WASHINGTON (apro). – Mientras en ocho estados siguen contando los votos y donde las autoridades electorales no han reportado irregularidades, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump pide parar el conteo de los votos y se proclama víctima de fraude en los comicios presidenciales.

“Este es un fraude para la sociedad estadunidense… hemos ganado y necesitamos todos (los estados)”, declaró Trump en la madrugada de este miércoles 4 de noviembre y horas después de que se mantenga la incertidumbre sobre el resultado de la elección presidencial.

En contraste con la posición del presidente, el exvicepresidente y candidato demócrata, Joe Biden, abogó por la paciencia “y el conteo de todos los votos”, mostrándose optimista de que cuando se cuenten los sufragios él puede ser determinado el vencedor de los comicios.

Antes de salir al Salón Este de la Casa Blanca para declarar fraudulentas a las elecciones presidenciales, Trump había enviado un mensaje en su cuenta personal de Twitter, afirmando que los demócratas y Biden estaban “robando” los comicios.

Al percibir la falsedad en el mensaje del presidente, Twitte borró el contenido de lo señalado por el mandatario en cumplimiento con su compromiso de eliminar la difusión de noticias falsas en torno a las elecciones presidenciales.

Anuncia batalla legal

“No nos pueden alcanzar… ellos (los demócratas) saben que no nos pueden ganar, así es que vámonos a las cortes”, sentenció Trump en la Casa Blanca en alusión a que cuando se terminé el conteo de los votos y de no serle favorables; abrirá una batalla legal sobre el resultado.

Hasta el momento y entre los 41 estados en donde ya se han declarados cerrados los comicios, Trump tiene 213 votos del Colegio Electoral asegurados frente a los 224 en el haber de Biden.

Por los sufragios adelantados y enviados por medio del servicio postal, están pendientes Arizona, Carolina del Norte, Georgia, Michigan, Wisconsin, Pensilvania, Nevada y Alaska.

Para ganar la presidencia de los Estados Unidos, Trump o Biden necesitan 270 votos de los 538 distribuidos entre los 50 estados, territorios y la capital estadunidense, por lo que el conteo de todos los votos sufragados es esencial para determinar al ganador.

La posición del presidente de clamar victoria y al mismo tiempo denunciar un fraude inexistente, podría dar como resultado una pelea legal como el año 2000 en la que fue la Corte Suprema de Justicia la que tuvo la última palabra para determinar al presidente estadunidense.

En la mayoría de 8 estados donde las autoridades locales siguen contando los votos, con la excepción de Arizona y Nevada, el presidente Trump se mantenía adelante en el registro de los sufragios sin embargo nadie tiene garantía de que esa tendencia sea la final.