CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Durante los primeros siete meses del año los ingresos presupuestarios se elevaron 8.2%  anual al registrar 124 mil millones de pesos, de acuerdo con el reporte de finanzas públicas de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

Hacienda señaló que los ingresos petroleros del gobierno federal fueron superiores en 39.6%, respecto a los observados en el periodo enero-julio de 2020, como resultado de la recuperación de los precios de la mezcla mexicana de petróleo.

Por su parte, los ingresos tributarios fueron mayores al programa en 11.3 mil millones de pesos y en 2.3% real en comparación con los primeros siete meses del año anterior. Particularmente, en el mes de julio, la recaudación del IVA fue mayor en 36.7%.

Los ingresos no tributarios se colocaron 153.1 mil millones de pesos por arriba del programa, mostrando una variación real positiva de 18.5% con relación al monto acumulado durante los primeros siete meses de 2020 derivado, principalmente, de mayores aprovechamientos relacionados con el uso de diversos activos financieros.

Por el lado del gasto neto total, este ascendió a 3.7 billones de pesos, monto superior en 2.1% real a lo registrado en los primeros siete meses de 2020.

El gasto programable ascendió a 2.7 billones de pesos. El gasto en la función salud ascendió a 344.4 mil millones de pesos, lo que implica un crecimiento anual de 3.7% real comparado con el periodo enero-julio de 2020 y 2.4% real respecto al cierre de la administración anterior, ante los requerimientos de recursos derivados de la pandemia.

En congruencia con el objetivo de reducir las brechas económicas y sociales para alcanzar un crecimiento económico inclusivo, el gasto en protección social ascendió a 730.6 mil millones de pesos, exhibiendo un crecimiento anual de 1.6% en términos reales, de acuerdo con la SHCP

También informó que la deuda neta del gobierno federal se ubicó en nueve billones 733.1 mil millones de pesos.

De dicha cantidad, el 77.1% se encuentra denominada en moneda nacional y el 81.0% de valores gubernamentales está a tasa fija y a largo plazo, denotando una estructura sólida del portafolio ante los riesgos de los mercados financieros.