CIUDAD DE MÉXICO (apro).- De enero a agosto de 2020, la demanda de viajes tuvo una caída del 70% debido en buena medida a la constante incertidumbre sobre la pandemia y la falta de confianza de los viajes, de acuerdo con la Organización Internacional del Turismo (OMT).

El último Barómetro OMT del Turismo Mundial reveló que la pandemia de covid-19 ocasionó un desplome de la industria hasta el mes de agosto con 700 millones de llegadas menos en comparación con el mismo periodo de 2019.

La caída, dijo, fue más evidente en los meses de julio y agosto, cuando las llegadas internacionales de turistas cayeron en un 81 y 79%, respectivamente, justo en los meses que coinciden con el verano y la temporada alta en el hemisferio Norte.

La OMT alertó que, en total, la caída ocasionó una pérdida de 730 mil millones de dólares, un déficit ocho veces más grande que el reportado en 2009 durante la crisis económica y financiera mundial.

El secretario general de la OMT, Zurab Pololikashvili, alertó que este declive sin precedentes tendrá consecuencias sociales y económicas dramáticas, y pone en riesgo millones de puestos de trabajo y empresas. Además subrayó la necesidad urgente de reanudar con seguridad la actividad turística, en el momento oportuno y de manera coordinada.  

De acuerdo con el barómetro, todas las regiones registraron importantes caídas en las llegadas. La región de Asia y el Pacífico experimentó una caída del 79% de las llegadas, seguida de África y Oriente Medio con un 69%, Europa 68% y las Américas 65%.

Luego de la reapertura gradual de las fronteras internacionales, Europa registró declives menores en julio y agosto (-72% y -69%, respectivamente); sin embargo, la recuperación duró poco, ya que el aumento de los contagios trajo de vuelta las recomendaciones y las restricciones de viaje.

A pesar de que la OMT previó un repunte del turismo internacional en 2021, especialmente en el tercer trimestre, el 20% de los expertos sugirió que el repunte no llegaría hasta 2022.

El organismo señaló que las restricciones de viaje son la principal barrera para la recuperación del turismo internacional, seguida por la baja confianza de los consumidores, el deterioro del entorno económico y la falta de una respuesta coordinada entre los países para garantizar protocolos armonizados y restricciones coordinadas.