Covid 19
Alertan que la pandemia desatará hambre, desplazamientos y caída de remesas
Los migrantes, refugiados y solicitantes de asilo han sido los más afectados por cierres de fronteras, restricciones económicas y falta de acceso a la salud, de acuerdo con un informe del Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización Internacional de las Migraciones (OIM).CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La pandemia de covid-19 provocará un aumento del hambre y el desplazamiento de la población a nivel mundial, de acuerdo con el último informe del Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización Internacional de las Migraciones (OIM).
La pandemia y las medidas de confinamiento, dice el reporte, han aumentado la inseguridad alimentaria, es decir, aclara, la imposibilidad de acceder a la comida de forma regular, ya que los migrantes y quienes dependen de su ayuda económica buscan empleo desesperadamente.
Sin recursos sostenidos, muchos migrantes se verán obligados a regresar a sus hogares, lo cual provocará una caída temporal de las remesas que proporcionan un sustento esencial para alrededor de 800 millones personas, esto es, una de nueve personas en el mundo.
El Banco Mundial espera una caída del 14% en las remesas a los países de ingresos bajos y medianos para el 2021, mientras que el PMA proyecta que para fines de ese año al menos 33 millones de personas más podrían pasar hambre solo debido a la disminución de las remesas.
Un estudio de la OIM reveló que más de la mitad de migrantes centroamericanos que participaron en la encuesta perdieron su trabajo por la pandemia y un 82% tuvo que reducir la cantidad de remesas debido a que no tenía suficientes ingresos.
Los organismos resaltaron que en el Corredor Seco de la región, donde las sequías afectan a Nicaragua, Honduras, Guatemala y El Salvador, un 78% de los hogares dependen de las remesas para sobrevivir o complementar sus ingresos, mientras que más del 60% expresó preocupación por no tener suficiente para comer en agosto pasado, especialmente en Honduras.
Los migrantes, refugiados y solicitantes de asilo han sido los más afectados por cierres de fronteras, las restricciones de actividad económica y la falta de acceso a la salud y seguridad social de acuerdo con el informe, mientras que los ataques de xenofobia y otras expresiones de discriminación han aumentado con la pandemia.
Alrededor de 120 mil personas regresaron a su país de origen hasta octubre de 2020 y muchas se quedaron varados en las fronteras, según el informe, sin embargo, las autoridades venezolanas han rechazado a muchos de los que han regresado debido al declive económico de sus países de acogida.
“El impacto socioeconómico de la pandemia es más devastador que la propia enfermedad. Muchas personas de países de ingresos bajos y medianos, que hace unos meses eran pobres, pero podían sobrevivir, ahora encuentran que sus medios de vida han sido destruidos. Las remesas enviadas por los trabajadores en el extranjero a sus familias en el país también se han agotado, lo que ha provocado enormes dificultades. Como resultado, las tasas de hambre se están disparando en todo el mundo”, afirmó el director ejecutivo del PMA, David Beasley.
El informe explica que la inseguridad alimentaria y el desplazamiento están estrechamente relacionados, ya que el hambre es un factor crítico que impulsa a las personas a moverse. Nueve de cada diez de las peores crisis alimentarias del mundo se producen en países con el mayor número de desplazados internos, mientras que la mayoría de las personas desplazadas se encuentran en países afectados por la inseguridad alimentaria aguda y la desnutrición.
Ante esta situación, el PMA y la OIM pidieron a la comunidad internacional limitar el impacto inmediato en los más vulnerables y garantizar inversiones a largo plazo que aseguren un camino hacia la recuperación, ya que no se trata de una crisis temporal, sino de una profunda disrupción que cambiará los patrones de migración por varios años.
“Una migración bien gobernada, como se describe en la Red de las Naciones Unidas sobre Migraciones, es un elemento esencial de una respuesta efectiva a covid”, afirmaron y propusieron ocho acciones prioritarias para reconocer la relación entre el hambre y la migración dentro de la respuesta a la crisis actual.
Los organismos pidieron a los gobiernos garantizar que los migrantes, desplazados, refugiados y solicitantes de asilo puedan acceder a asistencia alimentaria y otras necesidades esenciales, así como a un acceso seguro a servicios e información; reconocer las contribuciones positivas de los migrantes y la diáspora y promover su inclusión en los sistemas de protección social.
Además, facilitar el flujo de remesas; promover ajustes a los marcos legales nacionales; garantizar el acceso a los servicios de justicia; contrarrestar la xenofobia, la estigmatización y la discriminación hacia personas en movimiento a raíz del covid-19 y mejorar los datos y el análisis sobre los impactos de la pandemia en la movilidad, remesas y la seguridad alimentaria.