CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Un funcionario del Ministerio de Salud de Egipto informó este martes que Manar Moussa, de 17 años, murió cuando le realizaban la ablación (extirpación ritual del clítoris), una costumbre que en 2008 fue tipificada como delito en ese país, pero hasta ahora se sigue practicando.
Según Lotfi Abdel-Sameeia, Moussa y su gemela fueron sometidas a la cirugía en la ciudad de Suez, el pasado sábado 28.
La otra menor sobrevivió, pero Manar murió cuando al parecer sufrió un infarto bajo el efecto de la anestesia, de acuerdo con un despacho informativo de la agencia AP.
El funcionario de Salud encargado de emitir los permisos de entierro reportó sus sospechas a las autoridades tras examinar el cuerpo, y dijo que aún debe liberarse un informe forense para determinar la causa de la muerte.
Ocurridos los hechos, las autoridades ordenaron el cierre del hospital e iniciaron procesos judiciales contra los médicos involucrados. Abdel-Sammeia indicó que podrían ser acusados de realizar un procedimiento prohibido y causar la muerte de Manar.
Señaló, asimismo, que el nosocomio ha recibido varias advertencias sobre sus malas condiciones sanitarias, incluso la falta de una unidad de cuidados intensivos.
Vivian Fouad, directora del programa del Ministerio de Salud que combate la mutilación genital femenina, calificó el incidente como un “crimen cometido por criminales que se hacen pasar por médicos”. Y destacó que por lo general ese tipo de operaciones se aplican a niñas más pequeñas.
El primer caso en que un médico fue acusado, condenado y sentenciado por practicar la ablación fue en 2015, tras la muerte de una niña dos años antes. El doctor pasó dos años en la cárcel, algo que Fouad considera que sirvió de “disuasión”, de acuerdo con la nota de AP.
Los defensores de derechos humanos han criticado la ley porque clasifica la práctica como un delito menor penable con hasta dos años en prisión. En ese sentido, la Iniciativa Egipcia para los Derechos Personales, al igual que Fouad, ha solicitado que el delito sea reclasificado como crimen.
En 2012 la Asamblea General de la ONU aprobó de forma unánime una resolución que solicitaba una prohibición mundial a la ablación.