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Fue festín, no última cena. Esta es la pintura que se representó en la ceremonia de los JO de París 2024

Actualmente, “El festín de los dioses” se encuentra incompleto, sólo el lado derecho se puede ver y puede verse en el Museo Magnin, cuya cuenta de X invitó al público a visitar en Dijon, Francia.
martes, 30 de julio de 2024 · 20:46

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Cristianos del mundo se pronunciaron en contra de la representación de un obra de arte durante la inauguración de los Juegos Olímpicos en París, el pasado 26 de julio, al creer que se trataba de una versión de “La Última Cena”, de Leonardo da Vinci, cuando en realidad se trató de “El festín de los dioses”, de Jan van Bijlert.

Durante la inauguración se pudo observar la imagen de varias drag queens, modelos, bailarines, una dj y el cantante Philippe Katerine completamente pintado en azul y brillantina, con apenas una guirlanda cubriendo sus genitales mientras cantaba en lo que parecía una mesa y se convertiría en una pasarela.

La alegría de esa imagen acabaría con la denuncia de la Conferencia Episcopal Francesa de que la imagen había sido “una burla del cristianismo” y los obispos lamentaron el “exceso y la provocación”. La Conferencia Episcopal Española hizo eco de esta denuncia.

Otros personajes relacionados con la ideología de extrema derecha, como Marion Maréchal –diputada del parlamento europeo– también hicieron gala de su ignorancia en torno al arte. “A todos los cristianos del mundo que están viendo la ceremonia de París 2024 y se sintieron insultados por esta parodia drag queen de la ‘Última Cena’, sepan que no es Francia la que habla sino una minoría de izquierda dispuesta a cualquier provocación”, escribió en X.

“Abrir los Juegos Olímpicos insultando a miles de millones de cristianos en todo el mundo fue un comienzo realmente malo, queridos francéses”, declaró Matteo Salvini, líder del partido italiano de extrema derecha Liga Nord, miembro del gobierno de coalición de Giorgia Meloni.

El autodenominado “influencer misógino”, Andrew Tate, protestó frente a la embajada de Bucarest, Rumania –donde se encuentra tratando de evadir la ley por cargos de agresión sexual, violación y tráfico humano en el Reino Unido, Rumania y Estados Unidos– junto con su hermano Tristan, argumentando que el acto de la ceremonia de inauguración era una burla.

Ante los reclamos infundados de importantes derechistas y cristianos, conocidos y desconocidos, el Comité Organizador de los Juegos emitió una disculpa y explicaron la verdadera referencia y motivación para incluir el acto durante la ceremonia.

“Creo que quedó bastante claro. Allí está Dionisio, que llega a la mesa… ¿Por qué está allí? Porque es el dios de la fiesta, del vino y el padre de Sequana, la diosa del río Sena”, explicó el director creativo de las ceremonias de apertura y clausura de Paris 2024, Thomas Jolly al medio francés BFM TV.

La idea era “tener una gran fiesta pagana vinculada a los dioses del Olimpo, el Olimpismo (…) Nunca encontrarán en mí ningún deseo de burlarme, de denigrar nada en absoluto. Quería una ceremonia que reparara y reconciliara”, detalló Jolly.

Si bien, el director creativo no señaló una obra de arte específica, historiadores del arte han señalado “El festín de los dioses” (c.1635-1640) del pintor neerlandés, Jan Van Bijlert como la pintura representada durante la inauguración.

“Se representó un cuadro viviente. Apolo, el dios del sol, es reconocible por el halo, y Baco por las uvas en su cabeza”, señaló el historiador del arte Walther Schoonenberg, en un hilo en su cuenta de X.

 

 

“Los dioses (paganos) se han reunido en el Olimpo para celebrar un banquete. Apolo es reconocible por el halo del sol, Baco (Dionisio) por las uvas, Neptuno (Poseidón) por su tridente, Diana (Artemisa) por la luna, Venus (Afrodita) por Cupido”, detalló el historiador en la misma red social. “También veo a Minerva, la diosa de la sabiduría, y con Venus por supuesto a Marte, el dios de la guerra, que, como se sabe, tenía algo que ver con la diosa del amor”, añadió Schoonenberg.

Al señalar los elementos presentes en la pintura, Schoonenberg demostró que no se trata de un cuadro vivo con intención de insultar a los creyentes de Cristo, sino de una representación de un motivo predominante en el arte. En todo caso, el arte cristiano ha retomado referencias del arte pagano para su representación.

Actualmente, “El festín de los dioses” se encuentra incompleto, sólo el lado derecho se puede ver y puede verse en el Museo Magnin, cuya cuenta de X invitó al público a visitar en Dijon, Francia.

 

 

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