NUEVA ORLEANS (AP) — Hubo una secuencia de tres jugadas durante el segundo cuarto del Super Bowl que no solo resumió cómo le fue a Patrick Mahomes, sino también al resto de los Chiefs de Kansas City.

Filadelfia había tomado una ventaja de 10-0 y los bicampeones defensores estaban contra las cuerdas cuando Mahomes fue derribado por Josh Sweat de los Eagles. En la siguiente jugada, Sweat lo atrapó de nuevo. Y en la jugada subsiguiente, el dos veces MVP de la NFL estaba bajo tal presión que Mahomes lanzó una intercepción que Cooper DeJean devolvió 38 yardas para anotar.

Seis capturas. Tres pérdidas de balón. Y nada de la magia de Mahomes.

Para cuando terminó de levantarse del césped del Superdome el domingo, y los Eagles pudieron agotar los últimos segundos del reloj, Mahomes y los Chiefs se fueron a casa con una derrota en el Super Bowl —humillante, incluso— de 40-22.

Las seis capturas fueron las más que Mahomes había sufrido desde que LSU lo derribó esa cantidad de veces en el Texas Bowl de 2015, cuando aún estaba en Texas Tech. El "pick-6" fue su primero en los playoffs y terminó una racha de 297 pases consecutivos sin una intercepción. Otra intercepción y un balón perdido representaron la segunda mayor cantidad de pérdidas de balón en un partido en su carrera en la NFL.

Todo sumó a una de las actuaciones más decepcionantes de Mahomes.

Los Chiefs intentaban hacer historia como el primer equipo en ganar tres Super Bowls consecutivos, y Mahomes y cinco de sus compañeros más cercanos —incluyendo a Travis Kelce y Chris Jones— apuntaban a un cuarto anillo en seis temporadas.

Pero en lugar de jugar con la calma y precisión como lo hicieron en dos triunfos sobre San Francisco o su victoria sobre Filadelfia hace dos años en Glendale, Arizona, los Chiefs lucieron como el equipo que perdió contra Tampa Bay el 7 de febrero de 2021.

Esa fue la noche en que los Buccaneers presionaron a Mahomes hasta el cansancio en una derrota 31-0 en el Super Bowl.

Los Eagles ni siquiera necesitaron desplegarse el blitz para presionarlo esta noche del domingo.

Los Chiefs consiguieron apenas un primer down durante los primeros 30 minutos, y fue en su primera jugada ofensiva, un pase de 11 yardas a JuJu Smith-Schuster después de que habían obligado a los Eagles a despejar. ¿El resto del medio tiempo? Ganaron sólo 14 yardas más.

El resultado fue un déficit de 24-0 que ya parecía insuperable mientras Kendrick Lamar comenzaba su actuación en el medio tiempo.

Las cosas iban tan mal para Kansas City que incluso la novia de Kelce, la estrella del pop Taylor Swift, fue abucheada.

Mahomes no fue el único culpable. La línea ofensiva de los Chiefs fue dominada por el frente defensivo de Filadelfia, que no solo lo capturó tres veces en la primera mitad, sino que ejerció tanta presión sobre él que jugó un gran papel en ambas intercepciones. La segunda por Zack Baun hacia el final de la mitad condujo a otro touchdown de los Eagles.

En realidad, los Chiefs lucharon toda la temporada para salvaguardar el lado ciego de Mahomes. Probaron al novato Kingsley Suamataia en la posición de tackle izquierdo antes de que el entrenador Andy Reid lo sentara por Wanya Morris, quien también tuvo tantas dificultades que estuvo inactivo para el Super Bowl. Finalmente pusieron al escolta Joe Thuney en el exterior e insertaron a Mike Caliendo en su lugar.

Esa alineación pareció funcionar al final de la temporada regular, cuando los Chiefs aseguraron el primer puesto con una victoria sobre Pittsburgh en el Día de Navidad. También le dio a Mahomes el tiempo que necesitaba para desmontar a Houston y Buffalo en los playoffs.

Pero no pudieron detener a Sweat, Jalen Carter y al resto del bloque defensivo de los Eagles en el Super Bowl.