Aitana Bonmatí
Bonmati, ganadora del Balón de Oro, ayudó a otro triunfo sobre el sexismo en España
La mediocampista de 25 años tiene ahora también un trofeo que la acredita como la mejor futbolista del mundo, junto con Lionel Messi.SANT JOAN DESPÍ, España (AP) — Los últimos meses han sido un remolino para Aitana Bonmatí, flamante ganadora del Balón de Oro, con victorias memorables dentro y fuera de la cancha.
Muy lejos de aquellos días en los que era la única niña que jugaba en el club de su poblado, Bonmatí llevó a España hasta la gloria en el Mundial en agosto, antes de ayudar a que el Barcelona conquistara la Liga de Campeones por segunda vez.
En ambas competiciones fue nombrada la mejor jugadora.
La mediocampista de 25 años tiene ahora también un trofeo que la acredita como la mejor futbolista del mundo, junto con Lionel Messi.
Entre todos los grandes éxitos, ha habido también momentos delicados para Bonmati. Junto con sus compañeras de selección decidió que no se quedaría callada cuando el ahora expresidente de la Real Federación Española de Fútbol Luis Rubiales besó en los labios a la delantera Jenni Hermoso sin su consentimiento durante la ceremonia de premiación del Mundial.
El hecho acaparó la atención, que de otro modo se habría concentrado en el logro deportivo más grande del fútbol femenino español.
Aunque Bonmatí dice que adoptar una postura constituye un motivo de orgullo y fortaleza para las jugadoras en su lucha por la equidad, ello ha tenido un costo, incluso si España ha aplastado a sus rivales en la Liga de Naciones, después de la crisis desatada por Rubiales.
"Ahora mismo estamos en un gran momento, tanto en el Barça como la selección, así que bien puede ser que que las causas sociales y de igualdad nos estén uniendo más, pero también lo llevo a un terreno más profesional", dijo Bonmatí a The Associated Press el jueves, en los campos de entrenamiento del conjunto catalán.
La entrevista se llevó a cabo tanto en inglés como en español.
Bonmatí y sus compañeras de España tuvieron que rebelarse contra su propia federación y negarse a jugar no sólo una, sino dos veces durante el último año, para condenar lo que consideraban actitudes y prácticas discriminatorias dentro del órgano rector del fútbol en su país.
Al aprovechar su nueva condición de campeonas del mundo, fueron capaces de forzar la salida de Rubiales y del seleccionador, además de obtener mejoras en condiciones de personal, viajes y asistencia para jugadoras con hijos pequeños. Ello ha coincidido con una huelga de las futbolistas de la liga española, en busca de un alza en el salario mínimo.
"La verdad te va a pasar muy rápido y nosotras sólo en lo que pensamos es que sea el momento de que nos podamos centrar sólo en el fútbol y dejar los temas más extradeportivos, pero que a la vez influyan deportivamente, fuera, porque suficiente tenemos con estar focalizadas cada día en el entrenamiento, en el partido, en ganar, que encima tenemos que estar pendientes de otras cosas y eso nos quita mucha energía, nos genera mucho estrés y no es bueno para la salud", refirió Bonmatí. "Así que ya tenemos ganas de de poder centrarnos en el fútbol".
Parte de la reestructuración ha incluido el retiro de la palabra "femenino" en la marca del equipo nacional de fútbol. Los conjuntos de ambas ramas se llaman ahora oficialmente "Selección Española de Fútbol".
"Si tú haces referencia a futbol masculino puede hacer referencia al fútbol femenino, pero si tu hablas de fútbol y el fútbol femenino nuestro haciendo una diferenciación de género, ¿no?, al final estás dando la importancia en el fútbol masculino, que es el fútbol. El fútbol es un deporte, pero no por quien lo juega, comentó Bonmatí.
Nombrada también la jugadora del año por la UEFA, Bonmatí obtuvo el Balón de Oro después de que Alexia Putellas, su compañera en la selección y en el Barcelona, se había llevado el galardón en los dos años previos. Sólo un hombre español ha obtenido el trofeo: Luis Suárez en 1960.
Putellas jugó pocos minutos en el Mundial, luego de perderse buena parte de la campaña del Barcelona por una lesión. En estas circunstancias, Bonmatí asumió un papel protagónico para los dos equipos como su generadora de jugadas, y mejoró al frente.
Durante el Mundial en Australia y Nueva Zelanda marcó tres goles y entregó un par de asistencias, encabezando el ataque de España, que venció 1-0 a Inglaterra en la final del 20 de agosto.
Su complexión delgada, gran visión del campo, buen manejo del balón y capacidad de enviar pases han generado comparaciones con los grandes volantes del Barcelona, Andrés Iniesta y Xavi Hernández, a quienes Bonmatí admiraba de niña. El extécnico del Barcelona Pep Guardiola ha dicho estar enamorado del estilo de juego de Bonmatí.
Bonmatí ha entrado en el molde del Barcelona porque, desde una edad muy temprana ha basado su juego en el mantra del club, el cual indica que la posesión del esférico es el requisito previo para el mejor ataque y la mejor defensa.
"Todos dicen que tenemos una similitud con los equipos de Guardiola, especialmente cuando el técnico era él", dijo la jugadora. "No quiero comparar, porque somos futbolistas diferentes, pero tenemos el mismo estilo. Entendemos el mismo estilo de fútbol".
Lectora voraz y estudiante de inglés, Bonmatí lidia con su transformación en una estrella cuya imagen aparece por todos lados, incluido un mural en Sant Pere de Ribes, su localidad natal en la que sigue residiendo justo al sur de Barcelona.
Parecen lejanos los días en los que podía reunirse en público con los amigos sin que nadie notara su presencia.
"Al final la gente me trata bien y también le tengo que devolver todo el cariño que me ha dado", afirma sin embargo.
Ahora enfrenta el desafío de todos los deportistas que han obtenido los mayores logros. ¿Cómo mantenerse en el pináculo de su carrera?
Bonmatí cree que, para lograrlo, puede seguir mejorando.
"Tengo cosas a mejorar claramente. Los metros finales, por ejemplo, a esas finalizaciones que creo que a veces tengo ocasiones y no soy una killer del área. Ahora te diría que chutar más con la pierna hábil, la derecha, porque últimamente sólo chuto con la izquierda y casi que me he olvidado de mi derecha. Esto es raro", mencionó.
Pero por ahora, la avalancha de trofeos la ha hecho reflexionar sobre lo lejos que ha llegado.
"Ha pasado mucho tiempo desde que comencé a jugar fútbol a los 7 años", recordó. "Ha habido muchos momentos buenos, pero también algunos malos. Pienso que esos momentos malos me han dado la oportunidad de seguir trabajando, intentando y peleando por todo lo que he ganado".