Gran Bretaña: Pobreza y desigualdad social
LONDRES (apro).- Mark y su hermano David, de 10 y ocho años, viven en una pequeña vivienda de una habitación ubicada en la localidad costera inglesa de Clacton-on-Sea, en el condado de Essex, una de las zonas más pobres de Inglaterra.
Los hermanos, que apenas tienen dinero para ir al colegio, comparten la única habitación de la casa con sus padres, quienes actualmente están desempleados y han registrado una merma de sus ingresos por la decisión del actual gobierno conservador de Theresa May de reducir los subsidios públicos por desempleo y ayuda por hijo.
La familia inglesa vive con menos de mil libras esterlinas (mil 300 dólares) al mes, muy por debajo del salario promedio estimada en Gran Bretaña para 2018. Tanto los pequeños Mark como David se ven obligados a acudir diariamente a una olla popular creada en un centro comunitario de Clacton-on-Sea, debido a que sus padres no tienen suficiente dinero para pagar el alquiler de la vivienda y los alimentos necesarios para subsistir.
Esa dramática situación se está repitiendo en cientos de miles de familias de bajos recursos en sitios con altos índices de pobreza en el país, incluidos suburbios de Middlesbrough, Knowsley, Hull, Liverpool, Manchester y Blackpool. También en Gales, Irlanda del Norte y Escocia.
De acuerdo con sendos informes publicados en las últimas semanas en el país, Gran Bretaña se está convirtiendo en una nación cada vez más desigual, con un mayor número de niños y jubilados que viven bajo la línea de pobreza absoluta, tras un rápido deterioro de las finanzas públicas, un fuerte impacto por las incertidumbres generadas por el Brexit y un creciente costo de vida en el país.
Según un reporte del influyente ‘tanque de ideas’ Fundación Resolución, la proporción de niños en Gran Bretaña que vivirán bajo la línea de pobreza en los próximos años ascenderá a 37%, un récord histórico, en gran medida por un estancamiento de los salarios y recortes a los subsidios públicos como parte de los planes de austeridad del gobierno.
En un documento de 15 páginas publicado el pasado 20 de febrero, el organismo indicó que las familias británicas están experimentando un deterioro en sus estándares de vida debido a una falta de crecimiento económico en los últimos años desde el referéndum por el Brexit de junio de 2016.
El problema se ha exacerbado notablemente por el impacto que ha tenido el proceso de negociación de salida británica de la Unión Europea (UE). Los salarios promedio de los trabajadores británicos no han aumentado en los últimos dos años, a pesar de un incremento en los costos de vida, de alimentos, transporte y servicios.
Esta situación económica y social, la peor registrada en décadas, afecta principalmente a familias de bajos y medianos recursos, llevando a un mayor nivel de pobreza infantil.
Las familias más vulnerables son también las que más se ven afectadas por recortes a los subsidios de vivienda, por desempleo, discapacidad y ayudas por niño.
Desde este abril, el gobierno de May implementó además nuevos recortes a subsidios públicos por un valor de al menos mil 500 millones de libras esterlinas (unos 2 mil millones de dólares), como parte de su paquete de medidas de austeridad para reducir el déficit fiscal en el Reino Unido.
Según la Fundación Resolución, el índice de pobreza infantil en el Reino Unido ha creciendo desde 2011 --cuando comenzaron a gobernar los conservadores bajo el mandato de David Cameron--, y estimó que para 2023 la cifra trepará hasta al menos un 37%, que implicaría otro millón de niños bajo la línea de pobreza absoluta.
Adam Corlett, analista económico y uno de los principales investigadores de la Fundación Resolución, afirmó que muchas familias británicas han enfrentado en el último año recortes de hasta 2 mil dólares anuales en sus ingresos debido a la inflación y la merma de subsidios públicos.
“Existe ahora un enorme peligro de que los salarios sigan estancados por años y que la economía no logre crecer como debe, empeorando aún más esta terrible situación para tantas familias”, agregó el especialista.
“Las perspectivas para las familias de medianos y bajos recursos son bastante malas”, agregó Corlett, y citó el recorte de subsidios públicos como el problema más grave que enfrenta ese grupo social.
El experto inglés indicó además que, debido a las incertidumbres económicas para Gran Bretaña como consecuencia del Brexit, sumadas a una falta de políticas claras para revertir la pobreza por parte del gobierno, el país se encamina a registrar niveles récord de pobreza infantil.
Louisa McGeehan, directora de políticas del Grupo Acción contra la Pobreza Infantil, afirmó que el informe de la Fundación Resolución es “un llamado de alerta gravísimo” al gobierno de May.
“Debido a años de devastadores recortes al sistema de subsidios públicos y al Sistema de Bienestar, el problema de la pobreza infantil se ha transformado en una crisis de escala nacional que dañará las oportunidades de vida de toda una generación de niños, como también de la economía en su conjunto”, subrayó la especialista en pobreza infantil.
El reporte advirtió, además, que para el próximo año la mayoría de los niños de padres solos o de familias numerosas podrían terminar viviendo bajo pobreza relativa, que afectará sus oportunidades de desarrollarse adecuadamente.
En tanto, en un reporte dado a conocer el pasado 28 de marzo, el Ministerio de Trabajo y Pensiones británico confirmó que el número de niños y jubilados que viven bajo la pobreza absoluta aumentó en el período fiscal 2017-2018, debido a que la inflación y los costos por vivienda cercenaron sus ingresos.
La desigualdad social y económica también aumentó para las familias de medianos recursos, que históricamente habían estado más protegidas ante las crisis económicas.
Grupos que hacen campaña contra la pobreza en Gran Bretaña llamaron al gobierno conservador a revertir la preocupante tendencia, que ha empeorado notablemente desde abril de 2018.
Los expertos estiman que la situación empeorará aún más como consecuencia de las actuales políticas económicas del gobierno, elevando los índices de pobreza y desigualdad social en el país hasta por lo menos mediados de la década actual.
Al respecto, Frances O’Grady, secretaria general del principal sindicato de trabajadores estatales, TUC, afirmó que una combinación de salarios bajos, trabajos inestables y recortes de subsidios públicos, han dejado a millones de familias atrapadas en la pobreza.
“Tenemos que repensar la economía británica para hacerla nuevamente más justa para todos. La gente debería tener más control sobre su vida laboral y recibir una porción más equitativa de las riquezas que genera”, indicó la gremialista.
Una familia vive bajo la línea de pobreza relativa en Gran Bretaña si sus ingresos están por debajo del 60% del salario promedio registrado en 2018, estimado actualmente en unas 500 libras semanales (650 dólares). Una familia se considera que vive en la pobreza absoluta si sus ingresos están por debajo de los ingresos del 60% computados en 2010.
En marzo de este año el Ministerio de Trabajo y Pensiones británico debió admitir que el número de niños que vive bajo la pobreza absoluta en el país aumentó en 200 mil casos en 2018.
Como resultado de ello, el 30% de los niños, o 4.1 millones, vive ahora por debajo de la línea de pobreza. El gobierno conservador admitió también que el 70% de los niños que vive en la pobreza pertenece a familias trabajadoras, o compuestas por personas desempleadas.
También confirmó que el porcentaje de jubilados y pensionados que están en la pobreza aumentó al 18% del total en 2018.
Al respecto, un portavoz de dicho ministerio confirmó en entrevista telefónica a Proceso que la Administración de May, que enfrenta un catastrófico shock económico en caso de no conseguir un acuerdo comercial con la UE por el Brexit, “está trabajando para combatir la pobreza, que sigue siendo una prioridad máxima”.
“Consideramos este problema como extremadamente serio”, subrayó.
El vocero agregó que debido a que muchas familias británicas aún precisan apoyo del Estado, “el gobierno destinará para los próximos años al menos 95 mil illones de libras esterlinas (125 mil millones de dólares) en subsidios para los más vulnerables”.
“Estamos analizando qué más podemos hacer para ayudar a las familias vulnerables a mejorar sus condiciones de vida y tener más oportunidades”, dijo el vocero ministerial.
Los crecientes costos de vida, en especial por vivienda, alquileres y gastos de gas y electricidad, se han convertido en los últimos 30 años en importantes factores que llevaron a muchas familias de escasos recursos a vivir por debajo de la línea de pobreza, empeorando así los índices de desigualdad social y económica en Gran Bretaña.
Por su parte, la Oficina Nacional de Estadísticas, que es independiente del gobierno, explicó que los problemas de vivienda en el país llevarán a un empeoramiento de la situación en materia de pobreza infantil para los próximos 10 años.
Ese organismo indicó que hay al menos 847 mil niños de familias trabajadoras en Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte que viven en la pobreza por la única razón de que sus viviendas son demasiado costosas. Esto representa un aumento del 30%, o 193 mil niños, desde 2010.
El aumento de alquileres y la falta de viviendas sociales o de bajo costo han sido responsables en parte por ese incremento.
Kate Henderson, directora ejecutiva de la Federación Nacional de la Vivienda británica, explicó que la creciente desigualdad social y económica se debe en parte a la crisis habitacional que existe en el país.
“No hay una señal más clara o evidente para el gobierno para que se dé cuenta que el país necesita desesperadamente de más viviendas sociales, de una inversión directa en el presupuesto para construir más casas, con el fin de darle mejores oportunidades de vida a millones de familias vulnerables. Esto se ha convertido ahora en uno de los temas más cruciales, especialmente en medio de tanta incertidumbre generada por el Brexit”, concluyó.