CEO de Airbnb: tardamos 12 años en construir la empresa y perdimos casi todo en semanas
CIUDAD DE MÉXICO (apro). - El CEO de la empresa Airbnb, Brian Chesky, se quejó de que la pandemia por covid-19 acabó con su negocio de turismo, construido en 2008, dedicado a alojamientos particulares y turísticos mediante el arrendamiento de propiedades en todo el mundo.
“Pasamos 12 años en construir Airbnb y lo perdimos casi todo en un lapso de cuatro a seis semanas”, aseguró Chesky el martes 23, en entrevista con el portal de noticias económicas de Estados Unidos CNBC.
“Es difícil saber qué quiero decir. Creo que una cosa que he aprendido es no intentar meterme en el negocio de predecir el futuro. En marzo, casi se detuvo todo.
“Dos mil 500 millones de personas miraron hacia abajo y no es sorprendente que pasáramos 12 años construyendo Airbnb y perdiéramos casi todo en cuestión de cuatro a seis semanas”, señaló.
Dijo que lo sucedido en los últimos tres meses fue algo completamente diferente, porque las personas quieren estar seguras, no quieren subirse a los aviones, no quieren viajar por negocios, quieren ir a ciudades, no quieren cruzar las fronteras.
“Lo que están dispuestos a hacer es subir al automóvil y conducir un par de cientos de millas hasta una pequeña comunidad donde están dispuestos a quedarse en una casa y, debido a eso, aunque nuestro negocio no se ha recuperado, es muy claro que sucedió algo muy notable a final de mayo y principios de junio, tenemos el mismo volumen con las reservas en Estados Unidos que el año pasado”, explicó.
Consideró que los viajes volverán, solo que tomarán mucho más tiempo del esperado.
“Se redujo nuestro costo y fue una experiencia desgarradora, increíblemente difícil, porque dijimos ‘no sabemos cuánto tiempo durará la tormenta’, así que espero lo mejor, pero estoy planeando lo peor.
“Así que, si hay un derribo o varias paradas, si las comunidades se cierran, si los viajes se detienen, estamos bien porque con este cambio hemos reducido casi mil millones de dólares en marketing”, comentó.
También se refirió a la reducción de su personal, se han ido adelgazando y agilizando sus funciones, han sido resilientes, han lanzado experiencias en línea sobre lo que ‘la gente puede hacer desde casa” y tienen un gran porcentaje de sus reservas y cuentan con estancias más largas, casi la quinta parte de sus estadías duran más de 30 días.
“No hemos perdido ningún anfitrión en nuestra plataforma o, deberíamos decirlo diferente, hoy tenemos más anfitriones que antes de que comenzara el covid. Entonces, aquí lo importante es que el mercado es resistente, la comunidad es resistente, creo que una tendencia que va a suceder es que viajar como sabíamos ha terminado y nunca volverá”, consideró.
Esto porque en lugar de que la población mundial viaje a pocas ciudades o se quede en grandes distritos turísticos, lo hará a miles de comunidades locales.
No ve probable una extinción, pero sí tiene planes de expansión de bienes raíces “bastante ambiciosos”. Por eso, indicó, están añadiendo a personas que trabajan de forma remota y que pueden trabajar desde cualquier hogar.
“Es una oportunidad porque habrá una gran redistribución de la población en la mesa. No todos querrán vivir en alguna ciudad, y ya que no sabemos decir el costo total de la fuerza laboral.
“Así le dijimos a nuestro equipo que habrá uno de los despidos, pero no íbamos a querer esto dos veces, por lo que cuando se corta se debe hacer lo suficientemente profundo para no volverlo a hacer y tengamos suficiente dinero para tomar el cuidado de la gente, porque gastamos casi mil millones de dólares en marketing, pero ahora no estamos gastando nada en publicidad y nuestro negocio es probablemente más eficiente y rentable de lo que creemos”, mencionó.
Por eso, añadió, se está trabajando para hacer el negocio más eficiente, pero en este momento, reconoció, no es lo bastante ágil. Añadió que no están saliendo al público este año, no se están comprometiendo por lo que resta del 2020.
“Queremos que el mundo esté listo para Airbnb y eso significa un poco más de la recuperación sostenida que el mercado necesita para recuperarse un poco y solo tenemos que sopesar nuestras opciones para que no tengamos nada que decir, pero no descartemos nada.
“Algo difícil podría estar a la vuelta de la equina, así que tal vez solo tengamos que comenzar a vivir en un mundo un poco más medido”, resaltó.
Asegura que estos últimos cuatro meses han sido una lección para el mundo y él, dijo, está tratando de seguir sus propios consejos, ser más cuidadoso y estar más atento.
“Viajar como lo conocíamos, se acabó. No quiere decir que viajar se haya terminado, sino que el modelo que conocíamos ha muerto y no volverá”, indicó, después de reconocer el futuro incierto al cual se enfrenta la compañía.
La crisis de la compañía orilló a la empresa a recortar el 25% de su planta laboral y se endeudó por 2 mil millones de dólares para intentar resistir la caída, lo cual produjo una reducción del 40% de su valor en el mercado privado.
Airbnb contaba con 6 millones de anuncios de alojamiento en el mundo. En México tenía 100 mil. En 2018, Airbnb calculó que en el país se generó una derrama económica de 2 mil 700 millones de dólares.
La única salida para el CEO es que sean los anfitriones quienes apliquen medidas sanitarias y de seguridad para recibir a los huéspedes.
Sus declaraciones han sido criticadas en las redes sociales, porque Airbnb, que creó junto con Joe Gebbial, sigue cotizando en la bolsa de valores. En 2019, la empresa fue valorada en 31 mil millones de dólares.
Sus comentarios se volvieron trending topic en Twitter, entre los usuarios que criticaron a Chesky, al que consideran un “especulador inmobiliario” y que defendía su modelo de negocio con el libre mercado.