manera pacífica se arremolinaron en el llamado “Mall de Washington”, en una escena que recordó a la de hace 57 años con Luther King.
Las pancartas que reclamaban “fin al racismo” “acabemos con el abuso de la fuerza policial” y la ya denuncia popular “las vidas negras cuentan”, ondeaban como bandera de denuncia a la división racial que le achacan al presidente Donald Trump.
El masivo movimiento que pide equidad racial estuvo integrado por representantes de todas las etnias que integran a la sociedad de los Estados Unidos, blancos, negros, hispanos, asiáticos, hindúes, indios americanos; entre otros.
La marcha se dio a menos de 24 horas de que el presidente Trump aceptara desde la
Casa Blanca, la segunda postulación como candidato presidencial por el partido republicano y luego de haber declarado que si es reelecto su segundo mandato se sustentará en la ley y el orden.
Yolanda Renee King, la nieta más joven de icónico reverendo defensor de los derechos de los afroamericanos y en general de las garantías civiles de todas las personas, subió al estrado donde su abuelo en 1963 pronunció el histórico discurso que año con año es recordado en esta fecha.
“Somos el gran sueño de nuestros abuelos”, comenzó diciendo Yolanda de apenas 12 años ante las escalinatas de Lincoln y con la mirada fija al edificio del Capitolio de Washington y albergue del Congreso federal, a unos cuatro kilómetros de distancia de ella.
“Cumplamos con el sueño de mi abuelo”, pidió a miles de personas que escuchaban a la más joven de los descendientes directos del reverendo asesinado el 4 de abril de 1968 en la ciudad de Memphis, en el estado de Tennessee.
“A menos de un año de haber sido asesinado, mi abuelo pronosticó este mismo momento. Dijo que nos encaminábamos a una nueva fase de lucha; la primera fue la defensa de los derechos civiles y la nueva es por la equidad genuina”, agregó la nieta de Luther King.
El crisol racial de manifestantes exigió al gobierno federal poner fin al uso excesivo de la fuerza policial sobre todo contra las minorías étnicas en especial los afroamericanos y latinos, que son constantemente las víctimas de abusos de sus garantías individuales.
La masiva manifestación fue denuncia de los casos más recientes y emblemáticos de abuso de la fuerza policial contra afroamericanos: George Floyd, asesinado a manos de oficiales blancos el pasado mes de mayo en Minneapolis, Minnesota, y el de Jacob Blake, quien recibió siete disparos en la espalda de policías blancos y quedó paralitico.
“Seguimos luchando por la justicia, la desmilitarización de la policía y el desmantelamiento de las encarcelaciones masivas”, denunció ante el monumento de Lincoln, Martin Luther King III hijo del reverendo y padre de Yolanda Renee.
“Hay una rodilla sobre nuestro cuello de democracia y nuestra nación podrá vivir solamente mientras no se quede sin oxígeno nuestra libertad”, agregó el hijo más joven de Luther King, en alusión al caso de Floyd, quien falleció por asfixia luego de que los policías blancos lo doblegaron colocándole la rodilla al cuello mientras el clamaba; “no puedo respirar”.
En su discurso de aceptación de la segunda nominación presidencial, Trump amenazó con fortalecer la presencia de la fuerza policial en las calles de pueblos y ciudades de Estados Unidos para preservar la ley y el orden y combatir la anarquía que –acusó-- promueve su contrincante, el demócrata Joe Biden.