CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El asesinato de George Floyd, el afroamericano que perdió la vida el 25 de mayo en Minneapolis, Minnesota (Estados Unidos), asfixiado por un policía blanco durante su arresto, fue un “acto de brutalidad gratuita”. Así lo subrayó la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, en un debate que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU inició este miércoles sobre el racismo y la violencia policial. Mediante un video, Philonise Floyd pidió a Naciones Unidas poner en marcha una "comisión independiente" sobre el asesinato de su hermano, George Floyd, en el que los policías –dijo-- no demostraron ningún tipo de piedad ni humanidad. Denunció que las vidas de los afroamericanos “no importan en Estados Unidos de América”, y cuando la gente alza su voz para protestar por el trato que reciben, “se les dispara y se les mata”, recalcó. Tras esa petición, la ONU inició este miércoles un debate de urgencia sobre las actuales violaciones de las garantías fundamentales, el racismo generalizado, la brutalidad policial y la violencia contra las protestas pacíficas desatadas tras la muerte del afroamericano. El asesinato de Floyd es un “acto de brutalidad gratuita” que se ha convertido en el emblema de un racismo sistemático que causa daños generalizados, de por vida e incluso durante generaciones, y con demasiada frecuencia letales, a millones de personas afroamericanas en Estados Unidos, afirmó la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos. “Se ha convertido en un emblema del uso excesivo de la fuerza desproporcionada por parte de las fuerzas del orden, contra las personas de ascendencia africana, las personas de color y contra los pueblos indígenas y las minorías raciales y étnicas en muchos países del mundo”, añadió Bachelet. Y más: “Las protestas de hoy representan la culminación del dolor y las largas luchas por la igualdad de muchas generaciones. Muy poco ha cambiado, durante demasiados años. Se lo debemos a los que se fueron antes, así como a los que vendrán. Hay que aprovechar este momento, por fin, para exigir un cambio fundamental e insistir en él”, resaltó. Por ello, la expresidenta de Chile destacó la necesidad de emprender una serie de actuaciones contundentes a nivel mundial, que sirvan “no sólo para reformar o reorganizar instituciones específicas y organismos encargados de hacer cumplir la ley, por muy importante que sean”, sino también “para combatir el racismo generalizado que corroe las instituciones de gobierno, afianza la desigualdad y fundamenta tantas violaciones de los derechos humanos. Y deben terminar los ciclos de impunidad que han permitido que esto suceda”. Independientemente de que las acciones de la policía se filmen y se divulguen en las redes sociales o no, “los actos de mala conducta del personal policial deben ser objeto de una investigación, sanción o enjuiciamiento inmediatos, sobre la base de las normas internacionales”, abundó. El veneno del racismo “sigue causando estragos” En su oportunidad, la vicesecretaria general de la ONU, Amina Mohammed, indicó que el racismo viola la Carta de las Naciones Unidas y “degrada nuestros valores fundamentales". Y recordó el llamado del secretario general “a desmantelar las instituciones racistas”. Mohammed resaltó el hartazgo popular ante esa situación, lanzándose masivamente a la calle para decir “basta”, y sostuvo que el veneno del racismo “sigue causando estragos, por lo que la lucha debe seguir adelante”. Prosiguió: “El mundo debe levantarse para acabar con todas las formas repugnantes de racismo. Pasemos hoy la página de la historia convirtiendo esta situación en un punto de inflexión al acordar que todos los humanos tienen el derecho de prosperar con dignidad y libres del racismo y la discriminación en todas sus formas”. Evocando a Martin Luther King Jr., la vicesecretaria general de la ONU señaló que ella también tiene un sueño: que su “nieta Maya crecerá en un mundo en el que no será juzgada por el color de su piel, sino por la fuerza de su carácter”.