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Con amenazas, Rommel Pacheco despojó a Paola Espinosa de una casa
Rommel Pacheco pagó una mínima cantidad de dinero a cambio de que la doble medallista olímpica le cediera una casa en Mérida y él le regresara la mitad de otras dos propiedades que ella también compró.El director de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), Rommel Pacheco, mintió en las declaraciones patrimoniales que presentó como servidor público entre 2020 y 2025 para ocultar una casa localizada en la ciudad de Mérida de la que despojó bajo amenazas a la medallista olímpica Paola Espinosa, con quien sostuvo una relación de pareja durante 11 años.
Proceso realizó una búsqueda en el Registro Público de la Propiedad y del Comercio del estado de Yucatán, de donde es originario Rommel Pacheco, y la información disponible no corresponde con lo reportado, pues en sus declaraciones patrimoniales, presentadas entre 2020 y 2025, aparece que es propietario de una casa en San Crisanto, una localidad costera del estado de Yucatán, ubicada en el municipio de Sinanché, a poco más de una hora de la capital Mérida.
No obstante, la información que obra en el Registro Público esa supuesta casa no existe en San Crisanto, pues se trata de una propiedad que en realidad se encuentra en Mérida. Según sus declaraciones patrimoniales, esta casa que la reporta como de 180 metros cuadrados de superficie, la compró el 27 de abril de 2013 a un precio de un millón 640 mil pesos que le pagó a la persona moral denominada Ejido de San Crisanto. Pero esto no fue así.
En la búsqueda de propiedades a nombre de Rommel Aghmed Pacheco Marrufo, en el Registro Público de la Propiedad aparece el Folio Electrónico 1078459 donde puede leerse que el 6 de enero de 2017, ante la notaría número 35 del estado de Yucatán de Ayisa Golib Ferrón, compró a Paola Milagros Espinosa Sánchez la mitad de una casa ubicada en el Fraccionamiento Residencial Montecristo, una de las zonas de mayor plusvalía en el norte de Mérida.
De acuerdo con la información disponible, Pacheco Marrufo pagó a Paola Espinosa 820 mil pesos por el 50% de la propiedad, es decir, la mitad de 1.6 millones de pesos. Justamente el año anterior, previo a los Juegos Olímpicos de Río 2016, habían terminado su relación como pareja. En el mismo folio del predio aparece otra información que desnuda la trampa que hizo Rommel Pacheco para ocultar esa casa y mentir en sus declaraciones patrimoniales.
La escritura pública número 169 indica que esa casa de Montecristo, que tiene 218 metros cuadrados de superficie, la compraron Paola y Rommel el 27 de abril de 2013 por un monto de un millón 640 mil pesos. La parte vendedora fue la Constructora VNP, SA de CV, que estuvo representada por Jorge Alfonso Borges Ordóñez.
Esto significa que en lugar de poner en sus declaraciones patrimoniales la existencia de esta casa, Pacheco Marrufo la ocultó simulando que es una propiedad ubicada en San Crisanto, que él fue el único comprador y que la adquirió del ejido en mención y no de una compraventa a Paola Espinosa.
Consultada al respecto para verificar la información, Espinosa aceptó dar una entrevista. Aclaró que, efectivamente, ella compró esa casa que, además, nunca conoció. Dijo que la adquirió a petición de Rommel Pacheco, quien la convenció de que la compraran. Supuestamente ahí vivirían cuando se casaran. Reconoce que Pacheco contribuyó con alrededor de 200 mil pesos para dar un pago inicial, pero que el resto del dinero salió de su bolsa y ella aceptó ponerla a nombre de los dos.
Eso, añade, ocurrió con otras dos casas más que ella también pagó, una en la zona de Fuentes Brotantes, en la alcaldía Tlalpan de la Ciudad de México, y otra en Tequesquitengo, municipio de Jojutla, en el estado de Morelos, que la entonces clavadista compró en su totalidad.
Peor aún, la doble medallista olímpica y ahora diputada federal por el PAN cuenta que en realidad Rommel Pacheco la despojó de esa casa, ya que no le pagó ni los 820 mil pesos que aparecen consignados en el folio electrónico. Según las capturas de los mensajes de WhatsApp que intercambió con su ya para entonces exnovio —y que proporcionó a esta reportera con la condición de no publicarlas porque contienen conversaciones personales entre ambos— Pacheco le ofreció 600 mil pesos para que le cediera el 100% de la casa de Mérida y, a cambio, le firmaría el 50% de las propiedades en la Ciudad de México y Morelos, por las cuales él había desembolsado muy poco dinero.
“De todas las casas me quitó, pero ésta él la quería por completo. Yo le dije cómpramela. Puedes ponerle el adjetivo que quieras: por tonta yo acordé, no recuerdo la cantidad, pero el acuerdo fue págamelo y ya. Me dio muy poco dinero por esa casa. Yo fui a Mérida, firmamos ante un notario y se acabó. Eso pasó en realidad, esas cosas son con las que siempre se ha manejado Rommel Pacheco y él va a quedar muy bien porque al final me la pagó y suena bien, pero así no fueron las cosas.
(Hubo) amenazas mucho tiempo de ‘ya rápido y si quieres este dinero ya te lo doy, porque si no, no te dejo en paz’. Lo que quiero que quede claro es que tal vez no suena grave, pero él hizo todo lo posible para que todo fuera beneficioso para él y esa casa le costara muy poco dinero (…) fue una injusticia, fue súper mala onda de su parte, pero yo lo único que quería era ya deshacerme de él, porque ni a él ni a su familia me los quitaba de encima con el tema de dinero, dinero, dinero todo el tiempo.
Una “minita de oro”
Proceso consultó a una perito valuadora de Mérida que informó que el metro cuadrado de terreno en Montecristo cuesta alrededor de 10 mil pesos, así que más la construcción que es de 208 metros a precio de 2025 esa casa cuesta ahora unos ocho millones de pesos. Cuando Rommel Pacheco le entregó a Paola Espinosa 600 mil pesos en efectivo la propiedad estaba valuada en por lo menos cinco millones de pesos.
La operación de la compraventa se realizó en la misma notaría número 35 donde se firmó la primera escritura. Según explica Paola Espinosa, cuando ella llegó a Mérida ya estaba todo cuadrado para que simplemente firmara y Rommel se convirtiera en el único dueño de la casa.
Las otras dos casas yo las pagué, él dio si acaso 100 mil pesos o cositas de notario, cosas que son muy sencillas, pero en realidad las cantidades fuertes y la que terminó pagando todo fui yo tanto de coches como de casas y pues él lo que quería era quitarme la mitad de todo. Yo para Rommel fui su minita de oro. Nunca tuvimos de su parte algo en conjunto que él tuviera que comprar, así como yo compraba y lo incluía en todo, él jamás, nunca.
Paola Espinosa refiere que la razón por la cual ella aceptó las condiciones de Rommel Pacheco sobre las casas que estaban a nombre de ambos es que la amenazó con “la ley de concubinato”, es decir, le dijo que, como ellos ya llevaban más de cinco años viviendo juntos, a ella, como tenía dinero, le iba a tocar mantenerlo y eso le costaría más caro.
“Era un chiste mal contado cuando estábamos de novios. Siempre decía, pues si nos separamos aquí la que se chinga eres tú porque ya llevamos más de cinco años juntos. O sea, siempre fue como ese chistecito en pareja y mira…”.
—¿Te sentiste contra la pared?
—No me cayó de sorpresa en lo absoluto porque yo con Rommel estuve 11 años, entonces claro que lo conocía perfecto a él y a su familia. Siempre supe que en el momento que hubiera problemas, él y su familia me iban a quitar lo que tenía. Siempre creí que me iba a quedar ahí de tonta con él, nunca creí abrir los ojos. Y dicho y hecho, en cuanto pasó (la separación) , su hermano (Irak Greene Marrufo) y su mamá (Landy Marrufo Morales) enloquecieron.
—¿Exploraste la posibilidad de dar una batalla legal?
— No, porque en ese momento para mí fue como traer un alacrán en la espalda. Él y su familia son exageradamente absorbentes. Si hoy me preguntas, fue la mejor decisión que pude haber tomado. Por mí hubiera preferido perder los millones de pesos en esa casa que seguir ahorita en una batalla.
“En mi humilde opinión, Rommel no tiene las cualidades que se necesitan para ser un servidor público. No tiene empatía con las demás personas, es primero él, después él y luego él. Fue un deportista que se retiró enojado con todo el mundo que no le lamió las botas, ahora que ya tiene este puesto, (está) a venganzas con todas esas personas que le cayeron mal.
“Personas así en la Conade sirven para servirse a ellos mismos, pero no para servir a los demás. A él le interesa tanto el dinero que no va a hacer nada por el deporte, todo va a ser para él. Eso te lo afirmo porque si de algo está enamorado, no es de las mujeres ni nada, es del dinero”, advierte Espinosa.
—¿Ni del deporte?
—Ama el dinero, es su su fuente de inspiración. Siempre desde muy chiquito decía: “Yo quiero llegar a ser gobernador porque allá se roba bien, ahí se roba como debe ser”, y decía: “De que robe alguien más a que me lo robe yo…”.
—¿Hablaba de sus aspiraciones de dirigir el deporte?
Nunca, no lo escuché decir de la Conade. Él decía: Yo voy a ser gobernador de Yucatán'.
En respuesta a una solicitud de entrevista, Rommel Pacheco sólo dijo por escrito que los bienes que forman su patrimonio están declarados y registrados conforme a la ley. “Por lo que se refiere a las manifestaciones de terceros, los registros y actividades de la adquisición son de libre consulta en el Registro Público de la Propiedad”. El funcionario precisó que es lo único que dirá sobre el tema.