Gran Bretaña: la saga del Brexit apresura elecciones
LONDRES (apro)- El gobierno del primer ministro conservador Boris Johnson está profundamente dividido acerca de si seguir adelante para conseguir que su acuerdo del Brexit con la Unión Europea (UE) sea aprobado finalmente por el Parlamento de Westminster, o jugarse el futuro político en unas elecciones adelantadas previstas para noviembre o diciembre próximo.
Johnson, cuyo acuerdo del Brexit con la UE logró pasar esta semana el primer escollo en la Cámara de los Comunes, aunque luego fue derrotado sobre el cronograma de tres días que había propuesto para su aprobación parlamentaria, indicó que tomará una decisión final una vez que los gobernantes de la UE decidan o no dar una prórroga al Reino Unido por el Brexit.
Gran Bretaña tenía previsto abandonar el bloque comunitario este 31 de octubre, pero tras la negativa del Parlamento británico a debatir el acuerdo en sólo tres días como tenía previsto Johnson, el gobierno se vio obligado por ley a pedir una segunda extensión por el Brexit hasta el 31 de enero de 2020.
Este miércoles 23 de octubre, Johnson y el jefe de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, se reunieron a puerta cerrada en las oficinas del Parlamento para tratar de hallar una salida al “impasse” político por el cronograma del Brexit, que tiene en vilo a todo el país. Sin embargo, la reunión concluyó sin ninguna posición común.
Varios ministros del gobierno, incluido el secretario para Irlanda del Norte, Julian Smith, se muestran cautelosos acerca de convocar a elecciones adelantadas para noviembre o diciembre próximo.
Esos funcionarios oficialistas consideran que la mayoría de 30 votos que obtuvo Johnson en la primera votación parlamentaria del martes 22, permitiendo hacer ingresar el proyecto de ley por el Brexit en la Cámara de los Comunes, implica que hay suficiente apoyo en el Parlamento para que dicho acuerdo por el divorcio británico de la UE se convierta en ley.
Smith analizó las distintas enmiendas propuestas para el proyecto de ley del Brexit, y concluyó que no cree que ninguna de ellas modifique sustancialmente la legislación.
“Los parlamentarios conservadores están completamente divididos acerca de si la mejor solución es llamar a unas elecciones adelantadas debido al ‘impasse’ en la Cámara de los Comunes”, indicó una fuente del partido “Tory” a Apro.
“Muchos creen que lo mejor es continuar debatiendo el proyecto de ley en el Parlamento hasta que este sea aprobado. Sería mucho mejor llamar a elecciones una vez que logremos aprobar esa legislación en los Comunes”, agregó.
Sin embargo, el ala más radical de los conservadores, que busca un ‘Brexit duro’ sin acuerdo alguno con la UE, considera que las enmiendas que propondrá el Partido Laborista y otras agrupaciones políticas como el Partido Nacionalista Escocés (SNP), incluida la opción de que Gran Bretaña permanezca en la unión aduanera de la UE, “debilitarán enormemente” el proyecto de Brexit negociado por Johnson con Bruselas, “haciéndolo inviable”. A la cabeza de ese grupo está el jefe de la Cámara de los Comunes, Jacob Rees-Mogg, quien cree que la mejor forma de abandonar la UE es sin acuerdo alguno, permitiendo según él que el país haga acuerdos comerciales con otros países bajo las regulaciones de la Organización Mundial de Comercio.
Luego de perder la votación por el cronograma del Brexit, Johnson decidió pausar el proyecto de ley en los Comunes, y dio a entender que esperará conocer la decisión de la UE antes de llamar a elecciones anticipadas. El primer ministro dejó además en claro a los gobernantes europeos que personalmente no está a favor de ninguna extensión, y que su intención es conseguir la salida británica el 31 de octubre, algo que parece ahora cada vez más improbable.
Sin embargo, varios de sus funcionarios estarían negociando a puertas cerradas con representantes del Laborismo para explorar la idea de un nuevo cronograma por el acuerdo del Brexit, de tan sólo algunos días o pocas semanas, para que se apruebe esa ley en el Parlamento.
El nuevo acuerdo pautado por Johnson con la UE logró quitar el llamado ‘backstop’, la garantía legal para evitar una frontera física entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte que entraría en vigor en caso de que Reino Unido y la UE no llegaran a un acuerdo comercial durante el período de transición del Brexit, en diciembre de 2020. Corbyn y su partido expresaron mucha preocupación por el nuevo acuerdo, que consideran reducirá significativamente los estándares en materia medioambiental, los derechos de consumidores y de los trabajadores, además de poner en peligro la unión de los cuatro países que conforman el Reino Unido: Inglaterra, Gales, Irlanda del Norte y Escocia.
Mientras tanto, Corbyn enfrenta presión de sus filas laboristas para resistir un eventual pedido de Johnson para elecciones adelantadas. Bajo las actuales normativas, unas elecciones adelantadas en el Reino Unido sólo pueden ser convocadas si éstas obtienen la aprobación de un 66% de los parlamentarios.
Por ahora el Laborismo se ha negado a confirmar si apoyará o no a los conservadores en el pedido de elecciones, en caso que la UE acepte una extensión para el debate del Brexit hasta el 31 de enero.
Aunque de forma no oficial Corbyn dijo que está de acuerdo con unos comicios adelantados, por ahora se desconoce cuáles serán las garantías y cláusulas que le exigirá al gobierno para apoyar ese voto anticipado.
La deliberada ambigüedad del Laborismo se debe en parte a las preocupaciones de muchos parlamentarios opositores acerca de la posibilidad de que el partido abandone la idea de un segundo referéndum en pos de unas elecciones adelantadas.
Al respecto, varios legisladores laboristas indicaron al periódico The Guardian que la mitad de la bancada opositora podría rebelarse si Corbyn obliga a sus legisladores a apoyar el pedido del gobierno para comicios adelantados. Los laboristas temen además sufrir una derrota abrumadora en las urnas, como están indicando la mayoría de los sondeos.
Las últimas encuestas de opinión indican que en caso de llamarse a elecciones adelantadas para este año, el Partido Conservador de Johnson arrasaría en los comicios, obteniendo una mayoría con al menos el 37% de los votos, por sobre los Laboristas, que quedarían en segundo lugar, con sólo el 24%.
La encuesta, elaborada por la consultora DeltaPoll a 2 mil 17 británicos, indicó además que la tercera fuerza política, los Liberales Democráticos, obtendrían el 19% de los votos, delante del Partido por el Brexit que encabeza Nigel Farage, en cuarto puesto con el 11% de los votos.
Sin embargo y tras ser consultados acerca de qué votarían en caso de un segundo referéndum por el Brexit, el 55% de los británicos dijo que votaría para seguir dentro de la UE, mientras que el 45% lo haría para abandonar el bloque comunitario.
Otra encuesta, realizada por la empresa YouGov a mil 689 británicos, indicó que en caso de comicios anticipados, los conservadores obtendrían el 37% de los votos, delante de los laboristas, con el 22%. Los ‘Lib-Dems’ terminarían en el tercer puesto, con el 18%, y el Partido del Brexit le seguiría con el 11%.
De todos modos, ambas encuestas coincidieron en que para la mayoría de los británicos, el gobierno de Johnson está manejando el tema del Brexit “bastante mal”. En el sondeo de YouGov, el 72% sostuvo que el Primer Ministro no está haciendo bien las cosas con respecto al Brexit, comparado con un 20% que opinó lo contrario.
En todo caso y a pesar de las dificultades, un 43% sostiene que Boris Johnson es mejor político que Jeremy Corbyn, este último que obtuvo sólo un 20% de aprobación popular.
Otro sondeo, elaborado por Sky Data el pasado 23 de octubre, concluyó que las diferencias de opinión por el Brexit han transformado a Gran Bretaña en una nación cada vez más dividida e infeliz.
Luego de más de tres años y medio de complejas negociaciones por el Brexit con la UE y de una década de políticas de austeridad y recortes presupuestarios, sumado a un estancamiento de los salarios, la población británica ha quedado muy decepcionada con los políticos. Esa encuesta indicó que un 49% de los británicos está insatisfecho con la labor de Johnson, comparado con un 46%, que opinó lo contrario. A pocos meses de asumir su cargo al frente del gobierno, Johnson cuenta con un 31% de aprobación popular, por debajo de otros mandatarios después de ese mismo período de mandato, incluyendo John Major (44%), Tony Blair (46%) y David Cameron (34%). Además, el sondeo reveló que los británicos desconfían cada vez más de los políticos y del Parlamento. Un 69% dijo que siente desconfianza por todo el “establishment” político, incluyendo a funcionarios y legisladores, un aumento de 20 puntos desde 2010. Desde la UE, el pedido es por mayor claridad y definiciones desde Londres.
“Ahora sólo nos queda esperar, en el doble sentido de la palabra. El conjunto de los europeos hemos hecho todo lo que estaba en nuestras manos por evitar el horizonte de una salida abrupta por parte del Reino Unido. Esperamos que, lo antes posible, tenga a bien tomar una decisión definitiva sobre su futuro, tanto si es en el seno de la Unión Europea, como si lo es fuera. Nuestros ciudadanos, nuestras empresas y todos nuestros proyectos y retos europeos necesitan que este Brexit interminable concluya de una vez por todas”, resumió Marco Aguiriano Nalda, secretario de Estado para la UE.