Fórmula 1

Pato O’Ward sobre su llegada a la Fórmula 1: “Sientes que nadie te quiere abrir las puertas” (Video)

En la IndyCar Series ha demostrado su talento y cualidades al volante y en cada carrera no deja de luchar por cumplir su sueño de alcanzar la F1. Se trata del piloto regiomontano que con 25 años cumplidos sabe que el tiempo ya juega en su contra.
viernes, 25 de octubre de 2024 · 05:00

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– Con un talento excepcional y una pasión indomable por las carreras, Patricio O’Ward se ha convertido en una de las figuras más prometedoras del automovilismo mexicano. Hoy viernes 25, a las 12:30 horas, el Autódromo Hermanos Rodríguez será el escenario donde correrá como uno de los pilotos de la escudería británica McLaren durante la primera práctica del Gran Premio de México.

Se trata de una oportunidad inigualable para el piloto de 25 años, pues, además de compartir la pista con Sergio “Checo” Pérez, buscará mostrar su valor y confirmar en su país ante el público local que está listo para ganarse una oportunidad en la Fórmula 1.

“Estoy emocionado porque es la primera vez que correré frente a mi raza. Estoy muy tranquilo y listo para disfrutarlo. Esta oportunidad llega en un momento importante de mi carrera y me siento muy agradecido, aunque sea una práctica, es un escenario importante. Es mi casa.

“Estoy listo para dar el siguiente paso como piloto profesional. Yo siempre he tenido el sueño de correr en la Fórmula 1, así fue como empezó todo esto y ese sueño seguirá hasta el día que me muera. Lo único que pido es una oportunidad. Me siento igual que en 2019, cuando pedía un lugar en la IndyCar, es difícil porque sientes que nadie te quiere abrir las puertas”, dice a Proceso.

El mexicano conducirá el MCL38 de McLaren que en la presente temporada es uno de los monoplazas más poderosos de la categoría. Los resultados obtenidos por sus pilotos, el británico Lando Norris y el australiano Oscar Piastri, tienen a la escudería en el primer lugar del Campeonato de Constructores con 544 puntos, seguidos de Red Bull Racing que marcha con 504 y de Ferrari con 496. Por su cuenta, Norris, quien suma 297 unidades está peleando mano a mano el Campeonato de Pilotos con el tricampeón Max Verstappen (2021, 2022 y 2023), quien lleva la delantera con 354 puntos.

 

El monoplaza de Arrow McLaren. Foto: Facebook/Patricio O'Ward

Las prácticas libres de la F1 son sesiones donde se pone a prueba el vehículo con diferentes configuraciones para lograr el mejor rendimiento posible en la carrera, además permiten a los pilotos familiarizarse con la pista y el comportamiento del monoplaza, por lo cual la participación y retroalimentación que ofrezca O’Ward será fundamental para que la escudería tenga un buen rendimiento durante el fin de semana.

 

El automovilismo, la herencia de su abuelo

Patricio “Pato” O’Ward nació el 6 de mayo de 1999 en Monterrey, Nuevo León. Allí con tan sólo seis años le brotó el amor por los autos, herencia de su abuelo materno, Rodolfo Junco de la Vega, un aficionado a las carreras y a la adrenalina, quien le regaló a su primer Go kart, es decir, un monoplaza impulsado por un motor pequeño en el que los niños suelen aprender a correr.

“Pato” no usó el Go kart de inmediato. Para entonces el tenis aún le llamaba más la atención. Aunque no era muy bueno con la raqueta pasaba las tardes jugando con Elba, su hermana mayor. Sucedió que un día Patricio quedó embelesado con una carrera de karts que tuvo lugar en una pista cercana a su casa. 

Cuando vio a otros niños de su edad manejar y recorrer velozmente la pista lo quiso intentar. El chamaco ni siquiera alcanzaba los pedales de su propio coche. Con determinación suplió la falta de centímetros y rápidamente se convirtió en un piloto experimentado en el karting.

Sus padres, Patricio y Elba, se dieron cuenta de la facilidad con la que su hijo manejaba el vehículo. Decidieron llevarlo a más competencias para que se fogueara y desarrollara sus habilidades. Casi sin querer se convirtieron en sus primeros patrocinadores. 

De aquellos años evoca el recuerdo de que en una de sus primeras competencias “Pato” sufrió un accidente mientras conducía y terminó con una muñeca rota. Entre las lágrimas el drama escaló. Le dijo a sus papás que jamás volvería a subirse a un coche de esos. Estaba muy asustado. Su hermana y su mamá lo apapacharon, le dijeron que estaba bien. Su papá no se conmovió ni tantito y le advirtió seriamente: “Te vas a volver a subir mañana mismo. Precisamente porque tienes miedo sólo hay una forma de vencerlo, volviéndolo a hacer”. 

Los años pasaron y Patricio siguió sorprendiendo a su familia por la rapidez con la que manejaba. Solía asistir a competencias nacionales y alguna que otra internacional. En 2009 la familia tuvo que mudarse a Texas por una serie de circunstancias. La primera y más importante fue que su mamá padecía esclerosis múltiple, una enfermedad autoinmune que afecta el cerebro y la médula espinal. Necesitaba estar en un lugar donde pudiera recibir la mejor atención médica.

Ya instalados en Texas las puertas del automovilismo se abrieron para Patricio. Uno de sus amigos de la escuela lo invitó a Austin, al Gran Premio de Estados Unidos 2012. El podio de aquella carrera lo conformaron el británico Lewis Hamilton, de McLaren-Mercedes; el alemán Sebastian Vettel, de Red Bull, y el español Fernando Alonso, de Ferrari. Patricio no sabía cómo expresar lo que estaba viviendo: el sonido de los autos, lo rápido que iban y la felicidad de apenas verlos pasar por unos cuantos segundos. 

Ese día decidió que sería un piloto de Fórmula 1 y no descansaría hasta conseguirlo. Como si fuera el destino, la primera carrera del máximo circuito del automovilismo que presenció fue ganada por Lewis Hamilton, el piloto de McLaren, la famosa escudería naranja a la cual pertenece. Ni en sus mejores sueños O’Ward imaginó que 11 años más tarde sería uno de los pilotos de reserva.

Mientras su mamá recibía el tratamiento médico para recuperar la salud, y la familia se adaptaba a un nuevo estilo de vida, “Pato” hizo su debut en 2013 en la Latam Fórmula 2000, luego llegó a la Formula Renault 1.6 NEC y después a la Pacific Formula F2000. A lo largo de su carrera ha competido en diversas categorías, como la Fórmula 4, Fórmula 3, Indy Lights y finalmente en la IndyCar Series, la más importante de monoplazas que se corre en Estados Unidos.

Cuando en 2016 cumplió 17 años decidió apostar su vida al automovilismo. Como asistir a clases presenciales ya no se acoplaba con su agenda como deportista profesional optó por seguir la escuela en línea.

El esfuerzo valió la pena porque en 2018 ganó el campeonato de Indy Lights. Dos semanas después debutó en la IndyCar Series en el Sonoma Raceway, donde se clasificó en quinto y terminó en noveno lugar. Su gran desempeño le abrió las puertas para unirse a una mítica escudería del deporte motor, la Arrow McLaren.

 

Agresividad y precisión

La carrera de O’Ward despegó al ganar el Gran Premio de Detroit en 2021 con una hazaña impresionante. El mexicano partió desde el décimo sexto puesto y remontó hasta superar en las últimas vueltas al líder, el estadounidense Josef Newgarden del Team Penske, quien ha sido campeón en dos ocasiones y subcampeón otras tres.  

Este triunfo no sólo consolidó su estatus como un piloto talentoso, sino que también le permitió liderar el campeonato de pilotos de la IndyCar y cautivó la atención de los aficionados y expertos del automovilismo.

Ese mismo año tuvo la oportunidad de probar un monoplaza de Fórmula 1 durante las prácticas libres del Gran Premio de Abu Dabi, donde sorprendió al quedar a sólo tres décimas del líder, el francés Esteban Ocon de la escudería Renault.

En todas las categorías en las que ha participado O’Ward ha demostrado que es un piloto con grandes cualidades. Su estilo de conducción se caracteriza por una combinación de agresividad y precisión, lo que le permite realizar maniobras audaces y efectivas en situaciones críticas. Es conocido por su capacidad para gestionar la presión en momentos decisivos, lo que le ha llevado a conseguir victorias memorables y superar a competidores experimentados.

Apenas en mayo de este año O’Ward se quedó a nada de ganar las 500 millas de Indianápolis, la legendaria carrera en donde finalmente se coronó Josef Newgarden el rebasar a “Pato” en la última curva. Durante las últimas cinco vueltas fue el líder de la carrera. El segundo lugar que obtuvo le arrancó las lágrimas porque tuvo una de las mejores competencias de su vida, pero se quedó “tan jodidamente cerca” de ser el primer mexicano en ganar en el mítico Indianápolis Motor Speedway. 

Además de la técnica y el talento para conducir, la mentalidad de O’Ward es una de sus mayores fortalezas. Entiende que el automovilismo es un deporte tanto físico como mental. Durante su carrera ha enfrentado muchos obstáculos, especialmente en términos económicos. Pese a que su familia no tiene carencias de dinero, cuando se trata de ser un piloto profesional no hay recursos que alcancen. 

O'Ward asegura que por muchos años su familia se quedó “en chones” con tal

de ayudarlo a cumplir sus sueños. Cuando más tenían que apretarse el cinturón siempre llegaba un milagro en forma de patrocinador. Recuerda la hermana de Patricio:

 

Pato tenía talento y a mis papás les parecía injusto no darle la oportunidad de ver hasta dónde podía llegar, pero es una realidad que en varios momentos ya no podían apoyarlo económicamente. Nos juntaban en la sala y decían: ‘Ya, es todo, se acabó; no podemos seguir. No hay dinero’. Y no sé cómo, pero siempre llegaba un patrocinador, siempre pasaba.

 

El automovilismo es más que un trabajo para “Pato”, es más bien el resultado del esfuerzo conjunto de una familia que ha soñado, luchado y crecido en medio de desafíos y sacrificios.  Hoy día su papá es su mánager, se encarga de aprobar los contratos, de buscar patrocinadores y viaja con él a todas las competencias. Su mamá es la responsable de la tienda de mercancía oficial donde venden playeras, sudaderas y gorras con el logo de Patricio O’Ward y también supervisa la logística de los envíos. Elba gestiona las redes sociales y la página web.

“Pato” O’Ward desborda carisma. El mexicano ha sabido explotar sus redes sociales donde enseña su día a día como piloto y se ha convertido en uno de los conductores favoritos de las marcas. El automovilismo es un deporte elitista y en este caso no ha sido la excepción. Las relaciones públicas son fundamentales para mantenerse en la élite. 

Pato O'Ward durante su visita al GP de México. Foto: Miguel Dimayuga 

“Importa con quién te llevas, a quién le caes bien, cómo hablas, cómo te mueves, sólo así las marcas se fijarán en ti. En el automovilismo debes aprender de todo, empezando con el lado empresarial de las carreras. En los equipos te van a tratar dependiendo de lo que puedas traer a la mesa gracias a los patrocinadores. Te quieren o no te quieren, ¿qué tanto valor puedes traerles? Es saber torear a las personas”, asegura.

 

Nunca rendirse

Pese a su trayectoria y talento en el automovilismo, Patricio está en un punto crucial de su carrera. Con 25 años cumplidos la oportunidad de competir por un asiento en la Fórmula 1 no le ha llegado. O´Ward se dice más que preparado para dar el salto a la máxima categoría. Los obstáculos siguen ahí.

El regiomontano asegura que no descansará hasta convertirse en uno de los 20 pilotos privilegiados del serial, pero a la vez está consciente de que todo llegará en su momento. 

Es feliz con las decisiones y acciones que ha tomado. Sin embargo, es una realidad que conforme pasan los años los pilotos que debutan en la Fórmula 1 cada vez son más jóvenes. 

A diferencia de los ochenta, cuando la edad promedio de los pilotos era de 25 años, ahora está entre los 20 y los 23. Un claro ejemplo son Oscar Piastri y Lando Norris, quienes debutaron con 22 y 20, respectivamente. Ni qué decir del neerlandés Max Verstappen, quien debutó con la escudería Red Bull con 17 años. 

“Estoy seguro de que las cosas se van a dar como el destino lo quiera. Lo que es para ti no tienes que forzarlo. Estoy buscando una oportunidad en la F1, pero también estoy enfocado en ganar ese campeonato que tanto me ha costado en la IndyCar. Quiero ser campeón, quiero ganar y agradecerle a mi equipo”.

Elba O’Ward describe a su hermano como un “rayo de sol”, alguien que irradia alegría y positividad, que es generoso, disciplinado y educado. Una pieza fundamental para la familia. Al ser el automovilismo un deporte extremo y de alto riesgo la familia ha aprendido a vivir en el presente.

Antes de cada carrera, mi mamá y yo prendemos cirios y rezamos deseando que todo salga bien. La dinámica familiar ha cambiado, ahora somos más directos y expresamos lo que sentimos. No nos enojamos, nos decimos todo lo que pensamos. Si algo malo llegara a pasar, nos habremos dicho lo mucho que nos amamos.

El sueño de “Pato” O’Ward de llegar a la Fórmula 1 sigue vivo. Está llamado a ser el heredero de la posición que hoy ocupa “Checo” Pérez. 

“Mi carrera es un trabajo en equipo. He llegado hasta donde estoy gracias a mi familia y siempre les voy a agradecer. Es una carrera difícil y agotadora, pero soy afortunado y disfrutaré hasta el último instante. Gracias por el apoyo, estoy feliz de correr en casa”, asevera el piloto. 

El Gran Premio de México tendrá lugar este fin de semana. Este viernes arrancarán las prácticas libres a las 12:30 del día. Las acciones continuarán el sábado para la clasificación a las 15 horas, donde se definirán las posiciones en la parrilla de salida. El domingo será el clímax con la carrera que está programada a las 14 horas.

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