CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) aseguró que los factores más problemáticos para realizar negocios en el país son la corrupción y la criminalidad.
Al dar su mensaje semanal, el presidente del CCE, Juan Pablo Castañón, reconoció que México avanzó en el informe Doing Bussines en temas como infraestructura, eficiencia regulatoria, y facilidades para la inversión, absorción y desarrollo tecnológico, apertura comercial e integración a la economía global.
Sin embargo, todo eso se ve contrarrestado de forma importante por el talón de Aquiles del país: corrupción, inseguridad, vacíos de gobernabilidad; incluso, el rezago educativo.
El líder de la cúpula empresarial no paró ahí y aseguró que el gran reto estructural es generar condiciones para que las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) se formalicen, profesionalicen mediante la capacitación y crezcan, ya que una empresa grande es 6.3 veces más productiva que una micro, casi tres veces una pequeña y 1.7 veces una mediana.
Castañón sentenció: “No vamos a generar los empleos que se necesitan -alrededor de nueve millones para el 2020- si el número de empresas se mantiene estático y éstas no crecen”.
Según el organismo, se estima que si 100 empresas chicas pasaran a ser grandes, el PIB aumentaría en 1%, ya que las mipymes crean más plazas por unidad de inversión, mientras que los emprendimientos de alto impacto generan empleos a un ritmo 600% más veloz que otros negocios.
El problema es que, hoy día, 70% de las empresas cierran antes de cumplir cinco años y únicamente 11% llega a los 20 años de vida. Un gran reto es el financiamiento: 80% de quienes inician un negocio, lo hacen con sus propios recursos.
“Desafortunadamente, en un periodo de siete años, la tasa de creación de empresas nuevas en México es negativa. Por cada mil personas se crea una empresa, lo cual no es suficiente; en Chile la relación es de cuatro por cada mil personas”, señaló.
Los ocho puntos del CCE
El Consejo Coordinador Empresarial propuso ocho puntos para impulsar el crecimiento de las pequeñas y medianas empresas.
En primer lugar, hacer de las compras de gobierno una palanca para el desarrollo de las Pymes; también, facilitar el acceso a fianzas para obtener capital y recursos, así como a las licitaciones públicas. Sugirió extender el modelo de compras del gobierno federal a Pymes a los gobiernos estatales con cumplimiento de sus compromisos a proveedores.
Además, pidió crear una figura de consultor financiero, INADEM-Organismo Empresarial, que asesore a los empresarios en su gestión y obtención de financiamientos; en un programa de varios años, precisó, aumentar paulatinamente los recursos de programas de apoyo del Instituto Nacional del Emprendedor (INADEM), equivalente a por lo menos 0.25% del PIB, que representaría un monto de cifras redondas de 34 mil millones de pesos.
El CCE veló incluso por fortalecer a las incubadoras y aceleradoras de empresas; desarrollar e impulsar una política nacional para crear la industria mexicana de capital emprendedor, a fin de aprovechar todas las opciones que existen para financiar proyectos, desde capital de riesgo hasta crowdfunding.
Por último, exigió alcanzar 1% del PIB como meta para generar tecnología, innovación, investigación aplicada para productos y patentes en el mercado.