El peronismo retoma el poder en Argentina; Alberto Fernández asume la presidencia
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Recibimos un país frágil y golpeado. Apelamos al compromiso de todos los sectores", dijo el peronista de centro izquierda Alberto Fernández tras jurar ante el Congreso como presidente de Argentina.
Decenas de personas salieron a las calles para expresar su apoyo al mandatario en su recorrido hacia el Congreso donde recibió la banda presidencial y el bastón de mando de manos del liberal Mauricio Macri, quien deja al país en medio de una crisis económica.
La escena fue muy distinta a la de hace cuatro años, cuando Cristina Kirchner dejó la presidencia un día antes de lo previsto y Macri fue investido por el presidente provisional del Senado.
Esta vez, Kirchner, de 66 años, juró como vicepresidenta y asumió la presidencia del Senado.
“Yo Cristina Fernández juro por Dios la patria y sobre estos santos evangelios desempeñar con lealtad y patriotismo el cargo de vicepresidente de la nación a observar y a ser observada fielmente la Constitución de la nación Argentina si así no lo hiciere Dios y la patria me lo demandan”, dijo al rendir protesta.
Alberto Fernández, abogado de 60 años y exjefe de gabinete de Néstor y de Cristina Kirchner entre 2003 y 2008, se pronunció por “superar el muro” del rencor y del odio y también del hambre.
En el acto de toma de protesta estuvieron ausentes mandatarios de la región como el de Paraguay, Mario Abdo Benítez; y de Uruguay el entrante Luis Lacalle y el saliente Tabaré Vázquez. Quien sí estuvo presente fue el presidente cubano Miguel Díaz Canel.
Sebastián Piñera, presidente de Chile, informó vía Twitter que se quedaría en su país para monitorear las tareas de búsqueda de un avión militar chileno que desapareció el lunes cuando se dirigía a la Antártida con 38 pasajeros a bordo.
En tanto, el principal socio comercial de Argentina: Brasil fue representado por el vicepresidente Hamilton Mourao.
Había rumores sobre la asistencia del expresidente boliviano Evo Morales, a quien Alberto Fernández ofreció asilo tras lo que él mismo calificó como un golpe de Estado en Bolivia. Sin embargo, Morales no asistió y sólo dedicó un tuit de felicitación a Cristina y Alberto Fernández.
https://twitter.com/evoespueblo/status/1204429133167628289?s=20
Saldos y festejos
Como parte de los festejos por el cambio de gobierno se tiene preparada una fiesta musical de cumbia y rock en la plaza de Mayo, sobre la que se erige la Casa Rosada y de la cual fueron retiradas por orden de Fernández las vallas que limitaban el paso hacia la sede presidencial. La plaza amaneció atiborrada de banderas y pancartas de apoyo de distintas agrupaciones políticas y sindicatos al nuevo gobierno. Fernández convocó a los argentinos a la "unidad" para un "nuevo contrato social solidario”, escenario que se percibe complicado debido a la división que existe entre los argentinos. Y pese a que en 2001 vivió su peor crisis, con el mayor default de la historia, cinco presidentes en una semana y saqueos y disturbios que dejaron una treintena de muertos, del país sudamericano se esfuerza por evitar otro estallido, en particular cuando países cercanos como Chile, Bolivia, Ecuador o Colombia atraviesan por duras protestas ciudadanas. Macri deja al país con una inflación de 42.2% con cifras hasta octubre, un aumento de la pobreza de 35.4% y una caída del Producto Interno Bruto de -3.1% para 2019. Fernández se propone ahora mejorar los ingresos de los más vulnerables, a través de más fondos en ayuda social, pero también aumentos salariales y de pensiones para las franjas más bajas. Rosendo Fraga, un analista consultado por la agencia AFP advirtió sobre las elevadas expectativas de muchos argentinos. En su opinión, el riesgo es la ansiedad de la gente de que se produzca un cambio rápido en materia social.“Fernández deberá administrar las expectativas y para ello su instrumento más importante es el peronismo, los sindicatos y los movimientos sociales moderados", consideró.