Economía
Banxico mantiene sin cambios la Tasa de Interés Interbancaria, en 4.25%
Tras recortar 11 veces consecutivas la Tasa de Interés Interbancaria, el Banco de México (Banxico) decidió cambiar esa tendencia al mantener sin cambios dicha variableCIUDAD DE MÉXICO (apro).- Después de recortar 11 veces consecutivas la Tasa de Interés Interbancaria, desde agosto de 2019, el Banco de México (Banxico) decidió cambiar esa tendencia al mantener sin cambios dicha variable y la ubicó en 4.25%.
Al dar a conocer su Anuncio de Política Monetaria, el banco central señaló: “esta pausa brinda el espacio necesario para confirmar una trayectoria convergente de la inflación a la meta”.
Hacia delante, acotó, la conducción de la política monetaria dependerá de la evolución de los factores que inciden en la inflación general y subyacente, en sus trayectorias previstas en el horizonte de pronóstico y en sus expectativas.
En la votación, uno de los miembros de la Junta de Gobierno del Banxico optó por disminuir la Tasa de Interés a 4%.
De acuerdo con el organismo encabezado por Alejandro Díaz de León, después de la última decisión de política monetaria el peso mexicano presentó volatilidad y una apreciación, mientras que las tasas de interés registraron ajustes moderados, las de corto plazo a la baja y las de mayor plazo al alza.
“La información oportuna sugiere que después de una profunda contracción en el segundo trimestre, la actividad económica en México mostró una recuperación en el tercero, si bien permanece por debajo de los niveles previos a la pandemia en un entorno de incertidumbre y riesgos a la baja”, acotó.
El Banco de México reconoció que los retos derivados de la pandemia para la política monetaria incluyen tanto la importante afectación a la actividad económica como un choque financiero y sus efectos en la inflación.
Sin embargo, anticipó que las expectativas de inflación correspondientes a los próximos 12 a 24 meses se colocarán en alrededor de 3%.
Dichas previsiones están sujetas a riesgos de corto y mediano plazos. A la baja un efecto mayor al esperado por la brecha negativa del producto, menores presiones inflacionarias globales y mayores medidas de distanciamiento que reduzcan la demanda de bienes y servicios.
Al alza los riesgos son: episodios de depreciación cambiaria, persistencia de la inflación subyacente en niveles elevados, así como problemas logísticos y mayores costos asociados a las medidas sanitarias.