WASHINGTON (apro).– El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, negó que exista influencia política en la inminente aprobación de la vacuna contra covid-19 desarrollada por la empresa farmacéutica Pfizer, como la ha dado a entender el todavía presidente Donald Trump.

El rechazo de Biden a una interferencia política para hacer bien a su presidencia, que inicia a partir del 20 de enero de 2021, se centra en el hecho de que la Administración Federal de Alimentos y Drogas (FDA, por sus siglas en inglés) está por dar luz verde a la vacuna.

“No hay influencia política en la aprobación de la vacuna, esta es una decisión tomada solamente con evidencia científica y las pruebas que se han llevado a cabo para contener la expansión del virus”, declaró Biden en Wilmington, Delaware.

El jueves, un consejo independiente compuesto por científicos, médicos y epidemiólogos recomendó, por 17 votos a favor y 4 contra, que la apruebe la vacuna contra el covid-19 elaborada por Pfizer.

Tras conocer la recomendación de la junta independiente sobre la vacuna, Trump, enfurecido, lanzó este viernes una serie de mensajes en su cuenta personal de la plataforma de Twitter, acusando a los especialistas de dejarse influir para recomendar la aprobación.

Trump indicó en uno de sus mensajes que “Biden pretende acreditarse el hecho” de que la FDA apruebe la vacuna contra el coronavirus, cuyos efectos siguen dándose en incrementos incontrolables de infección y muerte a causa del virus.

“La aprobación de la vacuna, su distribución y aplicación entre la población es un asunto de gran urgencia, dejemos de lado los intereses políticos de algo tan humano y necesario como es detener una crisis de salud (pública)”, apunto Biden.

La Casa Blanca amenaza al comisionado de la FDA

En paralelo a la molestia de Trump, su jefe de gabinete, Mark Meadows, envió una carta al comisionado de la FDA, Stephen Hahn, al que le advirtió que, si la vacuna no es aprobada a más tardar la tarde de este viernes 11 de diciembre, tendría que presentar su renuncia.

Antes de la amenaza de la Casa Blanca, al comisionado de la FDA ya se le había informado que la aprobación de la vacuna elaborada por Pfizer ocurriría en las próximas horas o este fin de semana, para que el remedio contra covid-19 se empezara a distribuir.

Biden, quien habló del tema de la vacuna en un evento para presentar públicamente a los nuevos candidatos a ocupar un puesto en su gobierno, reiteró que serán los trabajadores del sector salud y las personas de la tercera edad los primeros en recibir la vacuna.

“La inoculación de los trabajadores clínicos (médicos, enfermeras, paramédicos) y de las personas enfermas y mayores de edad que se encuentran en un estado vulnerable ante el virus, es la prioridad para poder contener adecuadamente la pandemia”, añadió Biden.

Esta semana, el próximo primer mandatario de Estados Unidos, anunció que durante los primeros 100 días de su mandato de cuatro años, se buscará suministrar la vacuna contra covid-19 a 100 millones de personas en su país.

En estos momentos y de acuerdo a las estadísticas que actualiza minuto a minuto la Universidad de Johns Hopkins sobre los efectos de la pandemia, hay 15 millones 721 mil 790 personas infectadas con covid-19 en Estados Unidos, y han perdido la vida 293 mil 633.

En el evento realizado en Wilmington, Biden presentó oficialmente a Tom Vilsack como su nominado para ser secretario de Agricultura; a la congresista Marcia Fudge, como secretaria de Vivienda y Desarrollo Urbano; a Denis McDonough,como secretario de Asuntos de los Veteranos de Guerra; a Katherine Tai, como representante Comercial Especial de la Casa Blanca, y a la embajadora Susan Rice, para directora del Consejo de Política Interior.