La presunta espía rusa Maria Butina se declara culpable de conspirar contra EU
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La activista rusa Maria Butina se declaró hoy culpable de participar en actividades de espionaje para su país natal con la finalidad de influir en la política estadunidense.
La acusada, quien residía en Washington y fue arrestada el pasado 15 de julio, se dio a conocer como una activa militante en favor del derecho de los ciudadanos a poseer armas. En Rusia fundó un grupo para abogar por esa causa y en Estados Unidos se enroló en la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés), una de las organizaciones que apoyó a Donald Trump en la campaña presidencial de 2016.
Butina, acusada por el FBI de trabajar de manera encubierta para Moscú, se declaró culpable ante un tribunal de Washington del cargo de conspiración para actuar como agente extranjero ilegal en Estados Unidos, aunque su abogado aclaró que aceptó colaborar con las autoridades de este país.
La jueza Tanya Chutkan indicó que Butina, de 30 años de edad, podría enfrentar un máximo de cinco años en prisión con la posibilidad de ser deportada en cuanto sea libre. Expuso que la ciudadana rusa se declaró culpable con la expectativa de que se reduzca su condena –inicialmente había alegado su inocencia–, aunque aclaró que será decisión de los fiscales determinar si su colaboración es relevante.
[caption id="attachment_563723" align="alignnone" width="1704"] La audiencia en la que María Butina se declaró culpable. Foto: AP / Dana Verkouteren[/caption]
De acuerdo con un resumen hecho por la cadena televisiva CNN, la conspiración en la que participó Butina comenzó en 2015 con un plan que convertiría a la activista en un conducto no oficial entre el Kremlin y el Partido Republicano, cuando públicamente no existían contactos formales.
El plan implicaba la participación de Butina en actividades de la Asociación Nacional del Rifle, con presunta influencia en el partido que llevó a Trump a la Casa Blanca, que incluían viajes de integrantes de la NRA a Moscú para reunirse con altos dirigentes políticos rusos.
Incluso, en 2015 durante un acto de campaña en Nevada, Butina preguntó públicamente a Trump, quien competía por la nominación republicana, cómo serían sus relaciones con Rusia, a lo que el hoy mandatario respondió que se llevaría bien con el presidente Vladimir Putin.
En principio, el caso de Butina es independiente de la llamada “trama rusa”, la supuesta injerencia de Moscú para influir en las elecciones presidenciales de 2016.
El miércoles por la noche, de acuerdo con CNN, un portavoz de la cancillería rusa acusó a Estados Unidos de torturar a Butina, a quien consideró “presa política”.