CIUDAD DE MÉXICO (apro).-La inflación no cede y en la primera quincena de noviembre se disparó a 7.05% anual, la más alta de los últimos 20 años, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Al interior del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), la inflación subyacente, la cual se obtiene  al eliminar del cálculo de los bienes y servicios cuyos precios son más volátiles, o bien que su proceso de determinación no responde a condiciones de mercado, se elevó 0.15%, colocándose en una tasa anual de 5.53%.

Por su parte, la no subyacente, que solamente incluye los productos  agropecuarios y, energéticos y tarifas autorizadas por distintos órdenes de gobierno, creció 2.29%; lo que implicó una variación anual del 11.68%.

Los productos que más incrementaron sus precios en los primeros 15 días de noviembre fueron el tomate verde en 42.06%; los precios de la electricidad en 24.16%; otros chiles frescos en 19.77%; el transporte aéreo en 7.08% y en menor medida los costos del pollo, jitomate, la carne de res, entre otros.

En contraste, disminuyeron los precios del gas doméstico LP, la gasolina de bajo octanaje, la carne de cerdo, los televisores, neumáticos, equipo terminal de comunicación, zapatos para hombre, bolsas, maletas y cinturones, principalmente.

De acuerdo con el análisis del Grupo Financiero Monex, “el dato de inflación de hoy reafirma nuestra impresión de que las presiones inflacionarias darán poca tregua durante los próximos meses, por lo que la influencia que el Banco Central pueda tener sobre las expectativas será crucial para evitar un deterioro más serio del panorama”.

Agregó que hacia adelante, y asumiendo que no se presentará algún evento imprevisto, la inflación general alcanzaría su máximo nivel entre la segunda quincena de diciembre y la primera de enero, pero el sesgo sobre los pronósticos se inclina al alza.

Además, dada la magnitud de la desviación que ya se ha materializado, el camino de regreso hacia el interior del rango objetivo de Banxico tomará un buen tiempo y pensamos que será hasta el segundo trimestre de 2023 que podremos ver nuevamente inflaciones debajo de 4.00%.

“Independiente de su intensidad, este ciclo inflacionario apunta a ser uno de duración extendida, por lo que la amenaza sobre el canal de expectativas es más evidente que en ocasiones previas”, concluyó el análisis.