ROMA (apro).- Víctimas de pederastia clerical, sus abogados y asociaciones que en el pasado terminaron decepcionadas por la lentitud con la que el Vaticano abordó la cuestión, festejaron la
decisión del Papa Francisco de levantar el secreto pontificio sobre las denuncias, testimonios y documentos en casos de abuso que involucran a sacerdotes.
“Parece un primer paso positivo hacia la transparencia y la colaboración con las autoridades judiciales”, dijo en declaraciones a Apro la abogada Daniela Cultrera, quien ha defendido a víctimas de Vladimir Reséndiz Gutierrez, exlegionario de Cristo condenado recientemente, en primera instancia, por un tribunal del norte de Italia, luego de una compleja batalla judicial.
“Me parece importante también la prohibición de imponer el silencio a los denunciantes o a los testigos”, añadió Cultrera, quien presentó otra demanda por un opaco acuerdo de confidencialidad que miembros de la Legión querían imponer a su cliente. Un procedimiento cuya primera audiencia está prevista para marzo próximo.
“Las nuevas directrices del Papa Francisco respecto de la pederastia clerical constituyen un lento, injusto y doloroso proceso (…) que está terminando con el manejo secreto y discrecional desde la Santa Sede”, comentó a su vez el exsacerdote Alberto Athié, una de las caras más conocidas de la lucha contra los abusos de curas en México.
“Este paso puede ser un camino a la reconstrucción de la verdad y la colaboración con la justicia civil. Pero ya veremos...”, agregó Athié.
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En esa misma línea, Francesco Zanardi, abusado por un obispo cuando tenía 11 años --hoy presidente de la asociación de víctimas Rete L’Abuso y quien en mayo pasado criticó duramente los avances del Vaticano tras la gran cumbre antipederastia, en febrero pasado--, manifestó que se trata de una decisión “concreta" de Francisco.
“Esta era una de las medidas fundamentales que en las reuniones con representantes vaticanos, en febrero pasado, habíamos pedido junto con Ending Clergy Abuse (ECA), Survivors Network of those Abused by Priests (SNAP) y otros representantes de víctimas”, reveló Zanardi.
Más eufórico aún, Juan Carlos Cruz, una de las víctimas del polémico sacerdote chileno Fernando Karadima, calificó el gesto como el fin del “carnaval del secreto y la oscuridad”, con lo que “se le dio vuelta a su oscuro mundo en 180 grados”.
En su cuenta de Twitter escribió: “Que los obispos y cardenales de Chile y obispos del mundo entero oigan fuerte y claro lo que acaba de decir el Papa. Ya no podrán esconderse ni imponer secretos para tapar el terror que han causado. Bien lo que hizo el Papa”.
Por su parte, la irlandesa Marie Collins, sobreviviente de abuso infantil y miembro fundador de la Comisión Anti-abusos, de la que dimitió tras denunciar los pocos avances, subrayó: “Excelentes noticias. Finalmente, un cambio real y positivo”.
Gran parte de las víctimas que en el pasado recibieron señales de apertura del Vaticano, dieron la espalda este año a las principales medidas anunciadas por la Iglesia. Decepcionados por la cumbre de febrero, muchos también tuvieron palabras muy duras y criticaron las posteriores reformas anunciadas por el papado de Francisco.
Y ahora, por primera vez, el Vaticano obtiene el beneplácito directo de los afectados, si bien todavía falta camino por recorrer.
La reforma también ha sido aplaudida por numerosos sostenedores de Francisco que defendieron la medida.
Esta decisión llega “en el momento justo”, afirmó Charles Scicluna, secretario adjunto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y uno de los sacerdotes que más de cerca han seguido en estos años las denuncias de pederastia clerical.
El levantamiento del secreto pontificio se pondrá en marcha cuando el denunciante presente una petición oficial en contra de su presunto abusador o de un encubridor, precisó Giuseppe Della Torre, antiguo presidente del Tribunal de la Ciudad del Vaticano.
A quienes denuncian abusos, la medida permitirá tener conocimiento de las decisiones tomadas por la Santa Sede, y los tribunales ordinarios de todo el mundo podrán pedir la documentación, que hasta ahora era inaccesible.
Defensores laicos
Además de levantar el secreto pontificio, Francisco aprobó otra ley que amplía el delito de pedo-pornografía para víctimas de hasta 18 años (el límite era de 14 años), y previó que también laicos y no solo sacerdotes, como ocurría hasta ahora, puedan ser defensores o procuradores en juicios religiosos involucrados.
El Vaticano anunció el histórico cambio a través de un documento llamado ‘rescriptum ex audientia”, términos en latín que indican un procedimiento por el cual el Papa convierte un texto en ley, tras una audiencia con uno de sus colaboradores.
A pesar de que ninguno se manifestó abiertamente, vaticanistas en Roma afirman que el Papa habría tenido una fuerte oposición de gran parte de la curia romana, en su propósito de aprobar la reforma.