CIUDAD DE MÉXICO (Apro).- Aunque el desempleo en México se redujo en noviembre pasado, las condiciones precarias del mercado laboral se incrementaron, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), la población ocupada en la informalidad laboral fue de 31.8 millones de personas y la tasa de informalidad laboral fue 54.7% de la población ocupada. Es decir que aumentó 0.2 puntos porcentuales respecto al penúltimo mes de 2022.

La población ocupada en la informalidad laboral considera, sin duplicar, a quienes son laboralmente vulnerables por la naturaleza de la unidad económica para la que trabajan.

También abarca a las personas cuyo vínculo o dependencia laboral no reconoce su fuente de trabajo. Así, se incluyen –además de la población que trabaja en micronegocios no registrados o en el sector informal– otras modalidades análogas, como las y los ocupados por cuenta propia en la agricultura de subsistencia, así como a quienes laboran sin seguridad social y cuyos servicios los utilizan las unidades económicas registradas.

Población subocupada

Por su parte, la población subocupada fue de 4.8 millones de personas, 403 mil más que en noviembre de 2022. Por otra parte, la tasa de subocupación fue de 8.2% de la población ocupada, porcentaje mayor que el 7.6% registrado un año antes.

A nivel nacional, en noviembre de 2023, la población desocupada llegó a 1.6 millones de personas, lo que significa una reducción anual de 84 mil personas. La población desocupada representó 2.7% de la Población Económicamente Activa (PEA), es decir, 0.2 puntos porcentuales menos que en el mismo mes del año anterior.

Población ocupada

En noviembre de 2023, la población ocupada alcanzó 58.2 millones de personas.

Del total de personas ocupadas, 40.3 millones (69.2%) operaron como trabajadoras o trabajadores subordinados y remunerados al ocupar una plaza o puesto de trabajo, lo que representó un alza anual de 889 mil personas.

Además, 12.7 millones (21.8%) trabajaron de manera independiente o por su cuenta, sin contratar empleadas o empleados, esto es 41 mil personas más respecto a noviembre del año pasado.

Por su parte, 2.9 millones (5.1%) fueron patronas, patrones o empleadores, cifra que creció en 74 mil personas.

Finalmente, 2.3 millones de personas (3.9%) se desempeñaron en los negocios o en las parcelas familiares, es decir, contribuyeron de manera directa a los procesos productivos, pero sin un acuerdo de remuneración monetaria.

Por sector de actividad, la población ocupada se distribuyó de la siguiente manera: los servicios concentraron 25.5 millones de personas (43.9% del total); el comercio, 11.5 millones (19.7%); la industria manufacturera, 9.8 millones (16.9%).

Las actividades agropecuarias, seis millones (10.4 %); la construcción, 4.5 millones (7.7%) y “otras actividades económicas” –que incluyen la minería, electricidad, agua y suministro de gas– 448 mil (0.8%). Por su parte, 365 mil personas (0.6%) no especificaron su actividad.