Sara Björk

Sara Björk, jugadora islandesa, gana recurso contra el Lyon por impago durante su embarazo

Sara Björk se convirtió en la primera jugadora en la historia del Olympique Lyon en estar embarazada y, además, tener la intención de regresar a jugar después del parto.
miércoles, 18 de enero de 2023 · 19:58

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La jugadora islandesa Sara Björk Gunnarsdóttir ganó un recurso al Olympique Lyon, su exequipo, pues éste no le pagó su sueldo durante su embarazo.

La FIFA condenó al equipo francés a pagar a la actual futbolista de la Juventus 82 mil 094 euros, más un interés del 5 por ciento anual a partir del 10 de septiembre de 2021 hasta la fecha de pago efectivo. 

Y, en caso de no efectuarlo en los próximos 45 días, sancionará al Lyon con la prohibición de inscribir nuevas jugadoras durante tres ventanas de fichajes.

En 2020, Sara fue transferida del Wolfsburgo al Lyon, club que cuenta con 8 campeonatos de la UEFA Women´s Champions League, el más reciente en 2022 y, además, es el conjunto con mayor número de títulos de la Liga Francesa femenina con 15.

Todo pintaba de la mejor manera para la mediocampista islandesa, pues llegó a uno de los grandes equipos femeniles del orbe futbolístico. Sin embargo, todo cambió en marzo de 2021 cuando supo que estaba embarazada. “Al principio, lo único que sentí era felicidad, pero luego la realidad me golpeó”, comentó Björk en una carta que redactó para The Players Tribune.

Las dudas de la jugadora llegaron al preguntarse cómo reaccionaría el equipo cuando comentara sobre su embarazo. “En Europa, no es algo normal que una jugadora se embarace. Ha habido progreso, pero la cultura sigue siendo la cultura. Entonces, cuando vi la prueba de embarazo, por supuesto que me puse muy feliz. Esto no estaba planeado, pero sabía que estaba con la persona con la que quería formar una familia, y no pensé ni por un segundo en no tener a mi bebé. Pero en el fondo mi mente, me sentía culpable de algo, como si estuvieras defraudando a la gente”.

Sara comenta que la primera persona a la que le comentó sobre su embarazo a alguien del club fue al médico y después a los fisioterapeutas, este equipo de trabajo la monitoreó para darle seguimiento, pero les pidió que no le dijeran a nadie más; tenía cinco semanas de gestación.

Explica que su decisión sobre guardar el secreto se debió a que se venían juegos importantes y quería disputarlos, por supuesto, siempre y cuando el cuerpo médico creyera que no causaría ningún inconveniente con el embarazo. Además, buscaba el momento adecuado para poder decir la noticia sin que ésta tuviera un impacto negativo en sus compañeras.

La presión para la futbolista llegó cuando el Lyon enfrentó al PSG; Jean-Luc, el timonel de ese entonces, se acercó durante el calentamiento de las futbolistas para preguntarle a Sara cómo se encontraba para poder entrar de cambio, pues un día anterior durante el entrenamiento la islandesa vomitó en tres ocasiones. Björk le respondió a Jean-Luc que no se encontraba en condiciones para jugar.

“Sabía que tenía que decirles a mis compañeras de equipo la verdad. Sentí que en este club, a este nivel, si no podía entrenar al cien por ciento, no debería estar entrenando. Así que, aproximadamente una semana después, le dije la noticia al equipo. Estábamos sentados en el vestuario, todo el equipo. El director, los miembros del personal, los fisios, todos estaban allí. Y solo dije que me había estado sintiendo mal las últimas semanas porque, ´Sí…. estoy embarazada´. Fue divertido ver sus reacciones porque algunos de ellos estaban muy sorprendidos. Creo que hubo muchas emociones encontradas: cuando una jugadora dice que está embarazada, es un momento especial, pero también viene con algunas incógnitas”.

Sara Björk se convirtió en la primera jugadora en la historia del Olympique Lyon en estar embarazada y, además, tener la intención de regresar a jugar después del parto. La mediocampista explica que ella y su agente, Dietmar, se reunieron con la directiva para establecer los pasos a seguir en el tema laboral mientras ella se iba a Islandia para continuar con el resto de su embarazo y dar a luz allá. Incluso asegura que la institución le ayudó con el papeleo del seguro.

La primera duda sobre el apoyo real del equipo surgió cuando no recibió su primer salario al estar lejos del equipo, todo lo que recibió fue un pequeño porcentaje de la seguridad social. Aunque apunta que esto se debió a que había mucho papeleo con el que el equipo tenía que lidiar y seguramente había sido un error administrativo. Pero, decidió preguntar a sus compañeras si ellas sí habían recibido el sueldo y, a diferencia de su caso, ellas lo recibieron justo a tiempo.

El agente de la jugadora se contactó con Vincent Ponsot, director del club, quien se disculpó por la falta de pagos y mencionó que esto sería resuelto. Pero, llegado el tercer mes, Vincent les dijo que el club se ceñiría a la ley francesa, por lo que al haber quedado embarazada durante su contrato laboral no le pagarían nada.

Ante esta situación, Dietmar le respondió que eso no era correcto y que el Lyon debía de regirse bajo el reglamento de la FIFA. “Estas reglas eran nuevas y las conocía vagamente, pero la FIFPro (Federación Internacional de Futbolistas Profesionales) estaba trabajando en licencias por embarazo y maternidad para futbolistas profesionales”, comenta Sara.

Al no obtener una respuesta positiva, Björk se acercó con el UNFP (Sindicato de Futbolistas Profesionales de Francia) y FIFPro para comentar su caso. Finalmente, Dietmar, le comentó al presidente del club que el caso lo llevaría FIFPro ante la Cámara de Resolución de Disputas de la FIFA. La respuesta de Vincent Ponsot fue contundente: “Si Sara va a la FIFA con esto, no tiene ningún futuro en Lyon”.

La mediocampista explica que después de haber dado a luz, con sus ahorros pagó a un entrenador personal para que le ayudara a acondicionarse y regresar de la mejor manera a los terrenos de juego, pero tenía la incertidumbre de si su carrera se había acabado o no.

Y a esto agrega que pensaba en los diferentes escenarios de su vida como madre y como futbolista. “¿Cómo me las arreglaré para ambas cosas, ser profesional y ser madre? ¿Cómo podré entrenar durante la lactancia? Las preocupaciones seguían acumulándose. Me sentí como una mierda”.

Desde abril hasta agosto de 2021, Björk no tuvo contacto alguno por parte de alguien de la oficina principal del club ni del cuerpo técnico. Situación contraria al contacto que mantuvo con compañeras, fisioterapeutas y el médico del equipo, aunque esto fue de manera personal, es decir, no de manera institucional.

Regresó a Francia para integrarse con el Lyon en enero de 2022. Sara explica que, si bien pudo entrar a las instalaciones del equipo, el trato que recibió por parte de las autoridades fue completamente diferente.

Tanto la directiva como Sonia Bompastor, la nueva entrenadora del equipo, le habían asegurado que le ayudarían y lucharían por conseguir todo lo que ella necesitara. Pero no fue así.

“Me decían todo tipo de cosas, como que no llevara a mi bebé conmigo en los viajes, porque podía llorar durante el camino en el autobús o avión y eso podía molestar a mis compañeras. Así que les dije que no formaría parte de eso, porque esto sucedió cuando aún lo estaba amamantando, él era tan pequeño y tan dependiente de mí. Pero, si no cedía a esto, no podía asistir a los partidos fuera de casa”.

Mientras FIFPro estaba llevando el caso ante la FIFA, Sara se mantuvo entrenando con el Lyon. Y, en una ocasión, se reunión con el presidente del equipo para hablar sobre el tema. Durante la charla, Vincent le comentó que ella estaba en todo su derecho de hacer lo que mejor le pareciera, pero que el equipo también tenía el derecho a defenderse.

Al final la FIFA tomó una decisión, y explicó que el club no tuvo un “deber de cuidado” con la jugadora, es decir, estableció que no hubo contacto con ella durante su embarazo. Nadie del club, de manera institucional, dio un seguimiento a la jugadora en el ámbito mental ni personal, tanto como empleada y como persona. El conjunto del Lyon tenía la responsabilidad de cuidarla y no lo hicieron. Tras la conclusión de la FIFA, el equipo ni siquiera apeló la decisión.

En el fragmento final de su carta, Sara Björk Gunnarsdóttir escribió:

“La victoria se sintió más grande que yo. Se sintió como una garantía de seguridad financiera para todos los jugadores que quieren tener un hijo durante su carrera. Ragnar (su hijo) tiene casi un año y estamos en un gran momento como familia. Ahora estoy en la Juventus y estoy muy feliz.

Pero quiero asegurarme de que nadie tenga que pasar por lo que yo pasé nunca más. Y quiero que Lyon sepa que esto no está bien. Esto no es ´solo negocios´. Se trata de mis derechos como trabajador, como mujer y como ser humano. 

Tengo muchas esperanzas en el futbol femenino. Hay mucho que celebrar. ¿Las instalaciones? ¿La inversión? ¿El nivel? ¿La afición llenando el estadio? Hemos llegado tan lejos. Eso es innegable.  Pero la realidad es que hay mucho más trabajo por hacer. Nos merecemos algo mejor”.

 

 

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