Día de furia en Bogotá: saqueos, despliegue de tropas y caos general marcan la jornada
BOGOTÁ (apro).- La capital colombiana vivía este viernes un día de furia en el que varios grupos de jóvenes y encapuchados se enfrentaron con la policía antimotines, mientras eran atacados edificios de gobierno, estaciones del transporte público y comercios, varios de los cuales fueron saqueados.
El alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, dijo que cuatro mil soldados habían sido desplegados por la ciudad para ayudar a la policía, que parecía desbordada en varios puntos, “a resguardar el orden”.
Y además anunció un toque de queda en la ciudad a partir de las 8 de la noche, hora local (01:00 horas GMT del sábado).
“Tenemos unos 20 mil uniformados con sus armas en las calles, entre policías y soldados, pero a diferencia de otros países donde hay manifestaciones, aquí no ha habido muertes”, señaló el alcalde, quien atribuyó los disturbios a “una minoría violenta”.Dirigentes sociales denunciaron, sin embargo, que en algunos casos la policía antidisturbios ha originado la violencia al atacar con gases lacrimógenos a grupos de jóvenes que se manifiestan de manera pacífica.
“Hoy otra vez sacaron a todo el mundo de la Plaza de Bolívar (epicentro de los poderos públicos) a punta de gases lacrimógenos. No había vándalos al parecer. A este paso, mañana pueden terminar poniéndole una cerca”, escribió en su cuenta de Twitter la politóloga Sandra Borda.El alcalde Peñalosa aseguró que las autoridades tienen información de inteligencia que indica que hay grupos que “tratarán esta noche de seguir con la ola de saqueos y con actos de vandalismo, pero no lo vamos a permitir”. En medio de la violencia y los enfrentamientos entre jóvenes encapuchados y la policía, miles de bogotanos salieron a protestar a las calles haciendo sonar cacerolas, mientras miles más lo hacían desde sus viviendas. Los cacerolazos se repetían en varias ciudades del país. https://twitter.com/Col_Informa/status/1198052319155425281?s=20 Dirigentes políticos opositores pidieron al presidente Iván Duque convocar a un diálogo nacional para bajar la tensión social que se registra en Bogotá y en varias ciudades del país. Las protestas comenzaron el jueves en todo Colombia con un paro nacional en el que participaron cientos de miles de personas para demandar a Duque cumplir los acuerdos de paz con la exguerrilla de las FARC, parar un “paquetazo” que impulsan sectores de su ultraderechista partido Centro Democrático y que debilitaría los salarios y las pensiones, y detener la matanza de líderes sociales. Las protestas transcurrieron en calma, pero al finalizar varios grupos de encapuchados se enfrentaron a la policía y causaron destrozos en edificios públicos, estaciones del Transmilenio y comercios, lo que se agudizó este viernes en la capital del país. El sistema de transporte público dejó de funcionar en la mayoría de Bogotá, lo que obligó a cientos de miles de personas a caminar largas distancias para trasladarse de sus trabajos a sus casas.
“No hay transporte para ningún lado, el Transmilenio (sistema de autobuses con carriles exclusivos) no funciona y los pocos buses que pasan van llenos”, precisó a un canal de televisión una señora que intentaba subirse a una camioneta particular que transportaba a varias personas hacia un sector del sur de Bogotá.Las principales avenidas de la ciudad lucían llenas de gente que caminaba hacia sus hogares. Algunas de ellas habían cumplido recorridos de dos y tres horas.
“Esto es un caos, el presidente debe abrir un diálogo con los ciudadanos”, dijo a una radio local el empleado público jubilado Carlos Andrés Suárez.Los disturbios abarcaban el centro, el sur, el norte y el occidente de Bogotá. De acuerdo con el senador opositor Iván Cepeda, el gobierno de Duque prepara una declaración “de estado de conmoción interior”, lo que le daría facultades al mandatario para adoptar, por decreto, medidas extraordinarias para garantizar el orden público, incluso aunque afecten derechos fundamentales. https://twitter.com/NoticiasRCN/status/1198057408297361413?s=20