Juegos Olímpicos

Los seis desafíos de París a seis meses de los Juegos Olímpicos

La última vez que hubo una tregua olímpica, entre los Juegos de Invierno de Beijing para atletas convencionales y los Paralímpicos en 2022, estalló la guerra de Ucrania, y los conflictos globales sólo se han intensificado desde entonces.
sábado, 27 de enero de 2024 · 16:27

CIUDAD DE MÉXICO (France24).- El 26 de julio, un desfile de botes en el río Sena protagonizará la primera inauguración de una justa olímpica fuera del estadio. Seguridad, opinión pública, medio ambiente, transporte, desacuerdos internos y una situación política mundial cada vez más complicada representan las grandes tareas a solventar para la organización de los terceros Juegos Olímpicos que tendrán lugar en la Ciudad de la Luz.

“Los Juegos no son una varita mágica que resolverá todos los problemas y conflictos armados en nuestro mundo”, reconoció el viernes, a 180 días de la partida, el presidente del Comité Organizador, Tony Estanguet, quien, sin embargo, defendió la “profunda convicción de que tienen una tendencia a pacificar relaciones y dejar un espacio para el diálogo”.

La última vez que hubo una tregua olímpica, entre los Juegos de Invierno de Beijing para atletas convencionales y los Paralímpicos en 2022, estalló la guerra de Ucrania, y los conflictos globales sólo se han intensificado desde entonces.

Pero no sólo la geopolítica pone la vara alta para París 2024. Los retos domésticos son igual de grandes, y atender estas demandas podría entrar en contradicción con la necesidad de garantizar un entorno seguro para los 10.500 atletas participantes, y los millones de visitantes que se espera lleguen, ahora que los Juegos vuelven a abrirse al público luego de la justa a puertas cerradas de Tokio 2020.

Juegos más parisinos

A diferencia de las dos ediciones anteriores de los Juegos Olímpicos realizadas en París (en 1900 y 1924), en esta oportunidad la organización ha apostado por una justa más comprometida, con la ciudad como emblema y también más sustentable.

Hay pocas construcciones nuevas. Se aprovechan espacios ya existentes (como Roland Garros para el tenis) y sitios de interés turístico, como la Torre Eiffel, el Grand Palais, los jardines de Versalles o la plaza de la Concordia para instalar escenarios temporales y llevar la acción deportiva al verdadero corazón de la ciudad.

Pero esa apuesta plantea un desafío de seguridad enorme, para el que se ha destinado un presupuesto de más de 326 millones de dólares. En total serán 30.000 los policías a cargo de la custodia de la justa, con un refuerzo de 15.000 militares y unos 20.000 guardias de seguridad privada.

Opinión en contra

Los Juegos se han encontrado con una creciente oposición de la población que se verá afectada por la llegada de la cita olímpica a la Ciudad de la Luz. El aumento del costo de los pasajes del transporte público, que se duplicará, ha sido el punto álgido de estas quejas, porque muchos parisinos tendrán que optar por el teletrabajo o salir de París durante los Juegos.

Los conductores se han quejado por el cierre de vías en torno a los sitios de competencia, que dadas las características particulares de esta justa, serán también varios de los principales puntos de atracción de la ciudad.

Las quejas también se extienden a los territorios de ultramar. En Tahití, sede del surf, unas 200.000 firmas respaldaron una petición contra la torre de jueces en la playa de Teahupo’o, porque la ejecución del proyecto inicial estaba causando daños a los corales de este paraíso natural, y la construcción se vio demorada hasta esta semana.

La molestia por el precio de las entradas va incluso más allá de los aficionados. Hasta el presidente de World Athletics, Sebastian Coe, quien fuera también jefe del Comité Organizador de Londres 2012, ha lamentado que los de París serán los precios más altos que se han visto para ingresar a su deporte en unos Juegos Olímpicos, y ha mostrado su preocupación porque esto podría dejar fuera del estadio a los familiares de muchos atletas.

Sin embargo, la difusión de las opiniones en contra parece no guardar proporción con la verdadera posición de los franceses con respecto a los Juegos Olímpicos. Una encuesta del Grupo Odoxa, ordenada por RTL Radio, reveló que 65% de los consultados está a favor de que la justa se dispute en París, aunque ese parecer ha perdido 11 puntos porcentuales con respecto a los estudios hechos hace dos años.

Una ciudad mejorada

La apuesta del Comité Olímpico Internacional en las últimas justas ha sido reducir la huella de carbono de los Juegos, luego de encuentros escandalosamente poco amigables con el ambiente como los Juegos de Invierno de Sochi 2014, donde se intervinieron escenarios naturales para esculpir laderas de descenso para esquí donde no las había, o los de Beijing 2022, en los que el 100% de la nieve en algunos escenarios fue producida de forma artificial, con el consecuente impacto en las reservas de agua de la ciudad y sus alrededores.

El enorme desafío de París 2024 será volver a las aguas del Sena, como ocurrió en la edición de 1900, cuando el río todavía era apto para la natación.

Mantener los niveles de polución aceptables para que el triatlón y la natación aguas abiertas sean seguros es una tarea que pasa por una obra titánica: la construcción de un embalse subterráneo con capacidad para contener 20 piscinas olímpicas, que recogerá el agua de lluvia para impedir que el Sena vuelva a contaminarse con el exceso de líquido que no puede correr hacia los centros de tratamiento cuando las precipitaciones son muy intensas.

El otro gran reto ambiental de los Juegos será cumplir con la promesa de que el surf no romperá los delicados equilibrios de un paraíso ecológico como Teahupo’o.

Transporte: ¿suficiente o no?

El plan de París 2024 es que la mayoría de los visitantes se movilice en transporte público, pero en noviembre la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, denunció que las nuevas líneas no estarían listas a tiempo, algo por lo que responsabilizó tanto al Gobierno central como al de la región de Ile-de-France, a la que pertenece París.

La presidenta de la región, Valérie Pécresse, respondió prometiendo una “revolución del transporte”, con la introducción de nuevas unidades en líneas ya existentes, y la ampliación de las rutas del metro y de tranvías.

En declaraciones esta semana, el presidente Emmanuel Macron reconoció el “desafío masivo” de incrementar en 15% la oferta de servicios de transporte, en una temporada como el verano, donde la disponibilidad de medios de transporte en la ciudad tiende a reducirse habitualmente en 20%.

Reproches mutuos

No siempre los esfuerzos oficiales de cara a los Juegos se han visto alineados. Las quejas de Hidalgo sobre la movilización en unidades públicas, por ejemplo, fueron recibidas con poca simpatía por Pécresse y por el Ministro de Transporte Clement Beaune, quien denunció que la alcaldesa no había participado en las reuniones de coordinación.

Este tipo de contradicciones entre factores vitales para el éxito de la justa se han repetido a lo largo del proceso de organización, aunque entre el Gobierno central y el Comité Organizador no se ha abierto todavía la primera grieta.

Escenario convulso

La guerra en Ucrania y ahora también el conflicto entre Israel y Hamás son circunstancias que enrarecen el camino hacia los Juegos Olímpicos.

Figuras deportivas de Ucrania han llevado adelante una dura campaña para evitar la participación de rusos y bielorrusos, que ha sido autorizada por el COI bajo ciertas condiciones, como la neutralidad, sin representación nacional, y la exclusión de selecciones de deportes de conjunto.

Thomas Bach, presidente del COI, ha defendido el levantamiento del veto, y ha criticado el “doble rasero” que aplican los gobiernos que se oponen a rusos y bielorrusos, pero no hacen “ni un solo comentario hacia la participación de atletas cuyos países están involucrados en los otros 70 conflictos armados en el mundo”.

Ahora grupos propalestinos han iniciado su propia petición de que se prohíba la participación de atletas israelíes, “hasta que cese su grave violación de las leyes internacionales”, como indica un comunicado del grupo Campaña Palestina para el Boicot Académico y Cultural a Israel dirigido al COI.

Los Juegos vivieron su propio escenario de horror hace 52 años, cuando 11 miembros de la delegación israelí fueron secuestrados en la Villa Olímpica de Munich ’72, y posteriormente ejecutados por militantes del grupo Septiembre Negro.

Que la convulsión mundial no enturbie el escenario olímpico es otra de las tareas pendientes para estos 180 días previos al encendido del pebetero.

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