Mexicano lideró asalto a la Embajada de Norcorea en España; dio la información robada al FBI

martes, 26 de marzo de 2019 · 13:43
MADRID, España (apro).– El ciudadano mexicano residente en Estados Unidos, Adrián Hong Chang, fue quien lideró el asalto a la Embajada de Corea del Norte en Madrid del pasado 22 de febrero, según señala la investigación que dirige el juez de la Audiencia Nacional, José de la Mata. Al levantar el secreto de sumario de esta investigación por los delitos de allanamiento de morada, detenciones ilegales, lesiones, falsificación documental, amenazas y robo, cometidos por organización criminal, el magistrado reveló que un mexicano fue quien encabezó este hecho que puso en alerta al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) español y a los servicios de Información de la Policía Nacional. En uno de los autos en los que se acuerdan diligencias, el magistrado relata lo sucedido antes, durante y después del asalto, y apunta que fue un grupo de diez personas encabezado por Adrián Hong Chang, en el que también participaron dos personas ya identificadas, el estadunidense Sam Ryu y el sudcoreano Woo Ran Lee. El supuesto líder, Adrián Hong Chang, cinco días después del asalto, dice el juez, entró en contacto con la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) en Nueva York con el fin de facilitar información relativa al incidente en la embajada, ubicada en el madrileño barrio de Aravaca. Le facilitó al FBI información relativa al incidente en la embajada, así como el material audiovisual supuestamente obtenido. Según este relato, el mexicano afincado en Estados Unidos hizo saber al FBI que llevó a cabo el asalto bajo su propia voluntad junto con un grupo de personas no identificadas. Como parte de los preparativos, el mismo día del asalto, Hong Chang compró en una tienda de Madrid material táctico y de combate consistente en 5 fundas de pistola de extracción rápida, 4 cuchillos de combate, 6 pistolas simuladas HK, una sobaquera, cuatro gafas de tiro, 5 linternas tácticas, entre otras cosas. Los otros dos señalados, el estadunidense y el sudcoreano, también compraron en una ferretería de Madrid una cizalla, varios “desencofradores”, rollos de cinta de doble cara, cinta americana, alicates y una escalera telescópica, entre otras cosas. El juez explica cómo Hong Chang se presentó en la embajada norcoreana a las 16:34 de ese 22 de febrero y pidió ver al encargado de negocios, al que ya conocía de una visita previa en la que se había hecho pasar por empresario. Aprovechando un descuido del personal, franqueó el paso a otros miembros del grupo que se encontraban apostados en el exterior y penetraron a la legación diplomática portando machetes, cuchillos, barras de hierro y armas de fuego simuladas y “comenzaron a golpear violentamente a sus ocupantes, hasta que consiguieron reducirlos y colocarles grilletes y bridas para inmovilizarlos”. Una de las personas que estaba retenida pudo saltar desde el primer piso –lo que le provocó lesiones– y escapar por una de las salidas, donde fue auxiliada por algún vecino que solicitó la presencia de la policía y los servicios de emergencia.   Engañó a la policía Tras montar un perímetro de seguridad, los policías llamaron a la puerta de la embajada, donde les abrió el mexicano Adrián Hong Chang, quien se había colocado un saco de vestir que portaba un pin con la cara del presidente de la República Popular de Corea y se presentó como alto represente del organismo, indicando a los agentes que no había ningún problema en el interior y que si había alguien herido debían comunicarlo oficialmente al consulado. De acuerdo con el relato judicial, los asaltantes se identificaron como integrantes de una asociación de derechos humanos para la liberación de Corea del Norte. Tras 60 minutos en la sala de reuniones, tres de los asaltantes se llevaron al encargado de negocios a una de las habitaciones del sótano y allí dos de ellos le incitaron a abandonar Corea del Norte “identificándose como miembros de una asociación o movimiento de derechos humanos para la liberación de Corea del Norte”. Cuando éste les aseguró que no traicionaría a su país y no desertaría, fue de nuevo maniatado y le volvieron a cubrir la cabeza con una bolsa negra. Los asaltantes retuvieron durante horas a varias personas que se encontraban en la embajada, tiempo en el que los mantuvieron inmovilizados con grilletes y bridas, y los estuvieron golpeando. Asimismo, el grupo que perpetró el asalto se apoderó de un par de memorias portátiles, dos computadoras, dos discos duros –uno de ellos de almacenamiento de imágenes de seguridad– y un teléfono celular. Posteriormente, se apoderaron de tres vehículos propiedad de la embajada y la mayor parte del grupo asaltante abandonó el lugar alrededor de las 21:40 horas, dejando en el interior a “las personas que habían detenido inmovilizadas”. Hong Chang y otro de los asaltantes abandonaron después la embajada por la parte posterior, donde tomaron otro vehículo. Tras el asalto, el mexicano se desplazó a Lisboa y de allí salió inmediatamente en un vuelo con destino a Estados Unidos, y llegó el 23 de febrero al aeropuerto de Newark, en Nueva jersey.   Ofrece la información robada al FBI El día 27 de febrero, Hong Chang entró en contacto con el FBI con el fin de facilitar la información relativa al incidente en la embajada, así como del material audiovisual supuestamente obtenido. Según la resolución del juez De la Mata, el asaltante ofreció “superficiales detalles de cómo se llevó a cabo el asalto y aseguramiento del edificio”. Asimismo, señala que, en su huida, el “grupo criminal” se dividió en cuatro grupos y se dirigieron a Portugal, volando Hong Chang desde Lisboa a Nueva York. El asalto se produjo sólo unos días antes de la segunda cumbre entre el presidente estadunidense, Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong-Un, en Hanoi, que terminó sin alcanzar acuerdos sobre el proceso de desnuclearización del país asiático. Una figura clave en esta cumbre fue Kim Hyok Chol, quien fue embajador de Corea del Norte en Madrid, y que fue expulsado por el gobierno del entonces presidente Mariano Rajoy, en respuesta a los ensayos nucleares y balísticos de Pyongyang. Casi año y medio después de la expulsión de España de Kim Hyok Chol es que se produjo este incidente en la legación diplomática norcoreana en Madrid.

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